Las mujeres necesitamos información sobre los tratamientos para la menopausia porque, si bien lamenopausia no es una enfermedad, sino un hecho fisiológico, afecta nuestra salud y nuestro diario vivir demeritando nuestra calidad de vida.
Los tratamientos más conocidos y que al mismo tiempo despiertan más polémica y reticencia (finalmente como dice el refrán: “ante la duda abstente”) son los tratamientos de reemplazo hormonal o tratamientos hormonales sustitutivos.
Pero, como no es lo mismo lo que dice la prensa que necesita vender noticias, que lo que dicen los expertos, científicos serios que trabajan con datos estadísticos y que hacen investigación epidemiológica, es que acudimos a un reconocido profesional en el climaterio, que además es entusiasta, generoso y nos anima a las mujeres en este difícil proceso. Este médico excepcional es el dr. José Luis Neyroy estas son las preguntas que le hicimos:
Después de los estudios WHI hubo replanteos, estudios y finalmente consenso con respecto a que los tratamientos de reemplazo hormonal deben utilizarse cuando la mujer lo necesita – para tratar el síndrome climatérico – en la menor dosis efectiva posible y el menor tiempo posible. Terapia de estrógeno solo para las mujeres sin útero, estrógeno combinado con progestina para mujeres con útero, secuencial o contínua según menstrúen o ya hayan tenido menopausia (última menstruación). También en algún momento se habló de estrógenos solos en períodos de tiempos cortos e intermitentes. También ha salido un estudio que habla de utilizar sólo progesterona. ¿En qué estamos ahora en terapia de reemplazo hormonal o sustitutiva?
Sinceramente creo que estamos tratando de recuperar la cordura que perdimos innecesariamente y en la fase de replantearnos la calidad de vida de las mujerespostmenopáusicas como prioritarias en nuestra tarea. Hemos aprendido de toda aquella vorágine de extrapolaciones equivocadas, que la individualización de las terapias es mandatoria, que no hay café para todas… Que no es lo mismo tratar a usuarias no afectas de nada que a enfermas con su calidad de vida muy mermada; que no es igual abordar el manejo de mujeres demás de 65 años asintomáticas, que tratar el síndrome climatérico de mujeres de 50 años; que es diferente la postmenopausia tardía de los 63 años que la transición menopáusica; que no es lo mismo el estrógeno natural que los diferentes sintéticos mucho más potentes….; que no es igual proteger el útero con gestágenos sintéticos que con progesterona natural….
También estamos en tratar de emplear otras drogas como diferentes antidepresivos adiferente dosis para ayudar a según qué tipo de mujeres; igualmente estamos en probar si determinados gestágenos a determinadas dosis (siempre la individualización….) pueden ayudar a determinadas mujeres….
A pesar que los médicos especialistas coinciden en que la terapia de reemplazo hormonal es la más efectiva para el síndrome climatérico, la mejor en la relación costo-beneficio, además que trata simultáneamente todos sus síntomas, hay poca aceptación por parte de las mujeres, en México sólo un 1.25% de las mujeres se adhiere al tratamiento y en España según datos de la AEEM un 2% ¿usted cree que es solamente por falta de información o miedo de las mujeres, o que no les resulta tanbeneficiosa?
Estoy absolutamente convencido y lo hemos probado con investigacionesepidemiológicas que las noticias malas en relación con las terapias hormonales y su repercusión en los medios son de mucho más impacto que toda la ciencia acumulada en años de investigación, pero no solo entre las mujeres sino entre los propios profesionales de la ginecología.
Hay múltiples pruebas sobre la mejora de la calidad de vida y sobre las condiciones de salud de la mujer en su transición climatérica con las terapias hormonales; las usuarias lo reconocen igualmente. Sin embargo, de un lado la falta de información y de otro la falta de dedicación de los profesionales a explicarlo con claridad hacen que el panorama que usted plantea sea una realidad, no solo en Méjico o en España sino en todo el mundo occidental.
Ella y el abanico.comhizo una entrevista este mismo mes al Dr. Santiago Palacios sobre diferentes aspectos de la menopausia en España y preguntado sobre “si ha variado el concepto de menopausia desde que él practica la ginecología”contestó: Al principio mucho, pero ahora hay un parón, debemos seguir progresando. ¿coincide usted con que estamos en un parón?
Completamente de acuerdo con mi colega el afamado Dr. Palacios, un adalid de la investigación clínica en estos asuntos a nivel internacional. Como él dice, se observa un parón por muchos de los que, supuestamente, cada día se ocupan de estas cuestiones; no podemos seguir mirando hacia atrás para “lamernos nuestras heridas”.
Existen muchas y buenas ideas para la investigación; del otro lado, también hay una enorme cantidad de pacientes que cada día nos demandan más ymás…No podemos defraudar tantas iniciativas de buenos profesionales ni tanta demanda social…
¿Por dónde intuye usted que podrían venir nuevos tratamientos o progresos?
Sabemos mucho másde lo que sabíamos en el terreno de las influencias de los neurotransmisores del bienestar en la forma de estar en el mundo y su repercusión en lacalidad de vida individual. Hay que profundizar en esos terrenos para mejorar el manejo clínico del síndrome climatérico.
Tenemos una enorme cantidad de conocimientos y de nuevos abordajes de la salud vaginalen el climaterio mediano y tardío, la gran olvidada de todos estos años de zozobra y abandono de la menopausia, como si con ella llegara la jubilación sexual…. Es un campo con un futuro espléndido, ciertamente.
También hemos progresado mucho en el terreno de la investigación en Osteoporosis, gravemente condicionadora de la salud entre mujeres no vigiladas; tenemos nuevas drogas con nuevos abordajes referidos a las terapias secuenciales.
Nuestro compromiso pasa por seguir avanzando aunque las condiciones socioeconómicas de un mundo en crisis financiera global nos lo hagan más y más difícil cada día; es el tiempo de la imaginación y de la personalización de nuestras terapias…
Existe futuro másallá… Abordémoslo ya mismo… Las mujeres lo demandan….y lo merecen¡¡¡¡
La directora de la Unidad de Gastroenterología de la Universidad de Módena, Erica Villa, miembro de la Asociación Europea para el estudio del hígado (EASL), impartirá este próximo jueves, a las 19.30 horas, la conferencia «Menopausia y enfermedad hepática» en la sede de la Fundación BBVA en Bilbao.
Según ha informado la fundación, la ponencia forma parte del ciclo de conferencias «Enfermedades asociadas al envejecimiento», organizado por la Fundación BBVA y CIC bioGUNE, en colaboración con la Unidad de Biofísica (CSIC-UPV/EHU) y el British Council.
Después de la conferencia se celebrará un coloquio moderado por la investigadora de CIC bioGUNE, María Luz Martínez-Chantar. Villa centrará su ponencia en el papel que juegan la menopausia y el envejecimiento hormonal en las características que manifiesta la enfermedad hepática en la población femenina.
Según Villa, uno de los campos de la medicina en los que resulta más evidente una distinción entre géneros en la historia natural es el de las enfermedades hepáticas crónicas, ya que «es bien sabido que el cáncer primario de hígado afecta a los varones en mayor medida que a las mujeres, mientras que las formas autoinmunes, así como la enfermedad hepática colestásica es estadísticamente un trastorno femenino».
Otra característica recientemente reconocida de la importancia del género en la enfermedad hepática es el papel del envejecimiento hormonal en la determinación de diferencias en la gravedad de la patología, explica.
Los estudios de Villa han demostrado que mujeres con hepatitis C presentan una sintomatología muy leve y una respuesta óptima al tratamiento mientras se encuentran en edad reproductiva, pero rápidamente pierden esta condición favorable en cuanto entran en la fase de menopausia. Así, la experta indica que hay una serie de factores que contribuyen a este efecto, algunos endógenos, asociados al género, y otros exógenos.
En conjunto, expone la doctora, estos factores interactúan y determinan una modificación profunda de la historia natural de la enfermedad de la hepatitis C en las mujeres. Aunque actualmente muchos elementos de esta situación clínica se muestran más claros que en el pasado, todavía existen muchas hipótesis para explorar y, sobre todo, múltiples intervenciones terapéuticas que configurar, subraya.
Erica Villa, nacida en Reggio Emilia (Italia) en 1951, obtuvo su grado en Medicina en la Universidad de Módena (1975) y ha trabajado en la Fundación Anna Villa Rusconi, el Hospital King’s College de Londres y el Hospital de Módena, entre otras entidades.
Ha sido investigadora visitante en el Instituto Pasteur de París y en la La Jolla, en la Universidad de San Diego. Es directora de la escuela post-doc y de la Unidad de Gastroenterología de la Universidad de Módena, así como del Departamento de Medicina Interna. Asimismo, es miembro de la Asociación Europea para el estudio del hígado (EASL) y desde 2011 pertenece a la Junta de Gobierno de la Sociedad Italiana de Gastroenterología.
Villa ha publicado más de 100 artículos en revistas científicas y forma parte de la Sociedad Americana de Investigación Clínica y de la Sociedad Americana de Médicos. En 2005 recibió el premio WSCI al mejor investigador de la Western Society of Clinical Investigation y en 2008 el American Gastrointestinal Association Outstanding Women in Science. Este año ha sido galardonada con el Premio WSCI Mayo Soley por su trayectoria científica.
El tratamiento de los sofocos consiste siempre en administración de hormonas sexuales femeninas exactamente las mismas que fabrica el ovario lo que sucede es que la dosis y el tipo de producto y la vía de administración pueden ser distintos para cada mujer.
Las hormonas son siempre las mismas se llaman estrógenos y se pueden administrar por vía oral en pastillas y desde ese punto de vista hay estrógenos
naturales y estrógenos sintéticos. Los parches sin embargo son sólo estrógenos naturales por tanto digamos que los estrógenos sintéticos solón existen por vía oral.
Los ginecólogos tratamos de darla dosis más pequeña posible para quitarle a usted o su amiga a cualquier mujer de su edad se evite lasincómodas las terribles sofocaciones
incluso el sudor nocturno el insomnio y la irritabilidad y toda la sintomatología de la que hemos hablado.
Los tres pilares básicos son que la mujer admita el tratamiento porque lo necesita y está de acuerdo con el médico que las hormonas sean lo más naturales posibles y que la dosis administrada sea la más baja posible.
El dr. neyro explica las ventajas del tratamiento con Denosumab y sus aportaciones al tratamiento de la osteoporosis
Denosumab (DMAB) es un anticuerpo monoclonal, el primero totalmente humano, que actúa como un potente y totalmente específico inhibidor del ligando del RANK (RANK-L)1-3. Esta unión evita la interacción del RANK-L / RANK, inhibiendo la formación, la función y la supervivencia de los osteoclastos, lo que a su vez provoca una disminución de la resorción ósea en el hueso trabecular y cortical.1 DMAB ha sido aprobado por la Unión Europea para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas con riesgo elevado de fracturas y también (aunque se sale del ámbito de la actuación ginecológica) para el tratamiento de la pérdida ósea asociada con la supresión hormonal en hombres con cáncer de próstata con riesgo elevado de fracturas.1,2 La dosis recomendada es de 60 mg administrados en una única inyección subcutánea una vez cada 6 meses en el muslo, el abdomen o la parte posterior del brazo.1.3 Actualmente, Prolia® (que es el nombre comercial de Denosumab) está pendiente de negociación de precio y reembolso en España, por parte del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
Actualmente, están en marcha o terminados ya hasta un total de 46 ensayos clínicos (ECs) en los que DMAB se compara con placebo o con diversas drogas ya aprobadas en el terreno de las enfermedades del metabolismo óseo como Alendronato (ALN), Teriparatida, Ácido Zoledrónico…, entre otras, en orden a comparar su eficacia y seguridad en el control y el tratamiento de la Osteoporosis (OP) postmenopáusica y su prevención, de la pérdida de masa ósea asociada a las metástasis del cáncer de próstata, del mieloma múltiple, tumores sólidos, tumores de células gigantes, de la artritis reumatoidea o la relacionada con el tratamiento con inhibidores de aromatasa en pacientes con cáncer de mama, etc, etc.4 Todo ello, condiciona que a día de hoy dispongamos ya de más de veinte mil pacientes participantes y estudiados en ECs fase III, sin tener todavía el fármaco comercializado aunque sí aprobado; probablemente, cuando esos ECs concluyan será aprobado para nuevas y diversas indicaciones clínicas ligadas a algunas de esas enfermedades.
Es objetivo de este trabajo revisar someramente los datos más significativos de los ECs fase III que han mostrado la eficacia y la seguridad de DMAB, así como aquellos otros más sugestivos de la eficacia comparada contra el patrón oro de la investigación en OP cual es el ALN, en tanto que es el fármaco sobre el que se tiene más experiencia acumulada (hasta diez años) en el manejo de esta enfermedad.
ESTUDIO FREEDOM.
FREEDOM es un EC fase III, internacional, aleatorizado y doble ciego, en el que se evaluó la eficacia y la seguridad de DMAB para reducir el riesgo de fractura en pacientes posmenopáusicas afectas de OP. Fueron incluidas 7.868 pacientes que se aleatorizaron para recibir 60 mg de DMAB (n = 3.902) o placebo (n = 3.906) por vía subcutánea cada 6 meses. El objetivo primario fue determinar la reducción en el número de nuevas fracturas vertebrales a los 36 meses y como objetivos secundarios: evaluar los tiempos hasta la primera fractura no vertebral y la primera fractura de cadera. Se pudieron incluir pacientes tratadas previamente con bisfosfonatos orales, siempre y cuando la duración del tratamiento fuera inferior a 3 años y la terapia se hubiera discontinuado durante 12 meses. La media de edad de los sujetos fue de 72,3 años y las medias de puntuaciones T (T-score) de la densidad mineral ósea (DMO) fueron -2,8 en la columna lumbar, -1,9 en la cadera total y -2,2 en el cuello femoral.2,3,5 El tratamiento con DMAB redujo de forma significativa el riesgo de nuevas fracturas vertebrales, de cadera y no vertebrales frente a placebo (como muestra resumidamente la figura 1).2,3,5 En un sub-estudio de 441 pacientes realizado en el mes 36, DMAB incrementó de forma significativa la DMO en un 9,2% en la columna lumbar y en un 6,0% en la cadera total en comparación con placebo (p < 0,001). Además, DMAB redujo significativamente el C-telopéptido sérico (CTX) en un 86%, 72% y 72% en los meses 1, 6 y 36, respectivamente, en comparación con placebo (p < 0,001) en los 160 pacientes incluidos en un sub-estudio de marcadores de recambio óseo.5 No hubo diferencias significativas en la incidencia global de efectos adversos entre los sujetos que recibieron DMAB y los que recibieron placebo (92,8% frente a 93,1%, respectivamente), y la aparición de efectos adversos graves o la interrupción del tratamiento del estudio por efectos adversos también fueron similares. Un 82% de las pacientes completaron el estudio y un 76% recibieron todas las inyecciones. No se observaron diferencias significativas en la incidencia global de neoplasias malignas, acontecimientos cardiovasculares e infecciones. Se notificaron casos de eccema en el 3,0% de las pacientes del grupo de DMAB frente al 1,7% del grupo placebo (P < 0,001) y de celulitis, como efecto adverso grave, en el 0,3% del grupo de DMAB frente a < 0,1% en el grupo placebo (p = 0,002). Asimismo se describieron las siguientes diferencias significativas entre DMAB y placebo: 1) caídas no asociadas con una fractura (4,5% frente a 5,7%, p = 0,02), 2) flatulencia (2,2% frente a 1,4%, p = 0,008) y 3)conmoción (< 0,1% frente a 0,3%, p = 0,004), respectivamente. En este estudio ningún sujeto desarrolló anticuerpos neutralizantes anti-DMAB y no se notificaron casos de osteonecrosis de los maxilares a los 3 años de seguimiento.5
Recientemente se han presentado los resultados de la primera extensión a cinco años de este estudio 6 (con el esquema terapéutico que se resume en la figura 2) que continuará hasta los diez años, con la confirmación de que la reducción de las fracturas vertebrales continúa en los años cuatro y cinco, manteniéndose un ritmo adecuado de incremento de la DMO durante todo ese tiempo; no se produjeron ni más ni diferentes efectos adversos en los años cuarto y quinto respecto de lo ya conocido con anterioridad. Obviamente, en el diseño de esta extensión se prescindió del brazo comparador de placebo, una vez que se hubo demostrado en los primeros tres años la superioridad en eficacia de DMAB respecto de placebo.
ESTUDIOS COMPARATIVOS CON ALENDRONATO.
Alendronato sódico es un bifosfonato (BF) que actúa mediante una inhibición específica de la resorción ósea mediada por los osteoclastos. Inhibe la enzima farnesil-pirofosfato-sintetasa en la vía del mevalonato. BFs en general, son análogos sintéticos del pirofosfato que se unen a la hidroxiapatita del hueso. ALN se describe químicamente como una sal monosódica trihidratada del ácido bifosfónico (4-amino-1-hidroxibutilideno).7 Evidentemente, los mecanismos de acción farmacológica de DMAB y de ALN son totalmente diferentes aunque su objetivo terapéutico sea el mismo.
Existen dos estudios de comparación directa entre DMAB y ALN, ambos de un año de duración, los estudios DECIDE y STAND. Dichos estudios evaluaron la densidad mineral ósea (DMO) como variable principal y no fueron diseñados para estudiar el efecto de DMAB en la reducción de facturas, en función del corto espacio de tiempo de duración prevista en ambos.
1. ESTUDIO DECIDE.
DECIDE (Determining Efficacy: Comparison of Initiating Denosumab versus Alendronate) fues un estudio de asignación aleatoria, doble ciego, internacional y de no inferioridad, que tenía como objetivo evaluar la eficacia y la seguridad de iniciar un tratamiento con DMAB respecto a ALN e incluyó a 1.189 pacientes posmenopáusicas con baja DMO. Las pacientes tratadas previamente con BFs completaron un periodo de lavado de tres meses de duración previo a la aleatorización. Todas las pacientes fueron aleatorizadas a recibir 60 mg de DMAB por vía SC cada 6 meses (n = 594) y placebo por vía oral cada semana o 70 mg de ALN por vía oral una vez a la semana (n = 595) y placebo por vía SC cada seis meses. La variable principal del estudio fue evaluar el porcentaje de cambio en la densidad mineral ósea en la cadera total desde el valor basal hasta los 12 meses.8
DMAB incrementó significativamente la DMO en la cadera total comparado con ALN, así como en todos los otros sitios evaluados, tanto en el mes 6, el primer tiempo medido, como en el mes 12. El tratamiento con DMAB resultó en mayores incrementos en la DMO a los 12 meses comparado con ALN en todos los sitios medidos (figura 3).8
No se observó ninguna diferencia significativa en la incidencia global de acontecimientos adversos (AA) entre los sujetos tratados con DMAB respecto a los tratados con ALN (80,9% vs. 82,3%, respectivamente, p= 0,60). Este estudio como hemos comentado, no fue diseñado para comparar la incidencia de fracturas y las fracturas fueron notificadas como efectos adversos; En conjunto, un número similar de pacientes en ambos grupos reportaron más de una fractura durante el estudio [24 (4,0%) con DMAB; 19 (3,2%) con ALN].8
2. ESTUDIO STAND.
STAND (Study of Transitioning from AleNdronate to Denosumab) fue un estudio internacional, aleatorizado, doble ciego, con doble enmascaramiento, controlado con tratamiento activo, de grupos paralelos y de no inferioridad que incluyó a pacientes posmenopáusicas con baja DMO (entre -2,0 y -4,0), previamente tratadas con 70 mg de ALN a la semana, siendo un criterio de inclusión que las pacientes debían haber recibido tratamiento con ese fármaco como mínimo seis meses antes del inicio del estudio. Todas las pacientes fueron aleatorizadas a recibir 60 mg de DMAB (n = 253) por vía subcutánea (SC) cada 6 meses y placebo por vía oral cada semana o 70 mg de ALN por vía oral a la semana (n = 251) y placebo por vía SC cada seis meses. El objetivo principal del estudio fue evaluar el cambio en la DMO de la cadera total a los 12 meses.9
A los 12 meses del estudio, las pacientes que iniciaron tratamiento con DMAB experimentaron un aumento significativo de los valores de la DMO en la cadera total y en la columna lumbar respecto a las pacientes que continuaron con ALN, como muestra la figura 4. Adicionalmente, también se observaron incrementos significativos en el grupo de DMAB respecto el grupo de ALN en los valores de DMO en el cuello del fémur y en el tercio distal de radio (p ≤ 0,0121). A los seis meses de tratamiento con DMAB se observó un incremento significativo en la DMO en la columna lumbar y en todas las localizaciones esqueléticas femorales evaluadas (p < 0,05).9 No se observó ninguna diferencia estadísticamente significativa en la incidencia global de acontecimientos adversos entre el grupo tratado con DMAB respecto al grupo tratado con ALN (77,9% vs. 78,7%, respectivamente). Los efectos adversos más frecuentes fueron nasofaringitis, dolor de espalda, artralgias, dolor en las extremidades y estreñimiento. Los efectos adversos graves, incluyendo neoplasias o infecciones graves, no presentaron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos.
Este estudio tampoco fue diseñado para comparar el índice de facturas; sin embargo, las fracturas se notificaron como un efecto adverso en 8 pacientes del grupo con DMAB (3,2%) y 4 pacientes con ALN (1,6%).9
CONCLUSIONES.
Denosumab es un nuevo tratamiento perteneciente al novedoso grupo de las terapias biológicas y está indicado en el manejo de la Osteoporosis postmenopáusica, que constituye el primer anticuerpo monoclonal totalmente humano que actúa bloqueando de manera reversible y extraordinariamente rápida el RANK-L.
Ha sido probado en ECAs vs placebo, durante tres años con extensión recientemente presentada a cinco años demostrando en ese tiempo:
haber sido bien tolerado con un perfil de efectos adversos escasos y estables durante la extensión hasta el quinto año de forma similar a lo sucedido en los tres primeros 2,3,5,6
en el estudio FREEDOM demostró mantener la reducción del turnover óseo, aumentando considerablemente la DMO año tras año,
con una significativamente baja incidencia de nuevas fracturas vertebrales y no vertebrales. Idéntico resultado al reducir la incidencia de nuevas fracturas de cadera ya en el tercer año.
En los ECAs (fase II) a seis y ocho años ha demostrado un continuo incremento de DMO perfectamente homogéneo año a año y en todas las localizaciones (columna lumbar y cadera).
Además se ha mostrado significativamente más activo que ALN en dos diferentes ECs en el aumento de la DMO en muy diferentes localizaciones.
Su elevada especificidad por el RANK-L lo hace especialmente seguro y bien tolerado; no se ha descrito la formación de anticuerpos neutralizantes anti-DMAB hasta este momento. No ha mostrado influencia ninguna en la aparición de fracturas atípicas de fémur de localización sub-trocantérea ni incrementado el riesgo relativo de osteonecrosis mandibular.
BIBLIOGRAFÍA.
1.- Ficha técnica Prolia® (denosumab). Laboratorios Amgen SA. ec.europa.eu/health/documents/community…/anx_79008_es.pdf
2.- Neyro JL, Blanco S: Denosumab, resultados de las fases II y III en osteoporosis postmenopáusicas. Actas oficiales del Encuentro Nacional de Salud de la Mujer SAMEM 2009, Instituto Palacios. Madrid, febrero 2009.
3.- Neyro JL, Cano A, Palacios S: Regulación del metabolismo óseo a través del sistema RANK-RANKL-OPG: perfil de acción de Denosumab en el tratamiento de la osteoporosis (en prensa)
6.- Papapoulos S, Bone HG, Brandi ML et al. Five Years of Denosumab exposure in women with postmenopausal Osteoporosis: results from the first two years of the FREEDOM extension study. ASBMR 2010 Annual Meeting. October 15–19, 2010. Toronto, Ontario, Canada.
8.- Brown JP, Prince RL, Deal C, et al. Comparison of the effect of denosumab and alendronate on BMD and biochemical markers of bone turnover in postmenopausal women with low bone mass: a randomized, blinded, phase 3 trial. J Bone Miner Res. 2009; 24:153-161. Disponible en: http://delivery.sheridan.com/downloads/mobile/JBMR_152185_CP.exe.
9.- Kendler DL, Roux C, Benhamou CL, et al. Effects of denosumab on bone mineral density and bone turnover in postmenopausal women transitioning from alendronate therapy. J Bone Miner Res. 2010;25:72-81.Disponible en: http://delivery.sheridan.com/downloads/mobile/JBMR_162485_CP.exe.
Figura 1. Resumen de los resultados del estudio FREEDOM; se aprecia reducción (siempre significativa) a tres años del RR de fracturas vertebrales (-68%), no vertebrales (-20%) y de cadera (-40%). Igualmente, en el lado derecho se muestran las incidencias comparadas de las fracturas de esas localizaciones, respecto de lo ocurrido en el grupo de placebo.
Figura 2. Diseño del estudio de extensión de FREEDOM durante diez años, abarcando hasta los años cuatro y cinco con los resultados que se muestran en el texto, con diseño internacional, prospectivo, abierto con brazo terapéutico sin comparación para la extensión. Por razones éticas, el grupo placebo, una vez confirmados sus peores resultados hasta el año tres, fue reasignado a DMAB, al objeto de que toda la población del estudio pudiera beneficiarse de su empleo continuado (modif. de la cita 6)
Figura 3. Cambios en la DMO a los 12 meses respecto a los valores basales, comparando DMAB vs ALN de forma aleatorizada en el estudio DECIDE (modif.. de la cita 8). En todas las localizaciones estudiadas, DMAB se mostró significativamente superior a ALN.
Figura 4. Cambios en la DMO a los 12 meses respecto a los valores basales, tanto en la cadera total (objetivo primario) como en la columna lumbar (objetivo secundario), cuando se comparó el empleo de DMAB vs ALN en el estudio STAND (modif.. de la cita 9).
Hoy de lo que estamos hablando es de la actitud en biología de los cánceres, qué se relacionan diferentes hechos para tratar de llegar al descubrimiento de cuáles son aquellas circunstancias que predisponen a determinadas enfermedades. qué es un poco gordita, que tiene mucha grasa extra
y que tuvo su primer hijo relativamente tarde y que tiene son familiares en primer grado de consanguinidad,su madre,su hermana,con un cáncer de mama.
Pero esto son sólo factores de riesgo en realidad nosotros sabemos que el cáncer de mama se relaciona con un nivel interno relativamente elevado de hormonas sexuales femeninas de estrógenos.
Es decir, el cáncer de mama en general es un cáncer se da más en aquellas mujeres que tienen un nivel más elevado de hormonas y desde ese punto de vista las mujeres gorditas en general que tienen más grasa y aquellas mujeres que han tenido su primera regla muy temprano y su última regla muy tarde son las candidatas ideales a tener cáncer de mama.
En en teoría a partir de los 50 se recomienda hacerse una mamografía , no hay ningún método mejor para diagnosticar el cáncer de mama.
·Menarquia, número de hijos y factores como la obesidad juegan un papel determinante en el inicio de la menopausia
· Un 39% de la población menopáusica no ha recibido ninguna información sobre terapias y tratamientos para los síntomas
A pesar de que la menopausia (término griego que significa cese mensual) se define como la desaparición permanente de la menstruación que experimenta la mujer alrededor de los 48 años, una de cada cuatro españolas continúa padeciendo sofocos más allá de los 60. Si bien durante los tres primeros años de menopausia un 80% de mujeres padecen estos sofocos, el análisis a 10 años muestra una reducción de los mismos en 38 puntos (42% de las mujeres menopáusicas), es decir, hay una disminución de estos síntomas a medida que se prolonga esta etapa de la mujer.
Con el objetivo de analizar la sintomatología general de este proceso y qué preferencias de tratamientos tienen las españolas, 3.022 mujeres menopausicas de todo el territorio nacional con una media de 56,7 años han participado en MUMENESP (Mujer Menopáusica de España), el primer estudio de estas características realizado en nuestro país con el apoyo de Faes Farma y cuyos resultados han sido presentados hoy en Madrid por la Directora Nacional del Estudio MUMENESP y Presidenta de la Secció de Menopausa de la Societat Catalana d’Obstetricia i Ginecología, Dra Mª Jesús Cornellana, cuya Sección diseñó y promovió el citado Estudio y el Dr Santiago Palacios, Presidente del Comité de Expertos de MUMENESP y Director del Instituto Palacios, Salud y Medicina de la Mujer.
El estudio, en el que han participado 162 investigadores (ginecólogos) en 15 comunidades autónomas (la coordinación general del País Vasco, correspondió al ginecólogo bilbaíno, Dr José Luis Neyro Bilbao, que dirigió un equipo de hasta 13 ginecólogos colaboradores, entre todos los cuales, completaron un 11.40% del total de las encuestas epidemiológicas realizadas a nivel estatal), se ha centrado en cuatro aspectos clave de la salud de la mujer: epidemiología, sintomatología, osteoporosis y sexualidad. Esta primera exposición de resultados epidemiológicos y sociológicos servirá de base a conclusiones científicas posteriores que serán publicadas en revistas científicas a nivel internacional, y presentadas durante el próximo congreso de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que se celebrará en Málaga del 1 al 4 de Junio de 2010.
Seguir leyendo Una de cada cuatro españolas continúa teniendo sofocos más allá de los 60 años, según resultados del estudio MUMENESP→