Casi todo el mundo asume que cumplir años, en general, lleva aparejado perder poco a poco algunas de las funciones que caracterizaban la juventud. No es eterna, efectivamente, y el envejecimiento es la consecuencia entre otros factores del declive hormonal. Parece que el ejemplo más claro lo tenemos en la mujer (la mitad de la población, al menos…) que al llegar su menopausia y entrar en el declive hormonal de sus ovarios padece todo tipo de cambios e incluso se dispara su riesgo cardiovascular (como expusimos en https://www.neyro.com/2021/03/ 01/relaciones-entre-los- sofocos-de-la-menopausia-y-el- riesgo-cardiovascular-de-la- mujer/)