Acepto desde el principio que el aserto puede tener críticas o incluso francas oposiciones, pero en realidad, todo comienza por el sexo (aunque ni siquiera sea bueno). Claro, porque sin sexo no hay vida, no hay siquiera reproducción (y ello de entrada se pone entredicho desde estas mismas páginas cuando uno lee en https://www.neyro.com/2019/07/