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Todavía hoy un 70% de los cánceres de ovario se diagnostican en fase avanzada

Esta circunstancia tan lamentable, señala el ginecólogo José Luis Neyro, aún provoca que la supervivencia global a cinco años sea inferior al 30%; es el cáncer más mortífero para la mujer de todos los ginecológicos.
Y es que todavía un 70% de los cánceres de ovario se diagnostican en fase avanzada debido a que no presentan síntomas o bien son todo s extraordinariamente inespecíficos como la distensión abdominal, determinados síntomas digestivos o pesadez de abdomen y pelvis…., muy a pesar de que los diferentes tipos de cáncer de ovario, son muy diferentes entre sí en función de su propio origen.

El cáncer de ovario representa solo el 5% de todos los tumores femeninos, es el sexto más frecuente y la quinta causa de muerte de origen oncológico en mujeres, siendo su principal problema el hecho de que no presenta síntomas para un diagnóstico rápido.

En los últimos años se han hecho determinados intentos de poner en marcha diversos métodos de screening con muy variado resultado. Recientemente se publicó un amplio ensayo realizado en una población muy numerosa que avalaba la posibilidad de que determinado grupo de pruebas diagnósticas (no complicadas ni demasiado caras por otro lado….) pudieran condicionar una reducción importante de la mortalidad por esta terrible enfermedad.

Este mismo blog recogió los avatares principales de aquel estudio en el enlace que aportamos a continuación: http://www.neyro.com/2015/12/31/nueva-esperanza-de-que-el-cribado-de-cancer-de-ovario-pudiera-reducir-un-20-la-mortalidad/

Desde 1994, la Unidad de Ginecología Oncológica del Servicio de Ginecología Vall d’Hebron, encabezada por Antonio Gil, ha realizado 4.200 cirugías oncológicas, entre cirugías primarias y recidivas, un millar de las cuales han sido cirugías primarias en pacientes con cáncer de ovario.

El centro ha llevado a cabo 142 intervenciones de cirugía profiláctica desde 2006 con anexectomía bilateral laparoscópica en pacientes portadoras de mutaciones genéticas, como el BRCA 1 y/o 2.

Continuamente se están abriendo en todo el mundo nuevas líneas de investigación que pretenden conocer más en profundidad todos los pormenores de esta afección, para la que seguimos llegando tarde todavía hoy (más datos enhttp://www.neyro.com/2014/06/09/la-lactancia-natural-y-los-anticonceptivos-orales-pueden-reducir-el-riesgo-de-cancer-de-ovario-en-mujeres-con-mutaciones-del-gen-brca/).

El Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) tiene tres líneas de actuación principales: un proyecto de diagnóstico que utiliza saliva como fuente de biomarcadores (miRNAs), un método no invasivo que pretende mejorar la detección precoz de la enfermedad. Finalmente, la tercera línea busca encontrar un perfil de marcadores de pronóstico asociado a la larga supervivencia de los pacientes, queriendo entender mejor la progresión de la enfermedad y la mejora de las terapias actuales.

«La suma de las potencialidades del Hospital Vall d’Hebron, el VHIR y el VHIO, lo sitúan al frente de la lucha para mejorar la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario y para hacer visible ante la sociedad esta enfermedad», que es silenciosa y, a la vez, mortal, según los expertos.

Y es que cada día se abren nuevas posibilidades de investigación en cáncer de ovario y, consecuentemente, nuevas posibilidades de avance en un mejor tratamiento de esta terrible enfermedad, como ya mostramos en pasado tiempo en este mismo blog (ver en http://www.neyro.com/2014/09/05/nuevos-avances-logrados-en-la-investigacion-del-cancer-de-ovario/)..

90% de los casos de fibromialgia se dan en mujeres de mediana edad

Efectivamente, Fibromialgia (FM) es una enfermedad claramente sexista pues afecta fundamentalmente a mujeres antes que a hombres y ahora se comprueba, de mediana edad mayoritariamente. Su característica principal es un dolor musculoesquelético crónico de origen desconocido, acompañado de una sensación de fatiga que afecta grandemente la calidad de vida de las personas afectas de ella.

La fibromialgia es una enfermedad tan extraña como desconocida, con causas hasta ahora ocultas, que afecta en un 4% de la población en España, lo que supone 1.600.000 personas, de las cuales el 90% son mujeres de mediana edad, aunque también hay hombres que la padecen. Nos ocupamos hace ya un tiempo de presentar sus principales características en http://www.neyro.com/2012/10/03/la-fibromialgia-desconocida-causa-de-dolor-cronico-entre-las-mujeres/.

Su detección cada vez es más frecuente y su característica principal es un dolor musculoesquelético crónico de origen desconocido, acompañado de una sensación de fatiga y otros síntomas, como la falta de aire que, ya lo decíamos, afecta mucho la calidad de vida general pues puede incluso llegar a invalidar a las personas afectas.

Según el Dr. Vicente Roqués, especialista de la Unidad del Dolor de Hospital Quirónsalud Murcia, «es prácticamente imposible detectarla en un análisis clínico o radiografía, de hecho, toda la sintomatología aparece sin que los médicos encuentren ninguna alteración orgánica que la justifique. Además se suele acompañar de trastornos del sueño y puede asociarse a un síndrome ansioso-depresivo».

No hay análisis ni pruebas objetivas que la descubran; es el dolor en determinados puntos del organismo durante un determinado tiempo el que define la enfermedad, señala el Dr. Neyro. Tampoco se ha encontrado ninguna causa concreta que la origine. Las últimas investigaciones indican que su origen es neurológico. Se trataría de una sensibilización del sistema nervioso central con respuesta dolorosa aumentada. Estos pacientes tienen una sensibilidad exagerada al dolor, ya que perciben como dolorosos estímulos que cualquier otro individuo apreciaría como normales.

Algunos autores han señalado que la anhedonia está en la base del proceso de forma generalizada; se trataría de la incapacidad para sentir y disfrutar el placer en cualquiera de sus formas; es una auténtica incapacidad para experimentar placer, con pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros…., destacan los expertos. El Dr. Roqués explica que, «estos pacientes sufren en muchas ocasiones incomprensión y peregrinan constantemente hasta encontrar algún médico que los atienda y pueda tratar sus dolencias.

A pesar de todo ello, FM no es una enfermedad psiquiátrica en la que el problema esté en la mente del que la padece, si no que es una patología reconocida desde 1987 como enfermedad física real y causa mayor de incapacidad. Cada vez son más los casos en los que la Seguridad Social reconoce la incapacidad absoluta de muchas de las personas afectas por FM, recuerda JL Neyro.

Aunque la fibromialgia es una enfermedad sin peligro para la vida, resulta muy limitante para el paciente y no existe actualmente tratamiento curativo. No obstante, pueden abordarse muchos de sus síntomas, lo que permite al paciente una vida casi normal. Para su tratamiento es necesario el trabajo conjunto de varios especialistas (habitualmente el internista, el reumatólogo, acaso el rehabilitador, quizás el ginecólogo por las especiales circunstancias de FM durante la menopausia; ver en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21966859) y un procedimiento individualizado de cada caso.

Las terapias suelen incluir moduladores de la sensación de dolor como la Pregabalina (análogo del ácido gamma-aminobutírico (GABA), entre otros; el Dr. Roqués, destaca que, «una de las técnicas que aplicamos en la actualidad es la infusión intravenosa de anestésicos de manera ambulatoria, que han demostrado ser efectivos para mejorar los síntomas de un elevado número de pacientes». Por tanto, aconseja ponerse en manos de especialistas del dolor crónico.

Menopausia y riesgo cardiovascular: ¿de verdad son inseparables?

Fue en una pequeña localidad del estado de Massachusetts llamada Framingham cuando en el año 1948 se empezó a estudiar la patología cardiovascular de forma prospectiva con seguimiento de un montón de sus habitantes (más de 5000), hasta su muerte….,, recogiendo sus antecedentes, sus enfermedades, sus hábitos…., en un pormenorizado estudio de cohorte que aún hoy sigue dando resultados.
Desde entonces conocemos gracias a sus autores, concretamente al Dr. Winkel, la utilización del término «factor de riesgo». Incluso desde esa época se relaciona la aparición de la menopausia con el incremento, unos cinco a  ocho años después de la paología cardiaca y vascular en las mujeres…. Es evidente que son los estrógenos producidos por los ovarios los que defienden a las mujeres de estos riesgos….., pero la menopausia llega finalmente para más del 85% de todas ellas…..

Desde los comienzos del estudio citadoen 1948, el Estudio del Corazón de Framingham, bajo la dirección del Instituto Nacional Cardiaco, Pulmonar y Sanguíneo (NHLBI por sus siglas en Inglés), conocido anteriormente como el Instituto Nacional Cardiaco, ha estado orientado a identificar los factores comunes o características que contribuyen a las enfermedades cardiovasculares (ECV).  Se siguió de cerca el desarrollo de estas enfermedades por un largo periodo a traves de hasta tres generaciones de participantes.

Este estudio (paradigmático en la historia de la medicina científica) estudio comenzó en 1948, reclutando al grupo original (Original Cohort), compuesto de 5,209 hombres y mujeres de Framingham, de entre 30 y 62 años de edad y quienes no habían desarrollado síntomas de ninguna enfermedad cardiovascular o sufrido un ataque al corazón o accidente cerebrovascular.

Desde entonces, el estudio ha añadido a los hijos del primer grupo (Offspring Cohort) en 1971; al grupo multicultural Omni en 1994; a la Tercera Generación del grupo original en 2002; a un grupo de los esposos de los «offspring» en 2003 y también en 2003 se añadió un segundo grupo de Omni.

A través de los años, el cuidadoso monitoreo de todos los participantes, ha llevado a la identificación de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como a valiosa infomación sobre los efectos de estos riesgos, tales como presión arterial, niveles de cholesterol y triglicéridos, edad, sexo y rasgos psico-sociales. Todo ello ahora es conocido por el gran público, pero…., hasta ese momento no había evidencias. Nosotros nos hemos ocupado de estos temas antes en http://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/

Incluso hemos llegado a saber la influencia que factores nutricionales tiene durante el embarazo para el desarrollo de patología cardiovascular del nuevo ser tal y como contamos enhttp://www.neyro.com/2014/08/30/el-peso-al-nacimiento-y-la-lactancia-natural-repercuten-en-la-salud-cardiovascular-adulta/.

Factores de riesgo de otras condiciones fisiológicas -como demencia- también se han estudiado y se siguen estudiando. Adicionalmente se están estudiando las relaciones entre características físicas y patrones genéticos.

Ahora el Dr. Neyro y la encantadora periodista Susana Porras desde la atalaya de su programa Objetivo Bizkaia de Tele7 ponen al día los últimos conocimientos de la influencia de los estrógenos en el Riesgo de ECV; se comentan los últimos hallazgos de un interesantísimo estudio prospectivo al respecto, publicado en New England Journal of Medicine en 31.03.2016 (ver en http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1505241) y que desvela y confirma ese efecto protector de la administración temprana de la terapia hormonal de la menopausia con estrógenos .

Nuevos tiempos, nuevas terapias combinadas para manejar la menopausia

Conocemos hace tiempo que la adherencia al tratamiento es básica para obtener el máximo rendimiento de cada terapia, de cada medicación. Es la resultante de cumplimiento (que el paciente haga exactamente el tratamiento tal y como se le ha indicado) y persistencia (que el paciente lo haga durante todo el tiempo que se le había indicado que debía hacerlo).
En las enfermedades crónicas, el asunto es difícil y tenemos una larga serie de investigaciones que nos permitieron en su tiempo conocer los pormenores de todo ello (alguna puede leerse enhttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19723681), concluyendo que cuanto más sepa el paciente sobre su trastorno, más y mejor se adhiere a su terapia.
Es más, hace ya unos años demostramos (ver en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21926927) con un estudio de investigación prospectivo y multicéntrico que los pacientes que más se adherían al tratamiento en la osteoporosis eran los que obtenían mejores resultados de su enfermedad.
Sin embargo todo lo anterior, parece que el simple olvido de determinadas tomas condiciona severamente el cumplimiento terapéutico (como contamos en su día en este mismo blog enhttp://www.neyro.com/2015/10/16/el-olvido-es-la-principal-causa-de-abandono-de-los-tratamientos-farmacologicos-entre-los-mayores/), sobre todo entre mayores que son masivamente los pacientes afectos de patologías crónicas.
Una de las enfermedades más prevalentes de nuestro país, mucho más que la diabetes o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es la osteoporosis (OP). Y de todos sus tipos, la OP postmenopáusica conforma 9 de cada 10 casos de OP. No es infrecuente que coexista con los sofocos, la sudoración nocturna o el insomnio típicos de la post-menopausia….. Entonces se plantea cómo orientar el tratamiento de ambas situaciones, teniendo en cuenta la cronicidad de ambas y la muy posible necesidad de mantener las terapias…., por años.
Para ayudarnos a solucionar esta situación, acaba de comercializarse en nuestro país, por primera vez en toda Europa, un medicamento que combina los estrógenos conjugados, que sirven para el manejo del síndrome climatérico y Bazedoxifeno, un magnífico regulador del metabolismo óseo que evita las fracturas OP a nivel vertebral, entre otras localizaciones.
Se trata de un tratamiento amable, de un comprimido cada día, con muy escasos efectos secundarios (y ninguno grave….) que ya anunciamos en este mismo blog en el lejano octubre de 2014 cuando fue autorizado para la comercialización por las autoridades sanitarias USA primero, europeas después (ver en http://www.neyro.com/2014/11/06/nueva-esperanza-de-tratamiento-combinado-de-la-menopausia-mas-seguro-y-versatil/).
De este tipo de terapias combinadas versó el pasado programa de prevención y salud de la mujer que el Dr. Neyro protagoniza en el magazine Objetivo Bizkaia que dirige y presenta la periodista Susana Porras y que puede verse en el enlace siguiente: http://tele7.tv/index.php/television-a-la-carta/6026-el-ginecologo-jose-luis-neyro-en-objetivo-bizkaia-menopausia-nuevos-tratamientos-combinados

Dieta baja en grasa ayuda a las mujeres posmenopáusicas a evitar cánceres de mama mortales

Hace pocas semanas, señalábamos en este mismo blog que la ingesta continuada de fibra durante la juventud podría reducir de manera significativa el riesgo futuro de desarrollar cáncer de mama, dando un impulso fundamental a la importancia (de nuevo….) de la dieta en el devenir de nuestra salud (y lo contamos en http://www.neyro.com/2016/04/07/consumir-mucha-fibra-en-la-dieta-de-la-juventud-puede-disminuir-el-riesgo-futuro-de-cancer-de-mama/)
Ahora sabemos que las mujeres que llevaron una dieta baja en grasas durante aproximadamente ocho años redujeron el riesgo de muerte por cáncer de mama invasivo y mejoraron sus índices de supervivencia en comparación con aquellas que no habían seguido el régimen dietético, según un estudio presentado en una sesión plenaria de ensayos clínicos de la reunión anual de la American Association for Cancer Research (AACR).
Hace ya casi medio siglo, se sugirió una asociación entre la ingesta de grasas en la dieta y los resultados del cáncer de mama, pero los hallazgos de observación no han sido concluyentes. Con el fin de determinar los efectos de un patrón de dieta baja en grasas sobre el cáncer de mama, Rowan Chlebowski, del Los Angeles Biomedical Research Institute y sus colegas de la Women’s Health Initiative, en Estados Unidos, realizaron análisis adicionales de un ensayo clínico aleatorizado en el que se había seguido a 48.835 mujeres posmenopáusicas.
Ese mismo estudio de más de veinte años ya desde su inicio, arrojó resultados muy dispares y contradictorios pues si bien alertaba sobre los riesgos de cáncer de mama en las mujeres que tomaban terapia hormonal combinada (con progestágenos no empleados casi nunca en Europa), simultáneamente demostró que los estrógenos podían reducir el riesgo de cáncer de mama entre las mujeres que los usaban en exclusiva para el tratamientos de su síndrome climatérico (y lo contamos con detalle en el enlace siguiente http://www.neyro.com/2011/02/12/la-terapia-con-estrogenos-solos-te-reduce-la-incidencia-de-cancer-de-mama/). El original está a disposición de los lectores en el linkhttp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26546117.

Pero vayamos al que ahora comentamos que es mucho más reciente; las mujeres con entre 50 y 79 años de edad, no tenían cáncer de mama antes, sus mamografías eran normales y una ingesta normal de grasa. De todas ellas, se puso a 19.541 mujeres a una dieta baja en grasas con sesiones de grupo dirigidas por nutricionistas que pretendían reducir la ingesta de grasas a un 20% de energía y aumentar el consumo de frutas, verduras y granos. Las otras 29.294 mujeres en el ensayo siguieron sus patrones dietéticos habituales sin intervención dietética alguna.

Después de aproximadamente ocho años de permanencia en la dieta baja en grasa, 1.767 de las mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama. Los investigadores encontraron que la supervivencia global en el cáncer de mama desde el diagnóstico fue mayor en el grupo que siguió la dieta baja en grasa: 82 frente al 78%. «El estudio también sugiere que las mujeres tendrían que permanecer en dietas bajas en grasa para mantener los beneficios de la intervención dietética», añade el Dr. Chlebowski, encargado de presentar los resultados en la conferencia.
El estudio en cuestión había sido ya publicado apenas en diciembre de 2014 por un grupo de epidemiólogos de diferentes centros USA todos participantes en el estudio Women’s Health Iniciative, en una revista de alto factor de impacto científico como Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention y puede leerse íntegramente en el enlace que se cita a continuación http://cebp.aacrjournals.org/content/23/12/2924.long
Los investigadores también informaron de que la mayoría de las características del cáncer de mama –incluyendo el tamaño, el estado ganglionar y la distribución de mal pronóstico, cánceres triple negativo y HER2 positivos, fueron similares entre los dos grupos de mujeres, pero había menos cánceres negativos en los receptores de progesterona en el grupo de la dieta (28,4 frente a 33%). Además, se vio menos mortalidad por enfermedad cardiovascular en el grupo de la dieta.
El mensaje para nuestras pacientes podría ser doble al albur de los conocimientos acumulados ya en este campo: la dieta presente y futura es fundamental para reducir el riesgo de cáncer de mama, de acuerdo¡. Pero si al llegar la menopausia incrementa su ejercicio físico diario, esa reducción de riesgo todavía se mostrará más espectacular como ya adelantamos en el resumen que hicimos sobre el particular en http://www.neyro.com/2015/01/25/el-riesgo-de-cancer-de-mama-posmenopausico-disminuye-con-la-practica-de-ejercicio-fisico/.

Usar tempranamente la terapia hormonal posmenopáusica puede prevenir enfermedades del corazón

El título, lo reconozco desde el inicio, puede resultar espectacular, pero así son los resultados que le hubiera gustado comprobar al difunto (lamentablemente) Dr. Clarkson recientemente perdido para la ciencia y para la vida, que había vaticinado los mimos hechos desde su ámbito de la experimentación animal al final del siglo pasado.
Efectivamente, ahora, una investigación de la Keck School of Medicine de la University of Southern California (USC), en Estados Unidos, sugiere que la terapia hormonal, cuando se toma dentro de los seis primeros años desde ocurrida la menopausia, puede retrasar la progresión de la aterosclerosis subclínica, la acumulación de placa en las arterias…., que es la base fisiopatológica para que tiempo después aparezcan los eventos vasculares (accidentes cerebro vasculares, infartos de miocardio….entre otros).

Siendo los resultados espactaculres como son, el estudio se ha publicado nada menos que en «New England Journal of Medicine» el pasado 31.03.16 (se puede obtener el original en el enlace http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1505241). Según los autores, se trata del primer estudio prospectivo que examina directamente la hipótesis de que los efectos cardiovasculares de la terapia hormonal tras la menopausia varían según el momento del inicio de la terapia hormonal.

Para recopilar los datos, los científicos llevaron a cabo el ensayo de intervención temprana en comparación con estradiol tardío (Early Versus Late Intervention Trial With Estradiol, o ELITE, por sus siglas en inglés), un estudio financiado por los Institutos Nacionales de Investigación (NIH, por sus siglas en inglés) del gobierno federal USA que comenzó en julio de 2004 y se ha extendido hasta 2012-13. Pueden obtenerse detalles del citado ensayo clínico en https://clinicaltrials.gov/show/NCT00114517.

Se clasificó a 643 mujeres posmenopáusicas sin antecedentes de enfermedad cardiovascular o diabetes en dos grupos: posmenopausia temprana (mujeres que estaban dentro de los seis años desde ocurrida la menopausia) y tardía (posmenopausia mujeres con diez años o más desde su menopausia). Este ensayo va mucho más allá de la sencilla (pero importante) acción de la dieta en la prevención cardiovascular, de la que ya nos habíamos ocupado en http://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/.

 Para el ensayo ELITE ahora comentado se asignó al azar a las mujeres reclutadas en cada grupo a recibir estradiol oral (con gel vaginal de progesterona) o un placebo (que incluía un gel vaginal con placebo). Cada seis meses, se evaluó la aterosclerosis subclínica midiendo el grosor íntima-media de la arteria carótida (carotid-artery intima–media thickness o CIMT, por sus siglas en inglés). No se medían número de sofocos o su intensidad, que no hubiera estado mal, sino datos tan objetivos como grosores de las paredes arteriales carotídeas de manera constante y a lo largo del tiempo…..

Después de una media de cinco años de terapia hormonal, las mujeres en el grupo de la menopausia temprana que estaban tomando estradiol, con o sin progesterona, mostraron tasas significativamente más lentas de progresión de CIMT, lo que significa que desarrollaron una acumulación de placa dentro de las arterias a una velocidad más lenta, en comparación con las de placebo. Sin embargo, el grupo de posmenopáusicas en etapa avanzada mostró esencialmente las mismas tasas de progresión de CIMT entre las que recibieron estradiol y las que tomaron el placebo.

Claro…., lo que decíamos de siempre en Europa (comenta con entusiasmo mal contenido el experto José Luis Neyro): los estrógenos administrados tempranamente no solo no son perjudiciales sino que son beneficiosos pues defienden (incluso) de la patología vascular a las usuarias….. Sin embargo, si dejamos tras la menopausia que se desarrolle la arteriosclerosis durante diez o más años, y luego empezamos con estrógenos…., entonces no solo no son beneficiosos sino que incluso pueden perjudicar a la mujer.

No solo los hallazgos con congruentes con los datos de la experimentación animal con macaca mulata llevados adelante en la década de los 90 del siglo anterior por Clarckson, como decíamos,  sino que coinciden punto por punto con el re-análisis que Francine Grodstein había hecho después de esos resultados, del estudio de cohortes realizado entre las nurses americanas con idénticos resultados: los estrógenos son «good when early, bad when late» (ver en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=J+Womens+Health+(Larchmt).+2006+Jan-Feb%3B15(1)%3A35-44.)

«Los resultados de este trabajo, en el contexto de décadas de estudios sobre la terapia hormonal y la degeneración vascular, proporciona una fuerte evidencia de que los beneficios cardiovasculares de la terapia hormonal dependen del momento de inicio», afirma Howard N. Hodis, director de la Unidad de Investigación de la Aterosclerosis y profesor Medicina y Medicina Preventiva en la Keck School of Medicine e investigador principal del estudio.
«ELITE ofrece prueba de concepto y la primera evidencia directa de la investigación humana sobre que el tiempo de la terapia hormonal es imprescindible para el éxito en la prevención de la progresión de la aterosclerosis, la vía primaria subyacente que conduce a la enfermedad cardiaca y al accidente cerebrovascular –agrega Hodis–. El concepto de tiempo de inicio de una intervención es probablemente aplicable a la mayoría de los métodos de prevención de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres».
Reanalizar el WHI, destaca finalmente el Dr. Neyro, que es el comienzo de toda la tristemente famosa polémica, nos hubiera aclarado las cosas sin tanto dolor y sufrimiento por el abandono casi generalizado de las terapias hormonales por parte de muchas usuarias y (lo que es aún peor) de muchos ginecólogos; los datos estaban claros como muestra el gráfico final a continuación.