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Avances en el conocimiento de la etiología de la endometriosis

Los científicos están un paso más cerca de comprender la endometriosis, un problema de salud común entre las mujeres, gracias a una nueva investigación realizada en la Escuela de Medicina de Yale y que puede accederse a su lectura en el enlace http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26516123.
La endometriosis, es una enfermedad en la que el tejido que reviste el interior del útero o endometrio, comienza a crecer en otras áreas del cuerpo de las mujeres, causando a menudo dolor, cicatrices y adherencias e infertilidad. A pesar de que la enfermedad es relativamente común (datos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que afecta a entre el 6 y el 10 por ciento de las mujeres en aquel país), según los autores de un estudio reciente sobre el tema, se sabe muy poco (o nada, según declara el ginecólogo José Luis Neyro) acerca de sus causas subyacentes.
Seguimos ya bien entrado el siglo XXI con las mismas teorías patogénicas expresadas algunas hace más de 100 años, pero sin haber dado un solo paso en la identificación del factor fundamental que condiciona que la enfermedad aparezca en unas mujeres y no en otras, destaca José Luis Neyro, uno de los pioneros en España en la cirugía mínimamente invasiva por endoscopia de esta severa enfermedad ginecológica (se puede leer más sobre el asunto enhttp://www.neyro.com/2015/04/09/la-endometriosis-afecta-a-mas-de-un-millon-de-mujeres-espanolas/).
Así, para descubrir más sobre los efectos de la endometriosis en el cuerpo, los investigadores de Yale estudiaron en el trabajo que ahora comentamos, ratones que tenían tejido endometrial en diferentes áreas de su cuerpo. Descubrieron que la distancia que separaba al tejido extra-endometrial del útero afectada la expresión de genes en los ratones. Cuanto más lejos estaba el tejido extra-endometrial del útero menor era su efecto sobre sobre la expresión génica, la regulación del desarrollo endometrial durante el ciclo menstrual y el establecimiento de condiciones necesarias para la implantación del embrión, si bien estos efectos seguían siendo pronunciados.
Estos resultados apuntan a la necesidad de comprender la endometriosis como una enfermedad sistémica con efectos de largo alcance en todo el cuerpo y, de esa manera, destaca JL. Neyro, habría que individualizar las situaciones que es el planteamiento terapéutico que siempre hemos defendido, continúa José Luis Neyro (ver y escuchar en http://www.neyro.com/2010/02/09/1217/).
Según Hugh Taylor, uno de los autores del estudio y profesor de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas de la Escuela de Medicina de Yale, la investigación sugiere que la endometriosis podría tener grandes efectos sistémicos. “¿Podría haber una señal proviniendo de la endometriosis que afecta al útero y al resto de áreas de las que la gente se queja? ¿Es realmente una enfermedad sistémica que tiene manifestaciones de largo alcance, o, como se pensaba tradicionalmente, es sólo una enfermedad local? “, se pregunta Taylor.
Los investigadores inocularon endometriosis en dos grupos diferentes de ratones jóvenes. En el primer grupo, introdujeron tejido endometrial cerca del útero, para así crear “endometriosis proximal“. En el segundo grupo, los investigadores insertaron el tejido más lejos, creando “endometriosis distal“. Los investigadores esperaron tres meses y luego examinaron los úteros de los ratones, extrayendo ARN para obtener una mejor comprensión de cómo las diferentes clases de endometriosis afectaban a la expresión de genes de los ratones.
Aunque los ratones con endometriosis proximal tuvieron disminuciones más drásticas en la expresión génica que los ratones con endometriosis distal, ambos grupos de ratones mostraron disminución de la expresión en los receptores de progesterona en comparación con el grupo de control. La progesterona es una de las hormonas que juega un papel importante en la concepción y el embarazo, secretada en la segunda fase del ciclo ovárico y que podría tener un efecto contrario al desarrollo de la endometriosis, afirma JL Neyro.
Estos hallazgos sugieren que la endometriosis es una enfermedad sistémica, cree Taylor. Según el equipo de investigadores, aunque la endometriosis distal afectó menos a la expresión de genes de lo que lo hizo la endometriosis proximal, aún así fue capaz de alterar el funcionamiento del cuerpo. Además, según Taylor, ambas formas de endometriosis afectaron a los receptores de progesterona, lo que significa que este gen está probablemente regulado – al menos en parte – por señales sistémicas (señales de largo alcance que afectan a todo el cuerpo). La inflamación en todo el cuerpo inducida por la endometriosis de ambas formas, probablemente juega un papel en esto.
Entre los tratamientos empleados en la endometriosis, no suelen faltar los AINEs para el control de esa inflamación y, por supuesto, las terapias basadas en contrarrestar los efectos proliferativos de los estrógenos como por ejemplo la inserción de sistemas de liberación prolongada de gestágenos, una vez eliminado la mayor cantidad de tejido endometriósico, señala el ginecólogo José Luis Neyro (ver en http://www.neyro.com/2014/07/07/diu-liberador-de-levonorgestrel-para-la-recidiva-de-sintomas-en-mujeres-operadas-de-endometriosis/)
Según el trabajo de investigación que ahora comentamos, existe además otro factor de complicación asociado a esta enfermedad, y es que el tejido endometrial diseminado por el organismo puede estar absorbiendo los (de por si) bajos niveles de células madre que circulan por el cuerpo, evitando que estas células pluripotenciales lleguen al tejido endometrial que recubre el útero. Los científicos observaron que esta falta de células madre que llegaban al útero, podría estar evitando la reparación de este órgano en los ratones, lo que contribuiría aún más a la alteración en la expresión de genes. ¡Todo un círculo vicioso!

Según Ramana Mamillapalli, segundo firmante del estudio e investigador de la Facultad de Medicina, los síntomas típicos de la endometriosis incluyen dolor pélvico, períodos dolorosos con excesivo sangrado, infertilidad y dolor durante el coito. En su opinión, el estudio apunta tanto hacia posteriores investigaciones que deberían de ahondar en esta idea, como hacia potenciales curas futuras.
“La comprensión de los mecanismos celulares y moleculares que influyen en estas alteraciones sistémicas, puede mejorar nuestro conocimiento global de la enfermedad, así como permitir nuevas terapias dirigidas que incluyan células madre“, añadió Mamillapalli. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, para muchas mujeres los problemas para quedarse embarazada suelen ser el primer signo de endometriosis; de hecho, destaca JL Neyro, según nuestros estudios endometriosis suele estar presente en no menos del 29 al 45% de las pacientes que destacan problemas de fertilidad (dependiendo del énfasis con que se busque la enfermedad).

Es más, como señala el trabajo, efectos sistémicos de la endometriosis en otros órganos también pueden ser responsables de las manifestaciones generalizadas de la enfermedad que son el calvario de muchas mujeres. El manuscrito, titulado Endometriosis Located Proximal to or Remote From the Uterus Differentially Affects Uterine Gene Expression se publicó en Reprod Sci el pasado 28 de octubre de 2015.

Contraceptivos (reversibles) de larga duración; una opción coherente y de alta efectividad

odo el mundo más o menos, al ser preguntado por los anticonceptivos, piensa en la píldora, acaso en los parches o en los anillos vaginales modernamente. Lo hemos tratado en diversas ocasiones en este web (leer enhttp://www.neyro.com/2015/10/27/la-contracepcion-separa-la-sexualidad-de-la-fertilidad/)
Sin embargo, con cada vez más frecuencia, las mujeres de todas las edades optan por métodos que les concedan muy alta tasa de efectividad anticonceptiva, pero más cómodos, que no les obliguen a tal ejercicio de memoria y de voluntad como el que precisa tomar cada día la píldora…. Se llaman contraceptivos reversibles de larga acción, de larga duración.
Los hay de tres años y de cinco años, los hay intrauterinos, los tenemos de implantes subcutáneos, algunos son inyecciones intramusculares trimestrales…. Todos ellos tiene la virtualidad de su elevada eficacia contraceptiva (exactamente la misma que la de la píldora tradicional, o incluso mayor), pero sin el (terrible) inconveniente de los olvidos, de la intolerancia digestiva, acaso del vómito…, de la ingesta de alcohol a destiempo….
Además, alguno de ellos, al margen de no depender de la voluntad ni de la memoria de la usuaria, sirven para tratar otros trastornos como el dolor pelviano, la endometriosis, los sangrados excesivos, las hemorragias uterinas…, como contamos en http://www.neyro.com/2010/02/09/1217/, o incluso pueden servir para el control de los trastornos menstruales importantes en muchas mujeres, afectas de hiperplasia endometrial (así lo explicamos enhttp://www.neyro.com/2014/06/17/el-diu-mirena-puede-tratar-la-hiperplasia-endometrial-con-exito/)
De todo ello hablaron en su sección semanal de divulgación científica en el programa Objetivo Bizkaia de Tele7, el Dr Neyro, con la encantadora periodista Susana Porras, siempre atenta a cada innovación, a cada posibilidad de ayudar a la divulgación científica y sanitaria. Bien,
Susana, bien¡¡¡¡

Referencias más serias, pueden encontrarse en un manuscrito publicado recientemente por el Dr. Neyro y sus coautores en una revista europea de alto impacto científico, disponible en  http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25988513 o directamente en la revista en Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2015 Jul;190:58-64. doi: 10.1016/j.ejogrb.2015.04.016. Epub 2015 May 5.

Reducir en un 70% el riesgo de desarrollar defectos del tubo neural con ingesta pre-concepcional de ácido fólico

La importancia de la visita pre-concepcional desde al menos dos o tres meses antes de la gestación, se torna fundamental en estos asuntos de la prevención de los defectos del tubo neural, como adelantamos enhttp://www.neyro.com/2013/11/21/dia-mundial-de-la-espina-bifida/.

El consumo de ácido fólico antes de la concepción y durante las etapas iniciales del embarazo puede reducir hasta en un 70% el riesgo de desarrollar defectos del tubo neural (DTN), según se ha puesto de manifiesto en el ‘Workshop Actualización en los Defectos del Tubo Neural (DTN), desde el diagnóstico prenatal hasta la prevención’.

Sin embargo, un alto porcentaje de mujeres desconoce la importancia de ingerir ácido fólico para el adecuado desarrollo del bebé. «La evidencia científica actual pone de manifiesto la acción protectora del ácido fólico, sobre todo cuando se toma de forma preconcepcional, desde al menos dos o tres meses antes de la gestación, ya que los defectos del tubo neural se producen muy precozmente en la embriogénesis en las primeras cinco o seis semanas desde que comienza la ausencia de la regla», ha comentado el especialista del servicio de Ginecología del Hospital Regional Universitario de Málaga, Isidoro Narbona Arias.

Y es que, tal y como ha recordado, el déficit de ácido fólico puede provocar distintas malformaciones en el bebé a nivel cerebral (anencefalia o ausencia del cerebro, incompatible con la vida) y a nivel de la columna vertebral, como la espina bífida, uno de los defectos congénitos más frecuentes que ocurren cuando una o más vértebras no se cierran correctamente. Es fundamental evitar algunas de estas malformaciones que tiene una fácil prevención, señala el ginecólogo, José Luis Neyro, que se ocupó de estos temas en su blog hace ya meses en http://www.neyro.com/2014/08/05/reducir-la-presentacion-de-malformaciones-del-tubo-neural-mediante-la-prueba-del-folato/.

«El déficit de ácido fólico interviene principalmente como factor de riesgo de desarrollar un defecto del tubo neural (DTN), aunque existen otros defectos cuya aparición se ha asociado también este déficit, como es el labio leporino, pero cuya asociación no está tan establecida como la de los DTN», ha añadido la especialista.

A pesar de los efectos positivos del ácido fólico, tomar estos suplementos no siempre reduce el riesgo de los defectos en el tubo neural del bebé. En este sentido, según se ha puesto de manifiesto en el encuentro, cerca del 50% de las mujeres tienen una mutación en el gen de la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR), el cual dificulta la absorción del ácido fólico y, por tanto, se asocia a la pérdida de su efecto beneficioso.

Ahora bien, aunque la mayoría de las mujeres desconoce si posee esta mutación, existen soluciones para asegurar las cantidades de ácido fólico necesarias para el buen desarrollo fetal. «Existen diferentes motivos por los que la toma del ácido fólico puede llegar a no proteger de los defectos del tubo neural, ya que esta sustancia tiene que sufrir una serie de pasos hasta llegar a su forma activa que pueden ser interrumpidos evitando producir su función preventiva», ha apostillado Narbona Arias.

Uno de esos motivos es la presencia de polimorfismo de una de las enzimas que intervienen en el metabolismo del ácido fólico: la MTHFR, presente en un porcentaje alto de la población y que hace que la función de dicha enzima disminuya hasta el 70% en los casos con genotipo TT de la mutación 677C-T de la enzima MTHFR.

En este sentido, tal y como ha puntualizado el experto, con la toma de la forma activa de los folatos se podría garantizar que, tanto por la absorción como por el metabolismo, tengamos disponible la forma activa del ácido fólico. Ello redunda en beneficios, no solo sobre el tubo neural, sino sobre el desarrollo del propio embarazo, destaca JL Neyro a través de la noticia de su web en http://www.neyro.com/2014/12/11/tomar-acido-folico-pre-concepcional-reduce-la-tasa-de-ninos-de-bajo-peso/

¿Se hereda la obesidad por línea paterna? El semen lleva información sobre el peso del padre

Las células de esperma de hombres delgados y obesos poseen diferentes marcas epigenéticas, que destacan en las regiones de genes asociados con el control del apetito.

Un estudio publicado en «Cell Metabolism» (en realidad se publica en el primer número de 2016) revela que el peso de un hombre afecta a la información hereditaria contenida en su esperma. Las células del semen de hombres delgados y obesos poseen diferentes marcas epigenéticas, que destacan en las regiones de genes asociados con el control del apetito. Las comparaciones, que incluyeron a 13 hombres delgados y 10 hombres obesos, ofrecen una explicación biológica de porqué los hijos de padres obesos están a su vez más predispuestos a la obesidad.

Ya conocíamos que la mala salud de los hombres influye negativamente en la mala calidad de su semen y de hecho, nos ocupamos en este mismo web de contarlo en http://www.neyro.com/2015/04/07/las-alteraciones-seminales-son-cada-vez-mas-frecuentes/, pero ahora sabemos que la información sobre aspectos de esa mala salud, pueden transmitirse a la descendencia.

En la siguiente fase del estudio que ahora comentamos, los investigadores analizaron a 6 hombres sometidos a cirugía bariátrica (de pérdida de peso, mediante diversas acciones sobre estómago e intestino delgado) para ver cómo afectó a su esperma, con un promedio de 5.000 cambios estructurales en el ADN de células de esperma observados desde el momento antes de la cirugía, inmediatamente después y un año más tarde.

Aún queda mucho por aprender acerca de lo que significan estas diferencias y sus efectos sobre la descendencia, pero es una evidencia temprana de que el esperma lleva información sobre la salud de un hombre….., en una época en la que, no lo olvidemos, cada vez es más frecuente que los varones tengan mala calidad espermática (ver en http://www.neyro.com/2014/12/23/la-mala-salud-masculina-afecta-a-la-calidad-del-esperma/)

«Nuestra investigación podría llevar a cambiar el comportamiento, sobre todo el comportamiento pre-concepción del padre», dice el autor principal, Romain Barrès, profesor asociado en la Universidad de Copenhague, Dinamarca. «Es bien sabido que cuando una mujer está embarazada, debe cuidar de sí misma –no beber alcohol, mantenerse alejado de los contaminantes, etcétera–, pero si la implicación de nuestro estudio es verdad, entonces también deben dirigirse recomendaciones hacia los hombres».

Barrès se inspiró en un estudio de 2005 que mostró que la disponibilidad de alimentos para las personas que viven en un pequeño pueblo sueco durante la hambruna se correlacionó con el riesgo de sus nietos de desarrollar enfermedades cardiometabólicas. El estrés nutricional de los abuelos probablemente se transmite a través de las marcas epigenéticas, que pueden ser añadidos químicos en las proteínas que envuelven el ADN, grupos metilo que cambian la estructura del ADN una vez conectados o moléculas llamadas ARN pequeños.

Las marcas epigenéticas pueden controlar cómo se expresan los genes y esto también se ha demostrado que afecta a la salud de la descendencia en los insectos y roedores. En su estudio, Barrès y sus colegas compararon las marcas epigenéticas específicas en el esperma de hombres delgados y obesos (los hombres eran el foco porque el esperma es mucho más fácil de obtener que los óvulos).

Aunque no se observaron diferencias en las proteínas que envuelven el ADN, había variaciones entre los pequeños ARNs de los participantes (para los que la función aún no está determinada), así como la metilación de genes asociados con el desarrollo del cerebro y el apetito. La siguiente pregunta era si estas diferencias son subproductos de la obesidad o del estilo de vida, centrando la atención en cómo la cirugía bariátrica afecta a la epigenética del esperma y el descubrimiento de que el peso es el factor principal.

Hay razones evolutivas probables de porqué la información sobre el peso de un padre sería valiosa para la descendencia. La teoría de Barrès es que en tiempos de abundancia es una manera instintiva de animar a los niños a comer más y crecer más grandes. «Es sólo recientemente que la obesidad no es una ventaja -dice–. Sólo hace décadas, la capacidad de almacenar energía era una ventaja para resistir las infecciones y las hambrunas».

Hoy sabemos desde hace años, que el sobrepeso y la obesidad no son signo de salud sino expresión del incremento del riesgo de muchas enfremedades; en el terreno reproductivo, también entre varones, el sobrepeso incluso dificulta la fecundidad (leer más en nuestro web en  http://www.neyro.com/2013/12/27/a-mayor-peso-mas-posibilidades-de-tener-poca-cantidad-de-espermatozoides/ )

Importante reducción de la mortalidad materna ligada al parto, en todo el mundo

Las muertes maternas en el mundo se han reducido desde las 532.000 en 1990 a una estimación de 303.000 en 2015, según el informe Tendencias en Mortalidad Materna: 1990 a 2015 – Estimaciones de la OMS, Unicef (Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia), Unfpa (United Nations Population Fund), el Banco Mundial, y la División de Población de Naciones Unidos, que se publica en The Lancet (disponible en http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(15)00838-7/fulltext).
Se trata del último informe de una serie que ha analizado datos de 171 países sobre un total de 183; se verificó el progreso en la consecución de los Objetivos del Milenio. Esto se traduce en un ratio de mortalidad materna global estimado en 216 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, en comparación con las 385 por 100.000 nacimientos registradas en 1990. Esto significa que, entre todos, hemos conseguido una reducción en tan solo 25 años del 43.9% del total, destaca el ginecólogo José Luis Neyro.

«Los Objetivos del Milenio pusieron en marcha esfuerzos sin precedentes para reducir la mortalidad materna. En los últimos 25 años el riesgo de la mujer de fallecer por causas relacionadas con el embarazo se ha reducido casi a la mitad. Es un gran progreso aunque no es suficiente. Sabemos que podemos acabar de forma virtual con estas muertes para 2030 y a ese trabajo nos encomendamos», ha explicado Flavia Bustreo, directora general del clúster sobre Salud de la familia, mujeres y adolescentes de la OMS.

Alcanzar ese objetivo requerirá grandes esfuerzos, según Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). «Muchos países con altas tasas de mortalidad materna realizarán pequeños progresos o incluso se quedarán atrás si durante los próximos 15 años no mejoramos el número de matronas disponibles y sus habilidades, y de otros profesionales de la salud», ha explicado Osotimehin.
Pese a las mejoras, sólo nueve países -Bután, Cabo Verde, Camboya, Irán, Laos, Maldivas, Mongolia, Ruanda y Timor Oriental- consiguieron reducir el ratio de mortalidad materna en un 75 por ciento, como instaban los Objetivos del Milenio. «Tal y como hemos visto con todos los temas de salud de los Objetivos del Milenio, es necesario fortalecer los sistemas sanitarios al tiempo que se presta atención a otros problemas.
Educar a las mujeres y a las niñas, sobre todo a las más marginadas, es la clave para su supervivencia y la de sus hijos. La educación les dota de conocimiento para enfrentarse a las prácticas tradicionales que les ponen en peligro», ha dicho Geeta Rao Gupta, director ejecutivo adjunto de Unicef. Se ha demostrado un muy notable incremento de la mortalidad de madres adolescentes cuando se compara con la madres de otras edades (como se demostró en esta publicación enhttp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25102848?log$=activity)
La gran mejora se ha realizado en el este de Asia, donde la tasa ha bajado de 95 a 27 por cada 100.000 nacimientos, mientras que en las regiones desarrolladas la mortalidad materna ha bajado del 48 por ciento al 23-12 por cada 100.000 nacimientos. A finales de este año, en torno al 99 por ciento de las muertes maternas se producirán en los países en vías de desarrollo, donde el África subsahariana registrará 2 de cada 3 muertes (el 66 por ciento). No obstante, esto representará una mejora, ya que en esa zona de África se ha observado casi un 45 por ciento de descenso: de los 987 fallecimientos en 1990 a los 546 por cada 100.000 nacimientos.

La Estrategia Global para la Salud de Mujeres, Niños y Adolescentes, presentada por la ONU en septiembre de 2015 (objetivos 2015 a 203), quiere reducir las muertes maternas a menos de 70 por cada 100.000 nacimientos en el mundo. Esta meta requerirá más que triplicar el ritmo de progreso obtenido hasta ahora.
Uno de los objetivos intermedios en esa estrategia pasa por demorar la maternidad a las mejores edades, más allá de los veinte años de edad materna y evitar consecuentemente los embarazos en adolescentes, señala el experto JL Neyro; de todo ello nos hemos ocupado en este blog en http://www.neyro.com/2011/09/01/los-adolescentes-maduran-sexualmente-mas-pronto-en-la-actualidad/ y también cuando contamos algunas de las medidas más eficaces en este sentido (ver en http://www.neyro.com/2014/11/19/la-educacion-y-los-anticonceptivos-gratuitos-reducen-la-tasa-de-embarazos-adolescentes/)
Las nuevas directrices para el periodo 2015 – 2030 quieren reforzar el liderazgo de cada país movilizando los recursos nacionales e internacionales para mejorar la salud de la mujer, de los niños y los adolescentes. Para ello será importante potenciar los sistemas de salud para que tengan capacidad de realizar una asistencia de calidad: la mortalidad materna se reduce a medida que se incrementa la capacidad técnica y profesional del personal que asiste a la madre.
Asimismo, según la estrategia, hay que prestar atención especial durante las crisis humanitarias y en situaciones frágiles, ya que la mortalidad materna suele aumentar en esos contextos.

La administración de progesterona no es útil para los abortos de repetición

Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos diariamente los que hacemos infertilidad y dedicamos tiempo y esfuerzo a conseguir embarazos en parejas estériles es precisamente tratar de solucionar esa terrible circunstancia que es la Infertilidad (sea primaria o secundaria) Entendemos por tal no la situación en la que una determinada pareja no consigue embarazos sino aquella en la que una vez iniciadas, las gestaciones espontáneas de una pareja terminan prematuramente en abortos del primer trimestre (o en fetos muertos o malformados de manera repetida). Leer más sobre el tema en http://www.neyro.com/2015/03/20/cuando-decidimos-intentar-un-embarazo-se-distinguen-la-infertilidad-de-la-esterilidad/
Todavía se discute, solo por motivos económicos, si debe esperarse a repetir tres veces la circunstancia o si solo con dos abortos espontáneos seguidos basta para estudiar del todo a la pareja. Resulta difícil argumentar la negación del estudio a una pareja concreta que, tras haberlo intentado dos veces seguidas con toda su ilusión, ven truncada esa esperanza solo «porque no es rentable estudiarles» como se ha llegado a decir.
Algunos hábitos de determinadas mujeres, parejas incluso, influyen negativamente en estos asuntos, como demostramos en http://www.neyro.com/2013/03/17/el-tabaco-aumenta-el-riesgo-de-abortos-espontaneos-y-nacimientos-prematuros/
Y si el estudio es complejo (y está ya bien determinado como demostró hace años el ESHRE Special Interest Group for Early Pregnancy (SIGEP) en un estudio definitivo que ordenaba el tipo de estudios que era necesario efectuar en estos pacientes y que puede leerse en http://humrep.oxfordjournals.org/content/21/9/2216.long), aún mucho más complicado es enfrentar el tratamiento global de estas parejas.
A lo largo del tiempo se ha intentado de todo; una de la medidas terapéuticas más sencillas y repetidas es proporcionar a la gestante desde muy al principio dosis repetidas de progesterona micronizada por vía vaginal en la esperanza de que ese complemento (indispensable por otro lado para el mantenimiento de la gestación en condiciones fisiológicas), pudiera ayudar a que estas gestaciones continuaran en este tipo de parejas con abortos recurrentes.
Los expertos en reproducción asistida teníamos el ánimo de que «algo había que hacer» y solo por esa razón se ha utilizado esta pauta con profusión, a pesar de que en la mayoría de ocasiones no se hubiera demostrado previamente que las gestaciones se perdían como consecuencia de un déficit concreto de progesterona.
Así las cosas, hace escasamente unos días, un muy bien diseñado estudio prospectivo y multicétrico viene a demostrar que cuando las cosas se hacen sin sentido, no tienen relevancia y definitivamente no se muestran útiles. El estudio que ahora comentamos (puede seguirse en http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1504927) emplea un total de 1568 mujeres que fueron evaluados para la elegibilidad; de ellas  836 concibieron naturalmente dentro de 1 año y quedarondispuestas a participar en el ensayo y fueron asignadas al azar para recibir progesterona (404 mujeres) o placebo (432 mujeres).
Los autores del ensayo asignaron aleatoriamente a las mujeres con abortos involuntarios recurrentes a recibir supositorios vaginales de progesterona micronizada dos veces al día con 400 mg o supositorios de placebo justo después de la prueba positiva urinaria de embarazo (y no más tarde de las 6 semanas de gestación) a través de 12 semanas seguidas.
La tasa de nacidos vivos (más allá de las 24 semanas de embarazo, que era el objetivo del estudio) fue de 65,8% (262 de 398 mujeres) en el grupo de la progesterona y el 63,3% (271 de 428 mujeres) en el grupo placebo (tasa relativa, 1,04;intervalo de confianza del 95% [IC], 0,94-1,15; tasa diferencia, 2,5 puntos porcentuales; IC del 95%, -4,0 a 9,0). No hubo diferencias significativas entre los grupos tampoco en la tasa de eventos adversos. La pequeña diferencia se debía al azar y no al tratamiento interpuesto…..Lo que ya sabíamos, pero ahora confirmado de manera prospectiva y con rigor científico.
Hace más de veinte años, la Dra. Benacerraf, un referente mundial en aquellos años, decía que este tipo de parejas necesita sobre todo «cuidados tiernos y amorosos» para el manejo de estas situaciones y de sus gestaciones. Unos años más tarde, la mencionada Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) decía que esos «tender loving care» y consejos de salud son las únicas intervenciones que no requieren más ECA (ensayos clínicos aleatorizados).Todas las demás terapias propuestas, que requieren más investigaciones, son de ningún beneficio comprobado o se asocian con más daño que bien, decían en 2006 y hoy se confirma con el estudio que comentamos (señala nuestro experto el Dr. Neyro).