Podría llegar a pensarse que como ginecólogo dedicado hace más de 40 años a la salud de la mujer planteo una posición litigante frente o contra a la cesárea como forma de parir y no es cierto en absoluto. A través de las redes sociales, hace unos días, una colega valenciana pero de talla mundial en áreas como la reproducción asistida, mi buena amiga la Dra. Juana Crespo me recordaba que «estamos retrasando la edad del primer hijo y estamos cambiando la biología y quizá también debemos cambiar la medicina?», se terminaba preguntando…, todo ello en relación a una noticia mía que tenía que ver con el asunto tan debatido del incremento en la tasa de cesáreas en todo el mundo.
Efectivamente, a estas alturas de la película (de terror seguramente si hubiera que elegir un género para encuadrarla…), hasta nuestras (respetadas) autoridades sanitarias han terminado por asumir que las mujeres embarazadas son un grupo de especial vulnerabilidad para sufrir CoVID19 y precisan especial protección por sus características inmunitarias de depresión parcial de su actividad. Lo indicamos hace ya tiempo en https://www.neyro.com/2020/06/07/tratamiento-de-las-complicaciones-de-covid19-durante-el-embarazo/, cuando señalábamos (hace más de un año largo) las complicaciones que las gestantes desarrollaban en este ámbito de enfermedad.
Revisando lo publicado hasta ahora en este blog dedicado a salud de la mujer en todos sus aspectos y siendo el tema del día uno de los que más complicaciones ocasionan durante el embarazo de mujeres muchas veces sanas por lo demás, resulta como mínimo curioso y notable que le hayamos dedicado tan poco espacio a lo largo de estas más de dos décadas de existencia. Apenas recientemente (en febrero de 2021) nos preguntábamos si realmente el empleo de la vieja Aspirina resulta al fiinal fundamnental en el manejo clínico de los tratsornos hipertensivos de la gestación (y puede seguirse en el enlace siguiente https://www.neyro.com/2021/02/04/sirve-realmente-la-aspirina-para-evitar-los-trastornos-hipertensivos-de-la-gestacion/)
La especialidad médica es conocida por todo el mundo, cuando uno afirma ser «ginecólogo». Sin embargo, el nombre oficial es Obstetricia y Ginecología, que podrían parece pero no son exactamente la misma cosa. Efectivamente, la primera parte, la Obstetricia hace referencia al cuidado y tratamiento de las enfermedades derivadas del embarazo, parto y puerperio. El término «obstetricia» viene etimológicamente del verbo latino «obstare» que significa «estar delante» o «restar a la espera» que dicen otros. Hace alusión a la actitud que hay que mantener frente a un parto, que es la de observar y ayudar, sin «hacer» nada por el simple hecho de «tener que hacer». Ello nos llevaría a determinadas reflexiones en un mundo que camina con paso firme hacia la abolición del parto vaginal (ver en https://www.neyro.com/2021/07/26/parir-por-cesarea-el-primer-hijo-tiene-consecuencias-en-la-duracion-del-siguiente-embarazo/)