Cualquier persona con mínimos conocimientos médicos sabe de sobra que solo hay una especialidad específicamente diseñada y concebida para ayudar al cuidado de la salud de la mujer; es la que llamamos Ginecología y Obstetricia. Tiene dos partes: la primera, que habla y entiende de las enfermedades del aparato genital femenino. La segunda (del latín Obstare, que significa «estar delante» o «interponerse en el camino»), trata del cuidado del embarazo, parto y puerperio. De hecho, combinando ambas partes, hemos de señalar y reconocer que las «revisiones de salud», los llamados «chequeos médicos» fueron «inventadas» por nuestra especialidad y a ello le hemos deidicado espacio en este blog (léase en https://www.neyro.com/2015/06/10/no-todas-las-mujeres-son-conscientes-de-la-importancia-de-sus-revisiones-ginecologicas/)
De sobra sabemos (solo los que leemos sobre ciencia y revisamos con cautela los estudios con resultados, por encima de creencias y opiniones) que las vacunas puestas en marcha desde hace más de cien años, superan con mucho en beneficios a cualquier tipo de efecto adverso que pueda ser considerado… Estamos de acuerdo casi todos y es más incluso algunos nos preparamos concienzudamente para combatir a los reclacitrantes negacionistas (ver en https://www.neyro.com/2021/07/08/enfocando-la-pelea-dialectica-contra-los-antivacunas-mientras-las-vacunas-salvan-sus-vidas/)
Efectivamente no era la primera vez, porque en anteriores oportunidades se había dado la misma o similar circunstancia, pero para el creador de contenidos de www.neyro.com es un nuevo motivo de enorme satisfacción que un monstruo de la comunicación audiovisual como el Dr. Bartolomé Beltrán recurra una vez más a una invitación para tener al Dr. Neyro en su programa «Qué me pasa doctor» tras trece exitosas temporadas, nada menos.
Cuando uno habla de sí mismo en primera persona del singular, en realidad, la mejor evidencia científica sugiere que debiera emplearse la tercera del plural, porque «ellos» son más numerosos; en efecto, en nuestro organismo hay más microbios que conforman nuestro microbioma que células tenemos en el cuerpo entero… En fin, que la microbioma es fundamental para nuestra salud no lo niega nadie y menos que nadie las mujeres que sufren de manera extraordinaria cuando se altera su microbiota vaginal (ver en https://www.neyro.com/2016/10/03/creciente-importancia-de-la-microbioma-y-la-salud-vaginal/)
Al parecer este maldito virus del que cada vez sabemos más y que ha causado cambios tan notables en nuestra forma de vida y de asistencia médica, no termina sus actividades con el alta médica de los pacientes tras su ingreso hospitalario. Afortunadamente, este ingreso es cada vez más infrecuente (al menos entre personas vacunadas con la pauta completa…), pero aún estamos muy mediatizados en los sistemas de salud por su presencia. Y sabíamos que existía un llamado síndrome postCoVID19 que explicamos en su día en este mismo blog en https://www.neyro.com/2021/06/14/covid19-a-veces-no-termina-de-forma-definitiva-y-persiste-en-el-tiempo-con-otra-forma-desconocida-de-enfermedad/. Pero hasta ahora que supiéramos, las secuelas post-agudas persistentes a corto y largo plazo de CoVID19 (Post-acute Sequelae of COVID19, con sus siglas en inglés, PASC) no se habían evaluado sistemáticamente.