Archivo de la etiqueta: habitos saludables

El sobrepeso aumenta el riesgo del cáncer de mama después de la menopausia

Un estudio de la Sociedad Americana del Cáncer ha determinado que tener un índice de masa corporal (IMC) elevado que muestre sobrepeso u obesidad (ésto es, pasar de 25 o 30 respectivamente, señala el titular de este web, Dr. José Luis Neyro) puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de mama después de la menopausia, con independencia de si la grasa se acumula en el vientre, la cintura o las caderas.
Así se desprende de los resultados publicados en la revista “Cancer Causes, and Control”, que contradicen la creencia provocada por investigaciones previas que sugerían que este mayor riesgo de cáncer dependía de dónde se acumulara la grasa.
El llamado IMC o índice de masa corporal se calcula dividiendo el peso de la persona expresado en kilos por la talla expresada en metros al cuadrado, es decir….IMC = peso (en Kg) / talla x talla (en mts.).
La obesidad abdominal se ha relacionado con un mayor riesgo de numerosas enfermedades, como la diabetes o determinadas dolencias cardiovasculares, lo que sugería que las mujeres con cuerpo «con forma de manzana», que concentran la grasa en el pecho y en el torso, tienen más riesgo que las que tienen «forma de pera» y acumulan la grasa en caderas, muslos y nalgas.

Para indagar en esta teoría, un equipo dirigido por la investigadora Mia Gaudet analizó datos de un total de 28.965 mujeres participantes en la segunda parte del ‘Cancer Prevention Study’, entre quienes se detectaron un total de 1.088 casos de cáncer de mama invasivo durante una mediana de 11,58 años de seguimiento.

De este modo, vieron una relación «estadísticamente significativa» entre el desarrollo de estos tumores y un IMC más elevado, «con independencia de que fueran peras o manzanas», ha señalado Gaudet; lo alertábamos hace años en un suelto de este mismo web en el link http://www.neyro.com/2011/02/09/cancer-de-mama-factores-de-riesgo-y-como-evitarlos/

«Este estudio trae un poco de claridad a la relación entre la obesidad y el riesgo de cáncer de mama», insiste esta experta, que confía en que estos datos permitan centrarse en lo que erróneamente se han considerado factores de riesgo para el cáncer de mama.
Es más, aclara el Dr. Neyro, «hemos comprobado que hasta un 95% de mujeres con cáncer de mama no tiene ningún factor de riesgo para desarrollarlo» (ver en http://www.neyro.com/2007/09/20/el-95-por-ciento-de-las-mujeres-con-cancer-de-mama-no-responde-al-perfil-de-riesgo-establecido-por-los-expertos/) Deberemos seguir investigando.

El desconocido decálogo de la osteoporosis; la amenaza silenciosa.

.
Diez cosas que no sabías de la osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que afecta a la mitad de las mujeres tras pasar su menopausia y que potencia el deterioro de los huesos, altera su micro-arquitectura y por ello, predispone al riesgo incrementado de fracturas de bajo impacto.
Se llaman fracturas de bajo impacto, nos aclara el Dr. Neyro, referente en estos temas de salud ósea femenina, «todas aquellas que una paciente se hace cuando se cae desde su propia altura o desde una escalera de menos de tres peldaños y que no interesan a la cara, el cráneo, las manos o los pies»
Las causas se atribuyen a la disminución del tejido óseo, a la pérdida de masa ósea (medible siempre mediante densitometría ósea con DEXA), la falta de proteínas en su estructura y los escasos niveles de calcio, un mineral entre otros indispensable para su desarrollo. Esta patología, que es más frecuente en mujeres mayores de 50 años, se presenta cuando el organismo no es capaz de llevar a cabo el remodelado continuo de los huesos en equilibrio y comienza a destruir más hueso sin compensar su pérdida con la formación de hueso nuevo sano.
Es por ello que, a continuación, le ofrecemos una lista de las diez cosas que no conocía de la osteoporosis, con el fin de aclarar sus dudas y ayudarle a cuidar su salud:
1. Los expertos han clasificado la enfermedad, de acuerdo a la densidad ósea. La osteopenia o baja masa ósea, que en ocasiones no precisa fármacos excepto adecuadas cantidades de calcio y mantener buenos niveles de vitamina D, y la osteoporosis.
2. No hay síntomas en las etapas iniciales. De hecho, es posible que el paciente sufra una fractura, antes de estar al tanto de su padecimiento. Sin embargo, el incremento de dolor en la zona de la espalda y la pérdida de estatura pueden revelar el daño en los huesos, porque (señala el Dr. Neyro) «lo que duelen son las fracturas».
3. El consumo de tabaco y alcohol son mecanismos que favorecen el deterioro. Igualmente, más de tres tazas de café por día son tóxicos para el metabolismo óseo.
4. El especialista realiza el diagnóstico mediante una densitometría ósea, tipo DEXA; acuda a su ginecólogo o a su reumatólogo, a su traumatólogo o a su médico de familia (todos ellos deben entender de osteoporosis, dice el Dr. Neyro).
5. El factor hereditario es muy común. De hecho, uno de los factores de riesgo más importante es la historia familiar de osteoporosis y, sobre todo, de fractura de cadera en la madre o el padre de la paciente.
6. Llevar una alimentación balanceada es una excelente forma de prevenir la enfermedad. La ingesta de lácteos (leche, quesos, yogures…), sardinas, almendras y coco, verduras de hoja verde (espinacas, rúcula, canónigos, berros, acelgas, brócoli….), durante toda la vida sobre todo en la infancia, la adolescencia y juventud, el embarazo y la peri-menopausia, contribuirá a fortalecer tus huesos.
7. Múltiples estudios señalan que la actividad física puede mantener o incrementar la densidad ósea. Esa actividad física tiene que ser de presión sobre los huesos, como caminar a buen paso, saltar, correr, boxeo, tenis, padel, baloncesto, saltar a la comba, bailar en las personas mayores….; el ejercicio debe ser diario y adaptado a la edad.
8. Se recomienda evitar el consumo de bebidas ricas en cafeína. Antes señalábamos la dosis máxima por día, para no entrar en la toxicidad ósea.
9. El tratamiento abarca, tanto cambios en el estilo de vida, como la administración de fármacos. Recuerde no auto-medicarse pero, lo que es tan importante o más aún, no abandonar nunca la terapia que el médico le haya prescrito.
10. Es fundamental que procures no sufrir caídas ni lesiones. Es una leyenda urbana que «la abuela se cayera tras romperse la cadera»; en realidad, la cadera se rompe tras una caída, de bajo impacto, nos recuerda nuestro experto, pero siempre tras una caída. Recordemos que el mantenimiento de unos niveles adecuados de vitamina D en sangre ayuda a disminuir el riesgo de caídas de las personas mayores.

Se modifica el cuerpo de la mujer, pero no se pierde femineidad con la menopausia.

Una de cada seis mujeres mantiene sintomatología menopáusica (sofocos, irritabilidad, sequedad vaginal, pérdida de la masa ósea, etc, etc…) más allá de los 66 años, casi quince años después de haber ocurrido la menopausia. Esta es solo el nombre de una regla, la última, pero lo que modifica la calidad de vida es el síndrome climatérico y, lo que es más grave, va a condicionar incluso su esperanza de vida, por el desarrollo de diversas enfermedades.
Conocer los cambios fisiológicos de esta época de la vida es crucial para asumir la nueva situación, evaluar la propia autoestima de las mujeres afectas de sintomatología y prepararse para las enfermedades que a partir de estos momentos se van a desarrollar más y que pueden prevenirse con diversos cambios en los hábitos de vida, con actividades relñacionadas con el ejercicio, con una dieta adecuada y con los tratamientos que cada caso aconseje.
Lo explica bien el titular de este web, el Dr. Neyro en una entrevista en la programación de Radio Euskadi a través de su programa La mecánica del caracol.

Las madres con mayor peso tienen más riesgo de muerte fetal e infantil

No se ha establecido un IMC óptimo previo al embarazo para prevenir la muerte fetal e infantil; de hecho, afirma el Dr. Neyro, responsable de este web, teníamos noticias de que el sobrepeso materno, la obesidad concretamente, podría poner en entredicho la vida del feto en desarrollo (ver en http://www.neyro.com/2011/04/06/la-obesidad-de-la-madre-amenaza-la-vida-del-hijo/)    

Ahora, por otro lado, se demuestra que un mayor índice de masa corporal (IMC) materno antes o al comienzo del embarazo se asocia con un riesgo más elevado de muerte fetal y muerte infantil, según alerta un estudio que se publica en la revista “JAMA” (el diario de la Asociación Médica Americana).

A nivel mundial, se produjeron aproximadamente 2,7 millones de nacidos muertos en 2008. Cada vez menos en Occidente y entre los países llamados industrializados, no solo debido a la crisis económica y financiera, sino en función de otros parámetros…, también relacionados con el sobrepeso (ver en http://www.neyro.com/2013/12/27/a-mayor-peso-mas-posibilidades-de-tener-poca-cantidad-de-espermatozoides/) Además, se estima que cada año ocurren 3,6 millones de muertes neonatales (muerte ocurrida después del nacimiento de un bebé vivo, pero antes de la edad de 28 días).

Varios estudios han sugerido que el mayor índice de masa corporal materno antes o durante el embarazo temprano se asocia con un riesgo superior de muerte fetal, muerte perinatal (muerte fetal y neonatal precoz), muerte neonatal y mortalidad infantil, aunque no todos han encontrado una asociación significativa. Sin embargo, no se ha establecido un IMC óptimo previo al embarazo para prevenir la muerte fetal e infantil.

Dagfinn Aune, del Imperial College London, en Reino Unido, y su equipo realizaron una revisión y un metaanálisis para examinar la asociación entre el IMC materno antes o al comienzo del embarazo y el riesgo de muerte fetal y muerte infantil. Tras una búsqueda en la literatura médica, identificaron 38 estudios que cumplían los criterios para su inclusión en el metaanálisis, con más de 10.147 muertes fetales, 16.274 partos nacidos muertos, 4.311 muertes perinatales, 11.294 muertes neonatales y 4.983 lactantes muertos.

Los investigadores vieron que incluso un modesto incremento en el IMC materno se asoció con un mayor riesgo de muerte fetal, muerte neonatal, muerte perinatal y muerte infantil. Se observó el mayor riesgo en la categoría de mujeres con obesidad severa, de forma que las embarazadas con un IMC de 40 tenían un riesgo aproximado de entre dos y tres veces mayor frente a las mujeres con un IMC de 20.

Los autores sugieren que varios mecanismos biológicos podrían explicar la asociación encontrada en este estudio, incluyendo que el sobrepeso o la obesidad se ha relacionado con un mayor riesgo de preeclampsia, diabetes gestacional, diabetes tipo 2, hipertensión gestacional y anomalías congénitas, condiciones que han sido fuertemente vinculadas, entre otras, con el riesgo de muerte fetal e infantil. Si a ello añadimos la creciente y cada vez más retrasada edad materna en el primer embarazo, señala el responsable de este web, la combinación de todos los factores empieza a ser preocupante.

Además, señala el Dr. Neyro para finalizar, la obesidad materna durante la gestación condiciona un mayor riesgo de obesidad infantil y este dato está creciendo de manera alarmante, también, en los países llamados emergentes que copian y reproducen rápidamente los malos hábitos dietéticos de la población occidental (ver y escuchar en http://www.neyro.com/2010/10/11/obesidad-infantil/)

Adelgazar pero perdiendo grasa visceral sin perder masa muscular

La Mañana, 02.04.14
Es preciso hacer ejercicio a cualquier edad, máxime cuando la grasa corporal se redistribuye en la mujer a partir de la menopausia y empieza el aumento de kilogramos si no se mantiene el ejercicio aeróbico seguido de un poco de musculación, sobre todo del tren inferior, de las piernas y caderas, donde están los más grandes grupos musculares del organismo.
Conecte con el link adjunto, en el que el Dr. Neyro, colaborador del programa Saber Vivir de La Mañna de La 1 de TVE explica en directo el pasado 02.04.14 todas estas cosas y nos enseña (desde el minuto 19 del vídeo) nuevas características de una dieta sana con ejercicio físico adecuado para mantener la masa muscular, adelgazando al tiempo…..

La atención de la madre al niño durante la infancia protege del estrés en edad adulta

Algunas veces, podría parecer que las investigaciones de nuestros científicos se afanan en demostrar cosas que parecerían ser axiomáticas; mas no es así, por sencillas y elementales que parezcan, es necesario tener evidencia científica para poder demostrar que son como pensamos que deben ser o que son en realidad, nos aclara el Dr. Neyro en relación con esta noticia. En humanos, la exposición a situaciones de estrés en la infancia tiene efectos a largo plazo sobre el comportamiento y el funcionamiento del sistema nervioso, incluso en la vida adulta, constituyendo uno de los principales factores de riesgo para desarrollar diversas psicopatologías. Investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) han constatado en un estudio con ratas que la atención de la madre al niño durante la infancia protege del estrés en edad adulta. La investigación, que publica “Frontiers in Behavioral Neuroscience”, apunta a que una conducta materna adecuada puede compensar ciertos efectos negativos del estrés durante la infancia y proteger ante el estrés en edad adulta. El estudio, que analizó el comportamiento de 30 madres y sus 252 crías, se basa en roedores como la rata, porque las crías están con la madre hasta el momento del destete materno, y el comportamiento de la madre hacia las crías tiene consecuencias importantes en la reactividad al estrés y los niveles de ansiedad de las crías cuando son adultas.

madre-protectora

 

 

 

 

 

En concreto, los investigadores trabajaron con la restricción de los materiales que las ratas utilizan para construir sus nidos, y observaron que, ante la situación de estrés provocada por la falta de copos, la madre aumentaba la atención hacia las crías, como si de alguna forma intentara compensar el estrés recibido. Una vez las crías se hacen adultas los investigadores han estudiado, a lo largo de cuatro meses, su comportamiento y cognición en diversas pruebas, así como la reactividad endrocrina al estrés mediante los niveles de hormona corticosterona y ACTH. Está claro que incluso entre los animales de experimentación, la relación que la madre desarrolla con sus crías, el cariño (o el instinto) que pone en sus cuidados, puede tener una influencia definitiva en la forma en que las crías se desarrollarán en sus vidas adultas, concluye el Dr. Neyro.