No es infrecuente que algunas personas se tomen una copa de alcohol (o dos….) para envalentonarse frente a una relación difícil, cuando han de afrontar una situación incómoda, cuando han de encararse con su jefe….., como si el alcohol les fuera a hacer más fuertes….

Nuestra sociedad tiene ligados las actividades lúdicas, de diversión, de fiesta al alcohol de una u otra manera. Es más, se extiende por todo el mundo la idea, franca y definitivamente equivocada, de que el alcohol euforiza, estimula, alienta…., cuando en realidad únicamente desinhibe pero solo en la primera fase de la intoxicación etílica.

Efectivamente, el alcohol es un depresor de la actividad del sistema nervioso central….; de hecho, todas las borracheras terminan con el sueño, un sueño tan profundo como intensa haya sido la intoxicación. Si ligamos el alcohol a la actividad sexual…., mal negocio realmente…, porque, desinhibidas las personas que se intoxican, que se emborrachan…, que se apispan si el lector prefiere esa terminología, se va encontrar efectivamente desinhibido, pero sin que su erección se complete porque el alcohol lo va a impedir…. Más deseo, pero poca resolución final…

En un suelto previo de este mismo web alertábamos hace unos meses sobre la evidencia de la dificultad de diagnóstico de muchas infecciones de transmisión sexual, en determinadas ocasiones (ver en  http://www.neyro.com/2016/10/28/ocasionalmente-las-its-infecciones-de-transmision-sexual-son-dificiles-de-prevenir/) Pues bien, no es infrecuente que el alcohol «borrre» materialmente de la memoria lo que ha sucedido en una noche de copas con una «buena» borrachera con ocasión de vaya usted a saber que fiesta o qué ocasión.

De todo ello versó el programa de la semana anterior en Tele7, al comienzo del año, en Objetivo Bizkaia cuando Susana Porras y su colaborador, el Dr. Neyro, abordaron todos estos temas de alcohol y sexo….