Efectivamente, cualquier cosa deberíamos intentar para tratar de evitar que el embarazo se adueñe de la vida de una adolescente. Esta es una época de cambios en las que, lo aceptemos o no, cada vez más pronto se instalan las relaciones sexuales como parte de la vida de nuestros chicos y chicas sin los temores o las acciones tendentes a evitar sus consecuencias, muchas veces (contamos algo similar hace años en https://www.neyro.com/2017/ 01/23/la-adolescencia-como- epoca-de-cambio-cada-vez-mas- temprana/).
Por si algún lector duda de que esto sea así, y no hablamos de sus hijos sino solo de los de los otros…, hasta nuestras (respetadas) autoridades sanitarias se ocuparon del tema cuando en un alarde de gallardía adelantaron hace años la vacunación frente al VPH-HPV (en español o en inglés), virus del papiloma humano, a los 11 años para «pillar» a la mayor proporción posible de chicas sin haber iniciado sus relaciones sexuales (y de ello también nos hicimos eco en http://www.neyro.com/2012/ 01/17/murcia-adelanta-a-los- 11-anos-la-vacunacion-frente- al-vph/)
Pues bien, como decíamos al principio, el embarazo durante la adolescencia (la inmensa mayoría no deseados…) es una preocupación constante no solo para los profesionales sanitarios involucrados en su asistencia sino también para las autoridades sanitarias como ya demostramos en una noticia de nuestrop web al alcance del lector en http://www.neyro.com/2015/ 10/13/sanidad-admite-como- prioridad-del-gobierno- prevenir-embarazos-no- deseados-e-incidir-en-la- educacion-afectivo-sexual/
Ahora, un grupo español de investiugación compuesto por psicólogos y personal de enfermería, han realizado un estudio para evaluar cuáles son las mejores acciones preventivas que es posible llevar a cabo en este campò para hacer más eficaz la prevención del embarazo (no deseado) en la adolescencia. El objetivo era evaluar la efectividad de las intervenciones educativas dirigidas a prevenir el embarazo en esta época de la vida y para ello se llevó a cabo una revisión sistemática en las bases de datos PubMed, CINAHL, Scopus, Cuiden Plus, LILACS e IME.
Los autores (la publicación se puede seguir en el original en https://www.elsevier.es/es- revista-atencion-primaria-27- articulo-efectividad- intervenciones-educativas- prevencion-del- S0212656717308387), seleccionaron un total de 24 investigaciones primarias, en las que se evaluaba el efecto de un programa educativo para la prevención del embarazo en la adolescencia. La calidad de los estudios seleccionados se evaluó mediante la escala CASPe.
Los programas educativos que midieron una modificación de la tasa de embarazo en la adolescencia tienen resultados (lamentablemente) poco concluyentes, ya que dos investigaciones obtuvieron una reducción y otros dos no hallaron cambios significativos. Sin embargo, los programas educativos si parecen efectivos para aumentar el nivel de conocimiento sobre sexualidad y métodos anticonceptivos, y para modificar las actitudes sobre el riesgo de embarazo en la adolescencia o las actitudes hacia el uso de los métodos anticonceptivos.
Por el contrario, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los estudios que muestran un resultado positivo y los estudios con resultado negativo (p > 0,05) para ninguno de los resultados analizados en la revisión. Por lo tanto, no parece haber una modalidad de intervención que sea la más efectiva para la prevención de un embarazo en la adolescencia. Son necesarias más investigaciones con un abordaje longitudinal que valoren no solo resultados intermedios, sino una modificación en la tasa de embarazo a medio y largo plazo, dicen textualmente las autoras españolas del estudio en sus conclusiones. Desde antes sabíamos sin embargo que algunas medidas podrían servir en este empeño (ver en http://www.neyro.com/2014/ 11/19/la-educacion-y-los- anticonceptivos-gratuitos- reducen-la-tasa-de-embarazos- adolescentes/).
Este podría ser un verdadero caballo de batalla, relata JLNeyro, precisamente cuándo medimos el éxito de las intervenciones sobre la adolescencia… Esas intervenciones sobre la personalidad de un adolescente (que se considera a sí mismo muchas veces inmortal y hasta super-potente en su todavía particular indefinición personal …), probablemente llegan tarde y habría que haberlas iniciado entre los seis y los nueve años. Es en esta época, todavía muy anterior al estallido hormonal de la adolescencia, cuando pueden tener sentido intervenciones que acerque a la persona la idea del ejercicio de la sexualidad como expresión de la afectividad y no solo como una necesidad fisiológica sin más trascendencia que comer o beber…, porque sí la tiene a veces.
Los adolescentes no ligan las ideas de que el ejercicio de su propia sexualidad puede llevar aparejado la maternidad o la paternidad (que les queda muy lejos psicológicamente) y por ahí empiezan los problemas. Seguramente, señala nuestro experto, deberemos empezar antes de la adolescencia si queremos tener éxito en nuestras intervenciones para reducir el embarazo adolescente. Definitivamente, los adolescentes maduran (sexualmente) antes de lo que pensamos los adultos (ver en http://www.neyro.com/2011/ 09/01/los-adolescentes- maduran-sexualmente-mas- pronto-en-la-actualidad/)