Cabrían muchas razones para explicarlo, pero ninguna de todas ellas sería ni suficiente ni lo ¡zanjaría como satisfactorio. Tenemos un déficit en este blog (solo uno?) y es que le hemos dedicado poco espacio a los abortos naturales…, si puede ser «natural» la pérdida de un embarazo… No nos referimos a los problemas derivados de los abortos voluntarios o de las dificultades para que sean realizados en las mejores condiciones en nuestra sanidad (ver en https://www.neyro.com/2020/01/22/sobre-las-tecnicas-de-finalizacion-temprana-del-embarazo/), sino a los que se producen en contra de la voluntad de la gestante.
Uno de los temas más seleccionados por el público lector en este blog desde hace ya varios años, ha sido sin duda el del manejo del tiroides durante la gestación (ver en https://www.neyro.com/2012/07/13/la-importancia-del-control-del-hipotiroidismo-en-el-embarazo/ ). No es extraño pues estamos volcados en hacer prevención (si se puede, siempre primaria) de cualquier asunto que interfiera o altere la salud de la mujer.
Fue precisamente hace más de diez años y medio, cuando en marzo de 2010 nos ocupábamos por primera vez en este web de los resultados de lo que entonces era todavía un nuevo medicamento que se proponía como magnífico en el manejo del tratamiento de la osteoporosis, verdadero azote de la población (no solo femenina) y no solo mayor de sesenta años. Está a disposición del lector en https://www.neyro.com/2010/03/05/denosumab-resultados-de-las-fases-ii-y-iii-en-osteoporosis-postmenopausicas/
Indudablemente, esa es una gran pregunta que seguramente necesitaría para ser adecuadamente contestada y con autoridad científica (no me refiero solo a mensajes políticos de «vecina de cabecera» como los que nuestras (respetadas) autoridades sanitarias nos largan en sus «homilías» que confunden con verdaderas ruedas de prensa), necesitaríamos al menos de un largo, grande, extenso, multinacional y prospectivo ensayo clínico que esas mismas autoridades sanitarias ni han iniciado, ni han financiado y ni tan siquiera han estimulado…, ocupados como están en sus luchas intestinas…
La memoria, solemos decir, es selectiva y nos permite (menos mal¡¡¡) recordar mejor solo aquello que nos mejora, que nos favorece, que nos beneficia… Y sin embargo, algunos neurólogos, incluso algunos psiquiatras nos recuerdan que gran parte de los recuerdos de nuestra infancia son sino inventados, al menos transferidos desde las historias que otros nos cuentan sobre cómo nos pasaron.
Hace ya un tiempo este web se ocupó de anunciar una de las actividades más queridas por su responsable de contenidos, que no es otro que José Luis Neyro, médico ginecólogo con una vocación volcada en la formación continuada de colegas de todo el mundo. Entonces presentábamos el Máster Internacional Universitario de Climaterio y Menopausia, avalado ya hoy por dos universidades, una en España (la Universidad a distancia de Madrid, UDIMA) y aún una más en México, como es la Universidad Veracruzana. Puede accederse a esa noticia en el enlace https://www.neyro.com/2009/03/16/master-en-climaterio-y-menopausia/