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A vueltas con los intentos de reducir la mortalidad por cáncer de ovario; nuevas noticias.
De 844 artículos identificados, 11 cumplieron los criterios de inclusión. Lamentablemente, ningún estudio evaluó la reducción del riesgo de COE tras la salpingectomía junto con la histerectomía. Dos estudios retrospectivos publicaron un menor riesgo frente a la no cirugía, con una hazard ratio ajustada de 0,65 (95% IC 0,52-0,81); esto supone una reducción nada menos que del 35% del riesgo. No se encontraron diferencias en relación a las complicaciones entre los grupos con y sin salpingectomía. La función ovárica, medida mediante parámetros subrogados, fue similar a corto plazo.
En conclusión, existe poca evidencia que permita afirmar que la salpingectomía reduce el riesgo de COE, y su impacto a largo plazo en la función endocrina se desconoce, pero de momento, toda la que hay, señala nuestro experto, el Dr José Luis nEyro, no señala que cause mayores problemas hacerlo (extirpar las trompas) y aunque el grueso de la evidencia es escasa como señalan los autores, es siempre positiva.
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¿Está el autismo infantil relacionado con los anticuerpos frente al Herpes en la madre durante el embarazo?
Un estudio recientemente publicado en una revista internacional de alto impacto, señala que las altas concentraciones de anticuerpos maternos contra el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2) en la mitad del embarazo se han vinculado a incremento en el riesgo de trastorno del espectro autista (TEA).
Hasta donde se tienen noticias, «este es el primer estudio en informar una relación entre las concentraciones de anticuerpo anti virus de herpes simple de tipo 2 en la madre y el riesgo de trastorno del espectro autista en la descendencia», señala la autora principal, la Dra. Milada Mahic, PhD, investigadora posdoctoral del Centro para Infección e Inmunidad, en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad Columbia, en la Ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
El estudio completo, destaca el Dr. Neyro, puede descargarse en el siguiente enlace, precisamente por su novedad (véase en http://msphere.asm.org/
Como decimos, el estudio fue publicado el 22 de febrero de este año 2017 en la versión electrónica de mSphere, una revista de la American Society for Microbiology. Señalan los autotres que «consideramos que la respuesta inmunitaria de la madre al virus del herpes simple 2 podría alterar el desarrollo del sistema nervioso central fetal, aumentando el riesgo de autismo». Las infecciones maternas durante el embarazo se han relacionado con algunas alteraciones del desarrollo neurológico, incluido el trastorno del espectro autista.
El equipo de Columbia evaluó posibles vínculos entre la exposición materna a cinco microorganismos patógenos de antiguo muy vinculados a los embarazos y a los daños perinatales de los fetos en desarrollo, destaca JL Neyro, como fueron Toxoplasma gondii, virus de la rubéola, citomegalo-virus, VHS-1 y VHS-2 y el riesgo de autismo en la descendencia. La exposición a estos patógenos «ToRCH» (como se les denomina habitualmente) durante el embarazo puede originar aborto espontáneo y malformaciones congénitas, según conocíamos de antiguo.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de 442 madres de niños con diagnóstico de autismo, así como a 463 madres de niños sin la enfermedad, que se reclutaron en el Estudio ABC (Cohorte Natal de Autismo), que es dirigido por el Instituto Noruego de Salud Pública. Se obtuvieron muestras de sangre de la madre alrededor de la semana 18 del embarazo y también al nacimiento.
El número de niñas con trastorno del espectro autista (n = 78) en el estudio es «demasiado pequeño para concluir que el efecto es específico de género; no obstante, el autismo tiene un sesgo sexual con tendencia a afectar a los hombres», señalan los autores. No se observó ninguna relación entre el trastorno del espectro autista y la existencia de anticuerpos IgG contra los otros cuatro patógenos. En la figura precedente, el modelo obtenido del artículo original, fue ajustado por paridad y por el año de nacimiento de cada niño; en la posterior se anotan algunos rasgos del autismo infantil..
«Se desconoce la causa (o las causas) de la mayoría de los casos de autismo. Sin embargo, la evidencia parece indicar que los factores, tanto genéticos como ambientales, desempeñan cierto papel en la enfermedad. La investigación indica que la inflamación y la activación inmunitaria pueden contribuir al riesgo. El virus del herpes simple del tipo 2 podría ser sólo uno dentro una serie de agentes infecciosos causantes», declaró el autor principal Dr. W. Ian Lipkin, director del Centro para Infección e Inmunidad en la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos.
Los investigadores destacan que el incremento de las concentraciones de anticuerpo contra virus del herpes simple de tipo 2 puede indicar una infección primaria reciente o la reactivación de una infección latente. Sólo 12% de las madres seropositivas para virus del herpes simple de tipo 2 informó tener lesiones de VHS antes del embarazo o durante el primer trimestre, lo que sugiere que la mayor parte de las infecciones por virus del herpes simple de tipo 2 se manifestó de manera asintomática.
Los investigadores suponen que el riesgo de trastorno del espectro autista asociado a altas concentraciones de anticuerpos contra virus del herpes simple de tipo 2 no es específico de VHS-2, sino que más bien refleja la repercusión de la activación inmunitaria y la inflamación en un sistema nervioso en desarrollo vulnerable. Asimismo, afirman que se necesitan más estudios para determinar si son necesarias la detección sistemática y la supresión de la infección por virus del herpes simple de tipo 2 durante el embarazo.
Este estudio fue respaldado por apoyos económicos del National Institutes of Health, la Fundación Jane Botsford Johnson, la Iniciativa para la Investigación del Autismo de la Fundación Simons, el Ministerio de Salud y Servicios Sociales de Noruega, el Ministerio de Educación e Investigación de Noruega y el Consejo de Investigación de Noruega. Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Referencias bibliográficas:
Mahic M, Mjaaland S, Bøvelstad H, Gunnes N, y cols. Maternal Immunoreactivity to Herpes Simplex Virus 2 and Risk of Autism Spectrum Disorder in Male Offspring. mSphere. 22 Feb 2017;2(1). pii: e00016-17. doi: 10.1128/mSphere.00016-17.
¿Apoya la epidemiología más científica la idea de que el alcohol causa el cáncer?
«Para los tumores malignos de boca, faringe, laringe y esófago, hay una interacción bien reconocida del alcohol con el tabaquismo, lo que da lugar a un efecto multiplicador sobre el riesgo», añade la Dra. Connor. Uno de sus trabajos más exitosos en este sentido está publicado recientemente en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/
Los mecanismos fisiopatológicos que dan plausibilidad a estas afirmaciones se exponen con detalle en la siguiente figura extraída de otro manuscrito científico publicado en Nature reviews.
Otros tipos de tumores malignos también probablemente son causados por el alcohol. La Dra. Connor señala que se está «acumulando investigación» que respalda una contribución causal del alcohol al cáncer de páncreas, próstata y piel (melanoma). Afirma que los mecanismos exactos de cómo el alcohol, sea solo o en combinación con el tabaquismo, produce cáncer «no se comprenden del todo», aunque hay cierta «evidencia biológica» de apoyo.
Una experta británica externó una opinión sobre la carcinogenicidad del alcohol. En una declaración sobre el nuevo análisis, la profesora Dorothy Bennett, directora del Instituto de Investigación de Ciencias Moleculares y Clínicas en la Universidad St. George de Londres, decía: «El alcohol entra en las células con mucha facilidad y luego es convertido en acetaldehído, lo cual puede dañar al ADN y es un carcinógeno documentado».
En el nuevo análisis, la Dra. Connor describe varias características de la causalidad que se han identificado en estudios epidemiológicos sobre el alcohol y estos siete tipos de cáncer, como la relación dosis-respuesta y el hecho de que el riesgo para algunos de estos tipos de cáncer (esofágico, de cabeza y cuello y del hígado) se atenúa cuando cesa el consumo de alcohol.
Señala que las estimaciones actuales indican que los tipos de cáncer atribuibles al alcohol en las siete zonas afectadas por cáncer pueden constituir 5,8% de todas las muertes por cáncer en todo el mundo.
La industria del alcohol tiene mucho en juego, lo cual, a su vez, conduce a «información errónea» que desvirtúa los hallazgos de la investigación y contradice los mensajes de salud pública basados en evidencia». Un ejemplo reciente proviene de Nueva Zelanda, donde los medios nacionales dieron cobertura a un simposio sobre alcohol y cáncer. Un artículo de opinión de un científico financiado por la industria, publicado en el diario de la capital, impugnaba la evidencia comunicada en el congreso. El ensayo se titulaba: «Decir que el consumo moderado de alcohol produce cáncer es incorrecto».
El ensayo incluía la declaración: «Si bien el consumo crónico y excesivo de alcohol conlleva una amplia gama de problemas de salud como cáncer, atribuir el cáncer a la bebida moderada en circunstancias sociales es simplemente incorrecto y no está respaldado por la literatura científica».
Sin embargo, no hay un nivel seguro de bebida por lo que respecta al cáncer, dice la Dra. Connor, citando investigación sobre las concentraciones bajas a moderadas de alcohol. Esta fue también la conclusión del Informe Mundial de Cáncer 2014, emitido por la IARC de la Organización Mundial de la Salud. La promoción de los beneficios para la salud que conlleva el consumo de cantidades moderadas de bebidas alcohólicas «se ve cada vez más como falaz o irrelevante en comparación con el incremento del riesgo de una serie de tipos de cáncer», escribe la Dra. Connor; se necesitan campañas de salud pública «con mensajes claros» para correr la voz en torno a la carcinogenicidad del alcohol.
«Creo que el Reino Unido está dirigiendo el camino. El consumo de alcohol como un problema de salud pública ha tenido una gran exposición en el Reino Unido durante varios años», dijo la Dra. Connor, quien proporcionó enlaces a dos campañas de concientización, la Balance Campaign o Campaña para el equilibrio).
Antes este año, el Reino Unido emitió muevas directrices (que el lector interesado puede encontrar en ‘Statement on consumption of alcoholic beverages and risk of cancer’, Committee on Carcinogenicity of Chemicals in Food, Consumer Products and the Environment (COC)), sobre el consumo de alcohol, recomendando que los hombres no beban más que las mujeres y advirtiendo que cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de que se presenten diversos tipos de cáncer.
Las organizaciones en Nueva Zelanda también están implementando acciones. La New Zealand Medical Association, la Cancer Society of New Zealand y la National Heart Foundation han adoptado declaraciones de postura basadas en evidencia que «desacreditan» los beneficios cardiovasculares como una motivación para beber y que resaltan los riesgos de cáncer, dijo la Dra. Connor.
En el caso de las mujeres, parece ocioso volver a recordarlo, existe un periodo de sus vidas en el que es extremadamente importante no probarlo siquiera y este es el embarazo; recuérdese que el síndrome alcohólico fetal no es dosis dependiente por debajo de una ingesta diaria a todas luces «tolerable socialmente» (según contamos en http://www.neyro.com/2015/05/