Los grandes pensadores de la biología han dicho siempre aquello de que «nada es gratuito en la naturaleza» y todo está orientado de alguna manera, con alguna pretensión, con un mecanismo que muchas veces nos es desconocido o tardamos mucho tiempo (a veces siglos) en desentrañar. En la biología humana podemos afirmar algo similar y aún más en la singular fisiología femenina. Viene esto a colación con el tema de la aparición (mensual) de la regla en las mujeres.