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¿Apoya la epidemiología más científica la idea de que el alcohol causa el cáncer?

Podría parecer evidente que el consumo de alcohol durante la gestación puede conllevar daños irreversibles en el feto en gestación que afectarán toda su vida futura. Sin embrago, destaca José Luis Neyro, no es baladí recordarlo cada día. Hace un tiempo nos ocupamos de señalarlo con detalles en http://www.neyro.com/2015/05/01/consumir-alcohol-durante-la-gestacion-provoca-secuelas-irreversibles-en-los-ninos/
Una de las mayores investigadoras que se han ocupado desde nuestras antípodas en demostrar la íntima relación del etanol con el cáner es la Dra. Connor. Ella señala que la intensidad de la relación del alcohol como una causa de cáncer varía según la región corporal. La evidencia es «muy sólida» para el cáncer de la boca, faringe y el esófago (riesgo relativo: ~4-7 para ≥ 50 g/día de alcohol, en comparación con ninguna bebida) pero lo es menos para el cáncer colorrectal y el cáncer de hígado y de mama (riesgo relativo: ~1,5 para ≥ 50 g/día).

«Para los tumores malignos de boca, faringe, laringe y esófago, hay una interacción bien reconocida del alcohol con el tabaquismo, lo que da lugar a un efecto multiplicador sobre el riesgo», añade la Dra. Connor. Uno de sus trabajos más exitosos en este sentido está publicado recientemente en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27306121

Los mecanismos fisiopatológicos que dan plausibilidad a estas afirmaciones se exponen con detalle en la siguiente figura extraída de otro manuscrito científico publicado en Nature reviews.

Otros tipos de tumores malignos también probablemente son causados por el alcohol. La Dra. Connor señala que se está «acumulando investigación» que respalda una contribución causal del alcohol al cáncer de páncreas, próstata y piel (melanoma). Afirma que los mecanismos exactos de cómo el alcohol, sea solo o en combinación con el tabaquismo, produce cáncer «no se comprenden del todo», aunque hay cierta «evidencia biológica» de apoyo.

Una experta británica externó una opinión sobre la carcinogenicidad del alcohol. En una declaración sobre el nuevo análisis, la profesora Dorothy Bennett, directora del Instituto de Investigación de Ciencias Moleculares y Clínicas en la Universidad St. George de Londres, decía: «El alcohol entra en las células con mucha facilidad y luego es convertido en acetaldehído, lo cual puede dañar al ADN y es un carcinógeno documentado».

En el nuevo análisis, la Dra. Connor describe varias características de la causalidad que se han identificado en estudios epidemiológicos sobre el alcohol y estos siete tipos de cáncer, como la relación dosis-respuesta y el hecho de que el riesgo para algunos de estos tipos de cáncer (esofágico, de cabeza y cuello y del hígado) se atenúa cuando cesa el consumo de alcohol.

Señala que las estimaciones actuales indican que los tipos de cáncer atribuibles al alcohol en las siete zonas afectadas por cáncer pueden constituir 5,8% de todas las muertes por cáncer en todo el mundo.

La industria del alcohol tiene mucho en juego, lo cual, a su vez, conduce a «información errónea» que desvirtúa los hallazgos de la investigación y contradice los mensajes de salud pública basados en evidencia». Un ejemplo reciente proviene de Nueva Zelanda, donde los medios nacionales dieron cobertura a un simposio sobre alcohol y cáncer. Un artículo de opinión de un científico financiado por la industria, publicado en el diario de la capital, impugnaba la evidencia comunicada en el congreso. El ensayo se titulaba: «Decir que el consumo moderado de alcohol produce cáncer es incorrecto».

El ensayo incluía la declaración: «Si bien el consumo crónico y excesivo de alcohol conlleva una amplia gama de problemas de salud como cáncer, atribuir el cáncer a la bebida moderada en circunstancias sociales es simplemente incorrecto y no está respaldado por la literatura científica».

Sin embargo, no hay un nivel seguro de bebida por lo que respecta al cáncer, dice la Dra. Connor, citando investigación sobre las concentraciones bajas a moderadas de alcohol. Esta fue también la conclusión del Informe Mundial de Cáncer 2014, emitido por la IARC de la Organización Mundial de la Salud. La promoción de los beneficios para la salud que conlleva el consumo de cantidades moderadas de bebidas alcohólicas «se ve cada vez más como falaz o irrelevante en comparación con el incremento del riesgo de una serie de tipos de cáncer», escribe la Dra. Connor; se necesitan campañas de salud pública «con mensajes claros» para correr la voz en torno a la carcinogenicidad del alcohol.

«Creo que el Reino Unido está dirigiendo el camino. El consumo de alcohol como un problema de salud pública ha tenido una gran exposición en el Reino Unido durante varios años», dijo la Dra. Connor, quien proporcionó enlaces a dos campañas de concientización, la Balance Campaign o Campaña para el equilibrio).

Antes este año, el Reino Unido emitió muevas directrices (que el lector interesado puede encontrar en ‘Statement on consumption of alcoholic beverages and risk of cancer’, Committee on Carcinogenicity of Chemicals in Food, Consumer Products and the Environment (COC)), sobre el consumo de alcohol, recomendando que los hombres no beban más que las mujeres y advirtiendo que cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de que se presenten diversos tipos de cáncer.

Las organizaciones en Nueva Zelanda también están implementando acciones. La New Zealand Medical Association, la Cancer Society of New Zealand y la National Heart Foundation han adoptado declaraciones de postura basadas en evidencia que «desacreditan» los beneficios cardiovasculares como una motivación para beber y que resaltan los riesgos de cáncer, dijo la Dra. Connor.

En el caso de las mujeres, parece ocioso volver a recordarlo, existe un periodo de sus vidas en el que es extremadamente importante no probarlo siquiera y este es el embarazo; recuérdese que el síndrome alcohólico fetal no es dosis dependiente por debajo de una ingesta diaria a todas luces «tolerable socialmente» (según contamos en http://www.neyro.com/2015/05/04/el-sindrome-alcoholico-fetal-es-un-problema-bastante-frecuente-y-poco-reconocido/)

Fuentes:

¿Puede regularse la gestación subrogada cual si fuera un trasplante de órganos?

Son las cuestiones relativas a la ultimidad, el final de la vida y el origen y comienzo de la misma, las que más nos cuestionan en la toma de decisiones bioéticas a lo largo del ejercicio profesional de la medicina, sin duda alguna. Nos ocupamos de esta reflexión hace ya algún tiempo en http://www.neyro.com/2007/12/17/se-nos-exije-adoptar-decisiones-eticas-que-no-tenemos-claras/. No siempre lo tenemos todo claro, pero deberemos reconocer que el desarrollo terrible que la reproducción asistida ha tenido en estos últimos treinta años, ha empujado más que cien años de reflexión aislada en la consecución de nuevas decisiones hasta hace poco ni siquiera imaginadas.
Hoy tenemos delante de nostros sin decidir todavía,  si el acceso al conocimiento de nuestro propio origen biológico es un derecho inalienable o debiera tener ciertas limitaciones en algunos casos como desarrollamos hace unos meses en este mismo blog (disponible en el enlace siguiente http://www.neyro.com/2013/06/09/podemos-crear-el-derecho-a-conocer-nuestro-verdadero-origen-biologico/)
Entre tanto, los acontecimientos del devenir de nuestra historia va retardando la maternidad (ya lo contamos aquí mismo en http://www.neyro.com/2017/01/25/es-la-maternidad-tardia-un-problema-para-la-mujer-o-para-la-sociedad-2/ ) y al tiempo y por idénticas razones, continua creciendo la edad media de las pacientes que en todo el mundo recurren a la reproducción asistida (puede leerse sobre el asunto en http://www.neyro.com/2015/01/26/aumenta-la-edad-media-de-las-pacientes-en-la-reproduccion-asistida/).
Nuevas técnicas se van incorporando a nuestra arsenal terapéutico para conseguir embarazos que hace pocos años hubieran resultado imposibles (en este sentido puede leerse en http://www.neyro.com/2016/04/13/donacion-de-ovocitos-como-solucion-para-un-tercio-de-las-parejas-con-infertilidad/) y entre ellas la subrogación materna es la única alternativa válida a la adopción o a la resignación en determinados casos en los que la mujer no puede gestar por diferentes razones. Se trata de que otra mujer «porte» el embarazo de una determinada pareja y al finalizar la gestación «entregue» el nacido vivo a sus padres biológicos.
En relación con los problemas que esta técnica plantea desde el punto de vista jurídico (y bioético) el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, considera extrapolable el modelo de donación de órganos existente en España a la gestación subrogada, aunque cree que sería aplicable a un pequeño porcentaje de las personas interesadas. El responsable de la ONT ha admitido «la complejidad» de regular la gestación mediante este proceso y, aunque ha reconocido similitudes con el modelo de donación de órganos, ha asegurado «haber pensado mucho en ello» y «no tener las ideas claras».
Ninguno de los especialistas en bioética consultados, señala el Dr. Neyro, Magíster en Bioética por diferentes universidades españolas, lo tiene definitivamente claro. Así, el Comité de Bioética de España, un órgano colegiado, independiente y de carácter consultivo encargado de analizar las materias con implicaciones éticas y sociales de la Biomedicina y Ciencias de la Salud, lleva preparando aproximadamente tres meses un documento –aún en fase muy preliminar– sobre la cuestión de la gestación subrogada, según explica la presidente de este organismo, Teresa López.

«El tema de la gestación subrogada y los trasplantes tiene similitudes y utilizar la misma filosofía que la donación en vivo si podría servir para determinados casos de gestación subrogada», ha explicado Matesanz. En este sentido, José Luis Neyro recuerda que el modelo de la ONT está basado en valores intrínsecamente benéficos, como la solidaridad, el altruismo y la inexistencia de coacciones para el donante; «por esto es un referente internacional mucho más allá de sociologías diversas» señala el ginecólogo. «En la medida en que se dieran esas posibilidades sería perfectamente aplicable y una solución para un porcentaje de casos relativamente pequeño», ha indicado Rafael Matesanz (que ya anunciado que deja su puesto en breve, por jubilación).

En su opinión, estos casos quedarían reducidos prácticamente al ámbito de un familiar que, de manera desinteresada, quiera acceder a ello. Matesanz cree que el caso de la donación de hígado en vivo es el que podría presentar más parecido con el de la gestación subrogada porque supone «donar un fragmento del órgano que luego se regenera».

Ha recordado que en para el trasplante de riñón se contempla también la posibilidad de un donante altruista, pero en ese caso donante y receptor no se conocen. «Ese es el mecanismo del buen samaritano, una persona que está dispuesta a donar un riñón a quien más lo pueda necesitar, para ello acuden a un hospital o a la ONT donde se realizan todos los trámites y se les adscribe un receptor al que no llegan a conocer nunca», ha indicado.

La posibilidad que siempre hemos contemplado los que desde hace tiempo nos dedicamos a la reproducción asistida (ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/ ), señala JL Neyro, es emplear un familiar directo, cercano, como gestante subrogada y altruista. Por ello, Matesanz opina que también podría tener «similitudes» con la gestación subrogada: «si existiese una persona que quisiese hacer eso tendría que estudiarse y se adscribiría a quien estuviese en lista de espera».
Los expertos han insistido en la característica que marca el sistema de la ONT basado en el altruismo y ha recordado que en algunos países está permitida la compensación económica por la donación de órganos al igual que ocurre con la gestación subrogada. En opinión de JL Neyro, podría argumentarse desde el punto de vista bioético, con las mismas razones que se «compensa» la donación de semen o de ovocitos, en las que no paga el producto sino que se compensa al/la donante por las molestias ocasionadas por su participación en estos procesos.

De todas maneras, el asunto resulta complejo en el momento desde que «se abre la espita de la compensación» y se recuerda que expertos en bioética «lo consideran claramente un caso de pendiente deslizante en el que se acaba en la comercialización (de órganos), en una compraventa». «No podemos tolerar que eso suceda en nuestro país, ejemplo mundial de altruismo y solidaridad cien veces comprobada en el tema del trasplante de órganos», destaca fiablemente José Luis Neyro.

La ideología política de los médicos influye en las terapias que prescriben a sus pacientes

El punto de vista político de un médico afecta a la atención que da a sus pacientes, según un estudio publicado en la revista PNAS, y que está disponible para el lector interesado en la cita Eitan D. Hersh and Matthew Goldenberg. “Democratic and Republican physicians provide different care on politicized health issues”. PNAS de 3 de octubre de 2016 (Proceedings of the National Academy os Sciences of the United States of America).
Los investigadores de la Universidad de Yale (USA) han confirmado que en el tratamiento de ciertos problemas de salud relacionados con la orientación sexual, aborto, uso de marihuana y armas de fuego, los médicos se ven influenciados por sus creencias previas; es esto lícito o deseable?, se pregunta nuestro ginecólogo de cabecera el Dr. José Luis Neyro.

De hecho, ni siquiera es la primera vez que se estudia el papel de la opinión política en otros dominios, como en el gasto de los consumidores, la elección de pareja o la contratación de empleados. Ahora, para determinar cómo influye la ideología de los médicos en los procedimientos que aplican, un equipo de científicos, con el politólogo Eitan Hersh y el psiquiatra Matthew Goldenberg a la cabeza, vincularon los registros de más de 20.000 médicos de atención primaria en Estados Unidos con su afiliación a un partido político y encuestaron a una muestra de más de 200 facultativos.
Eb la gráfica siguiente en azul los demócratas, en rojo los republicanos en USA agrupados por sus especialidades respectivas.
 

Los encuestados evaluaron a los pacientes en una serie de escenarios, algunos de los cuales guardaban relación con cuestiones políticamente sensibles. “Nuestra motivación era explorar si las visiones políticas de los médicos afectaban a su juicio profesional en estos temas”, explica Eitan Hersh.

“En cuestiones politizadas, los médicos de diferentes partidos políticos perciben los problemas de manera distinta y recomiendan tratamientos diferentes”, añade el experto. Sin embargo, esto no ocurre para cuestiones menos politizadas, como el abuso de alcohol y la depresión.

Según los resultados publicados en http://www.pnas.org/content/113/42/11811.abstract, los republicanos son más propensos que los demócratas a cuestionarse los riesgos sanitarios y legales de la marihuana e instar a los pacientes a reducir su consumo. Además, también son más proclives que los demócratas a discutir los aspectos relacionados con la salud mental en el aborto y a animar a las pacientes a no practicar interrupciones voluntarias del embarazo en el futuro.

Por su parte, los demócratas tienden a desaconsejar la tenencia de armas de fuego en el hogar, mientras que los republicanos son más propensos a preguntar sobre el almacenamiento seguro de las armas.

«Del mismo modo que los pacientes escogen a los médicos de un determinado género porque se sienten más cómodos, es posible que quieran hacer una elección similar basada en las ideas políticas de su médico», subraya Hersh.

Los autores esperan que su trabajo abra la puerta a futuras investigaciones sobre el tema. “Nuestro estudio es solo un primer paso”, concluye el investigador de Yale. Acaso este tipo de investigaciones no sean extrapolables a lo acontecido en Europa y aún menos a España, señala JL Neyro, toda vez que la filiación política de los facultativos españoles ni es tan notoria ni ha sido nunca investigada en relación con lo que se prescribe o decide en consulta….; pero, señala finalmente nuestro experto, habrá que estar atentos.

Cuando una dieta saludable mejora la fertilidad masculina.

De forma reiterada nos hemos venido ocupando en este web de temas relacionados con la salud y la dieta. Inclsuo con recomendaciones acerca de lo conveniente de seguir una determinada dieta durante la juventud para no tener problemas durante la edad adulta en relación con el cáncer de mama incluso (según expusimos en http://www.neyro.com/2016/04/07/consumir-mucha-fibra-en-la-dieta-de-la-juventud-puede-disminuir-el-riesgo-futuro-de-cancer-de-mama/).
De hecho, en realidad, podemos afirmar que «somos lo que comemos» y más en salud cardiovascular (para más información puede leerse en http://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/) Pues bien, así las cosas, ahora sabemos que un consumo excesivo de carnes rojas y procesadas, dulces y bebidas edulcoradas y la ingesta de alcohol y cafeína se asocian con disminución de la calidad espermática.

 Y es que llevar una dieta saludable mejora la calidad espermática y la fecundabilidad de la pareja, tal y como ha mostrado un trabajo realizado por investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y del Institut d’Investigació Sanitària Pere i Virgili (IISPV), que forman parte del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), dependiente del Instituto de Salud Carlos III.

En concreto, según el trabajo, publicado en «Human Reproduction Update» en marzo de 2017 (y que el lector interesado puede descolgarse en https://academic.oup.com/humupd/article-abstract/doi/10.1093/humupd/dmx006/3065333/Dietary-patterns-foods-and-nutrients-in-male?redirectedFrom=fulltext), una dieta saludable rica en algunos nutrientes como, por ejemplo, los ácidos grasos omega-3, algunos antioxidantes (vitamina E, vitamina C, caroteno, selenio, zinc, criptoxantina y licopeno) y otras vitaminas (vitamina D y folato), y un bajo consumo de ácidos grasos saturados y ácidos grasos trans, se asocian a una mejoría de la calidad espermática.

Además, el pescado y marisco, el pollo, los cereales, las verduras y la fruta, o lácteos bajos en grasas, también se asocian a una mejor calidad del semen y/o actividad espermática. Por el contrario, un consumo excesivo de carnes rojas y procesadas, alimentos ricos en soja, dulces y bebidas edulcoradas, ciertos lácteos enteros, y la ingesta de alcohol y cafeína se asocian, en algunos estudios con una disminución de la calidad espermática.

En referencia a la fecundabilidad, en el trabajo un elevado consumo de alcohol, cafeína y carnes rojas y procesadas en hombres se ha relacionado negativamente con las probabilidades de embarazo y las tasas de fertilización de las parejas. Los autores del manuscrito (firmado en primer lugar por Albert Salas-Huetos) concluyen que una adecuada adherencia del varón a una dieta sana podría mejorar los índices de calidad y la fecundidad de semen. Dado que los estudios observacionales pueden probar las asociaciones, pero no la causalidad, las asociaciones que se resumen en la presente revisión deben ser confirmados con grandes estudios de cohorte prospectivo y sobre todo con los ECA (ensayos clínicos aleatorizados) bien diseñados.

«Este trabajo ha servido para proporcionar una visión global de la investigación de calidad existente que relaciona la dieta, así como el consumo de diferentes alimentos y nutrientes, con la fertilidad masculina y la fecundabilidad para que, en un futuro, se puedan realizar recomendaciones dietéticas seguras y efectivas», han zanjado los expertos.

El instinto maternal como un mito ancestral que se desmorona.

De siempre se ha dicho que al mismo tiempo que el útero para gestar la naturaleza había provisto a la mujer de instinto maternal para asegurar la prole y conseguir perpetuar la especia. En unos tiempos en los que la tasa de natalidad cae de manera escandalosa y peligrosa en el mundo occidental (tal y como contamos en http://www.neyro.com/2014/03/26/la-tasa-de-natalidad-en-espana-se-situa-a-la-cola-de-la-union-europea/), ahora se pone en entredicho incluso la existencia del propio instinto maternal.
De hecho, la ginecóloga del Hospital Quirónsalud  Dra. Oteo, ha avisado de que el instinto de la maternidad no es inmediato y que hay que trabajárselo día a día; sería por lo tanto, en palabras del Dr. Neyro, más cultural que propiamente genético y se formaría en función del trabajo de cada mujer antes o durante su embarazo.
Se trata de averiguar la razón por la que en este mundo que nos ha tocado vivir, continua el responsable de contenidos de www.neyro.com, José Luis Neyro, porqué nos preparamos para hacer deporte, para conseguir un determinado título universitario o una precisa profesión…., pero por lo general no nos preparamos para ser padres, para ser madre en nuestro ámbito de actuación (ya lo contamos en http://www.neyro.com/2015/08/24/nos-preparamos-para-casi-todo-menos-para-la-maternidad/ ).
En este sentido, la experta ha recordado que durante la gestación, como tras el parto, la mujer experimenta cambios físicos y emocionales importantes, muchos de ellos en relación con los diferente cambios hormonales que sufre la gestante, por lo que ha subrayado la importancia de que aprendan a descansar y realicen ejercicio.
«La depresión puerperal se da en un 10% de las mujeres, destacando que para ser madre se necesita tiempo y trabajo. La idea del instinto inmediato de la maternidad es engañosa, hay que trabajárselo día a día. En algunas mujeres también es posible que se desarrolle una psicosis posparto que, aunque es más frecuente a partir de los 15 días, también puede aparecer de forma inmediata tras el parto. Lo importante es darse cuenta y poner remedio. Lo más importante, es vivir el parto como lo que es, una experiencia maravillosa», ha recalcado.
Ese 10% de mujeres gestantes con depresión piensan cada día el daño que potencialmente podrían causar los fármacos contra su depresión a los fetos en formación, mientras la ciencia tiene cada vez más respuestas al respecto como señalamos hace pocas se manas en http://www.neyro.com/2017/02/01/embarazo-y-depresion-cuales-son-las-consecuencias-del-tratamiento-medicamentoso/.

Por su parte, el especialista en cirugía plástica, Carlos Gullón, ha aludido a los cambios físicos más frecuentes que pueden experimentar las mujeres tras el parto y las técnicas para corregirlas. Por ejemplo, después del embarazo, el parto y la lactancia se pueden producir flacidez abdominal, pérdida de volumen mamario y la caída del pecho (ptosis mamaria), secuelas obesidad por ganancias y pérdidas de peso, así como secuelas en la zona urogenital.

Todo puede ayudar en la recuperación postparto y el experto señala que «estos procesos conducen a la pérdida de la silueta femenina, pero existen soluciones quirúrgicas para este tipo de problemas que ayudan a recuperar la figura, devolviendo a la mujer su aspecto previo al embarazo, o incluso mejorarlo», ha argumentado el especialista.

Ante estos problemas, las cirugías estéticas más habituales para tratar las secuelas del embarazo son la abdominoplastia, la remodelación corporal, liposucción-lipoescultura, lipofilling de glúteos y de mama, elevación de pecho (mastopexia), reducción de pecho, cicatrices de cesáreas, cirugía genital femenina o cirugías de la obesidad (lifting).

Finalmente, la fisioterapeuta y especialista en suelo pélvico, Isabel Díaz, ha recordado que el suelo pélvico no es sólo un músculo, sino que también incluye «fascias» que se van a sobre-dilatar durante el parto. «El principal factor de riesgo del suelo pélvico es el parto, especialmente un parto muy largo o en el que se utilice instrumental con poca pericia. La buena noticia es que el suelo pélvico se puede rehabilitar», ha señalado la experta.
Por ello, ha aconsejado en la semana 25 de gestación proceder a la evaluación del suelo pélvico y el abdomen, para en la semana 33 o 34 evaluar la flexibilidad del suelo pélvico y controlar la musculatura abdominal, y, ya tras el parto, proceder a una nueva evaluación del suelo pélvico a las 5 o 6 semanas.
Los cursos de preparación maternal al cargo de las matronas bien formadas y con la adecuada titulación (a no confundir con las llamadas doulas…; ver en http://www.neyro.com/2015/03/09/las-doulas-carecen-de-cualquier-capacitacion-cientifica/) son fundamentales para ayudar a cada gestante a recanalizar la posible ausencia de ese instinto que ahora se debate y que tanto puede ayudar en la crianza del recién nacido y en la recuperación de la mamá, señala JL Neyro.