Es bastante evidente para todos los que nos dedicamos a la asistencia sanitaria en cualquier ámbito que la edad es un factor a considerar clave en la génesis de las fracturas de bajo impacto. Llamamos así a las que son ocasionadas por un impacto menor cual caerse desde la propia altura o desde una escalera de menos de tres peldaños. No entrarían en esa consideración por tanto las de los accidentes laborales o de tráfico y tampoco las deportivas que son en general de «alto impacto». Véase más sobre el tema en https://www.neyro.com/2016/ 12/19/la-edad-de-la- menopausia-es-un-factor- principal-para-pronosticar-el- riesgo-de-fracturas/
Y es que las fracturas de bajo impacto, hasta que no se demuestre lo contrario (lejos del cáncer u otros problemas más raros), son siempre consecuencia de la osteoporosis que deteriora la calidad del hueso y le hace perder resistencia, precisamente, frente a los bajos impactos de la vida ordinaria (ver en https://www.neyro.com/2015/ 10/07/las-fracturas-de-bajo- impacto-son-la-consecuencia- de-la-osteoporosis/)