Efectivamente, en lo que concierne a todas esas mujeres (de número incesantemente creciente en las pasadas décadas y las primeras de este nuevo siglo) que no desean ligar el ejercicio de su sexualidad a su (desconocida muchas veces) fertilidad, la respuesta a la pregunta del título es definitiva desde el punto de vista académico, científico, ginecológico en suma. No, sería la respuesta concreta y concisa…..
Pero este aserto podría resultar revolucionario y en épocas pasadas todavía mucho más. Así, no parace estar tan claro para la (parte de la) sociedad que sigue aferrada a los parámetros del pasado y en virtud de cuestiones ancestrales basadas en criterios culturales (de ignorancia de los mecanismos de la naturaleza)
La hembra mamífera en general (la leona, la tigresa, la gata, la coneja…..en fin….) tiene ligada su sangrado cíclico (lo que en los humanos llamamos menstruación) al celo, al «ardor sexual», a las ovulaciones, al instinto de reproducción en suma, para perpetuar las especies….y así debe ser desde tiempo inmemorial.
Sin embargo, los primates en general y particularmente nuestra especie, ha tratado de desligar ambas actividades (sexualidad y fertilidad) de muy diversas formas: los chimpancés juegan a comunicarse sexualmente e incluso dirimen sus rencillas o discusiones a través de contactos sexuales que acercan o separan a los individuos; lo ha demostrado fehacientemente la nueva etología desde hace varias décadas.
Qué decir de nuestra especie que cada vez más va descendiendo más las tasas de natalidad (como explicamos hace unas semanas en http://www.neyro.com/2014/03/2 6/la-tasa-de-natalidad-en-espa na-se-situa-a-la-cola-de-la- union-europea/) e incluso retrasa la maternidad de manera constante al menos en el mundo occidental (como mostramos en http://www.neyro.com/2015/12/0 9/el-retraso-de-la-maternidad- puede-estar-causando-un- aumento-de-casos-de-cancer-de- mama-asociado-al-embarazo/)
Y ahí es donde aparece la regla, la menstruación: tiene alguna función en el organismo femenino lejos de avisar a la mujer que el embarazo no se ha producido?, es necesaria para la conservación de la salud de la mujer?, está ligada de alguna manera a limpiar de algún modo el organismo femenino o todo ello es una falacia «acultural»?
Las preguntas se agolpan cada vez que profundizamos en un hecho que a los antiguos les traía a mal traer y por la calle de la amargura: la mitad de la tribu sangraba cada mes durante tres o cuatro días, pero sin enfermar ni tener heridas de guerra y con curación inmediata apenas 24 horas después de ese periodo….. La cuestión, así analizada por los antiguos tenía sus «bemoles»….
El libro Levítico en su capítulo 15, escrito entre los siglos VI y IV antes de Cristo (que junto a los libros del Génesis, Éxodo, Números y Deuteronomio formaban el Pentateuco) decía textualmente que «cuando una mujer tenga flujo, si el flujo en su cuerpo es sangre, ella permanecerá en su impureza menstrual por siete días; y cualquiera que la toque quedará inmundo hasta el atardecer. También todo aquello sobre lo que ella se acueste durante su impureza menstrual quedará inmundo, y todo aquello sobre lo que ella se siente quedará inmundo.
Y todavía decía más (y copiamos textualmente): «si un hombre se acuesta con ella y su impureza menstrual lo mancha, quedará inmundo por siete días, y toda cama sobre la que él se acueste quedará inmunda. Cuando ella quede limpia de su flujo, contará siete días; después quedará limpia. Así mantendréis a los hijos de Israel separados de sus impurezas, para que no mueran en sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos
«Esta es la ley para el que tiene flujo y para el hombre que tiene una emisión de semen, contaminándose por él y para la mujer que está enferma por causa de su impureza menstrual, para el que tenga un flujo, sea hombre o mujer, y para el hombre que se acueste».
Mucho más de lo mismo está escrito en los textos la Historia Natural escrita por Gayo Plinio Segundo (Plinio el Viejo), (nacido en Comum – la actual Como, en Italia en el año 23 y muerto en en Estabia [hoy Castellammare di Stabia], el 25 de agosto del año 79) cuando decía que “el contacto con el flujo mensual de la mujer amarga el vino nuevo, hace que las cosechas se marchiten, mata los injertos, seca semillas en los jardines, causa que las frutas se caigan de los árboles, opaca la superficie de los espejos, embota el filo del acero y el destello del marfil, mata abejas, enmohece el hierro y el bronce, y causa un terrible mal olor en el ambiente; los perros que prueban la sangre se vuelven locos, y su mordedura se vuelve venenosa como las de la rabia». Toma ya, que diría un castizo¡¡¡¡
La cosa no mejora en los siguientes diez o doce siglos en los que la mujer no solo ha sido incomprendida, sino vilipendiada por serlo. Así Paucapalea (nacido en 1114 y muerto en 1148, once siglos después….) en su obra Summa, Distinctio. 5, pr. 1 v. dice que «por tocar su sangre, las frutas no madurarán. La mostaza se degenera, la hierba se seca y los árboles pierden su fruto antes de tiempo. El hierro de enmohece y el aire se obscurece. Cuando los perros la comen, adquieren rabia”. Y dale con los pobres perros…..
Ciertamente, podríamos seguir hasta el infinito, pero baste con estos ejemplos. Ahora las cosas han cambiado…., ¿pero tanto?. Pues quizás no tanto, porque…., en una cabriola de veinte siglos, en el pasado XX, cuando hace ahora cincuenta años de «diseñan» los contraceptivos hormonales se tiene en cuenta todos esos conceptos para simular la «normalidad» que evidentemente, no tenían los tratamientos hormonales. y así seguimos todavía: existen pautas de contraceptivos hormonales de 21-7 (21 días tomando, seguidos de siete sin tomar….) o de 24-4 e incluso de 25-2.
Recientemente se acaba de comercializar un contraceptivos hormonal que conlleva nada menos que 84 días seguidos de toma sin paradas ni sangrados. Y, ya rizando el rizo, con otra composición mucho más segura y con más valores añadidos, hace escasamente unas semanas acabamos de disponer de otra pauta de 120 días seguidos…. ¿Quién dijo que tener la regla cada mes era obligatorio?