Un articulo publicado en http://www.ellayelabanico.com
Las personas tendemos a ponerles nombres a todas las cosas, las personas, los acontecimientos, incluso a nuestras mascotas; los ginecólogos también suscribimos esa conducto de nombrarlo todo. Llamamos menarquia a la primera regla; menopausia a la última. Nadie por lo tanto puede «ser menopáusica» o estar menopáusica»; se ha tenido o no se ha tenido aún lamenopausia, sin más. Entre la una y la otra los ciclos se repiten con (a veces) cansina normalidad; es más, desde el momento de la menarquia, la mujer espera que exceptuando los periodos relacionados con los embarazos, la menstruación va a estar presente, más o menos cíclicamente precisamente hasta la menopausia.
Aunque ésto es así para la mayoría de las mujeres, en algunas circunstancias puede faltar la regla durante más de tres meses (amenorrea) y hacerles pensar que la menopausia natural es la causa. Veamos a continuación algunas circunstancias en que ésto sucede, naturalmente o como consecuencia de la actuación médica y que es necesario conocer para no alarmarse primero y para relativizar lo sucedido, en segundo lugar:
1. Hay ausencias de regla que podríamos llamar fisiológicas:
• Después del parto, hasta que los ovarios reanudan su actividad normal, que ha estado anulada durante el embarazo desde los días 90 a 100 del mismo.
• Durante la lactancia materna. La duración de la falta de regla, está condicionada por el número de tomas, por los minutos que el bebé succione del pezón al día y no es constante en todas las mujeres. Ojo aquí con la anticoncepción que puede no ser efectiva con menos de seis tomas al día.
2. Otras aparecen durante el uso de anticoncepción hormonal:
• Con anticonceptivos hormonales combinados que pueden usarse en comprimidos orales, anillo vaginal o parches. Sucede solo en el 0,8 % de las pacientes y es debido a que pueden provocar una atrofia endometrial (y tanto más cuanto más bajas son las dosis).
• Con contraceptivos con solo gestágenos (CSG). Estos pueden ser de administración oral diaria, implantes sub-dérmicos cada tres años o inyecciones trimestrales. Aquí es muy frecuente la amenorrea.
• En este mismo grupo de CSG de depósito intrauterino, podemos esperar una reducción de la cantidad del sangrado cíclico, pero también una ausencia total de menstruaciones en el 30% de las mujeres. Es siempre reversible en el tiempo. Es el famoso DIU hormonado.
3. A veces la amenorrea sucede con el uso de medicamentos de acción antiestrogénica:
• Inhibidores de aromatasa usados principalmente en el tratamiento del cáncer de mama. Estos actúan impidiendo a todos los niveles la fabricación de estrógenos
• Análogos de GnRH; se emplean en enfermedades como la endometriosis, previamente a la cirugía de los miomas uterinos y en algunos tratamientos de esterilidad. Actúan sobre la hipófisis y bloquean temporalmente la secreción de gonadotropinas.
• Danatrol es un medicamento de acción antiestrogénica que a determinada dosis provoca amenorreas, también temporales.
4. Falta de menstruación por ausencia de endometrio:
• Secundaria a legrados uterinos demasiado vigorosos; tiene difícil solución.
• Secundaria a infecciones, afortunadamente muy poco frecuentes en nuestro medio.
• Después de tratamientos trans-histeroscópicos que empleamos para evitar los sangrados excesivos, como la ablación o resección endometrial (se pretende sea definitiva).
5. Secundarias a quimioterapia (QMT) y radioterapia (RDT) que directa o indirectamente provocan una depleción folicular.
• El efecto de la radioterapia depende de la dosis y de la edad de la mujer.
• El efecto de la quimioterapia va a depender del tipo de medicamento y también de la edad (los llamados fármacos alquilantes son los más tóxicos para el ovario).
• En ninguna de estas dos situaciones podemos prever lo que va a suceder en cada mujer.
Pero pongámonos un poco oficiales en este punto; si tenemos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la menopausia como «la cesación permanente de la menstruación y de la capacidad reproductiva como consecuencia de la pérdida de la actividad folicular del ovario», vemos que todas las situaciones anteriores, exceptuando los casos secundarios a radioterapia y quimioterapia no son realmente «menopausias», sino ausencia de menstruaciones, temporales o permanentes y con diferentes repercusiones hormonales según su causa.
Así, si reevisamos algunas de la anteriores veremos que las cuestiones son a veces, muy poco problemáticas:
• no hay motivo de preocupación cuando sean amenorreas fisiológicas o secundarias al uso de anticonceptivos.
• cuando la causa sea el uso de medicamentos antiestrogénicos las menstruaciones volverán a la normalidad al interrumpir su administración. Este tipo de medicamentos tienen siempre, además, una indicación temporal.
• en las situaciones de ausencia de endometrio el nivel de hormonas circulantes es el que le correspondería por edad y no suele producirse problema alguno en ese sentido.
• tanto la RDT como la QMT sí actúan sobre el número de folículos ováricos, disminuyendo su número y provocando una falta de actividad folicular. En los demás casos la amenorrea es consecuencia de una actuación sobre el útero o a una interferencia en la adecuada función del ovario a distintos niveles (hipofisario, ovárico) sin que podamos hablar realmente de menopausia.
Por tanto, la menopausia inducida es menor en número de ocasiones y en gravedad de lo que al principio podría pensarse.
En medicina, hoy…., casi cada caso tiene una solución.