Los grandes pensadores de la biología han dicho siempre aquello de que «nada es gratuito en la naturaleza» y todo está orientado de alguna manera, con alguna pretensión, con un mecanismo que muchas veces nos es desconocido o tardamos mucho tiempo (a veces siglos) en desentrañar. En la biología humana podemos afirmar algo similar y aún más en la singular fisiología femenina. Viene esto a colación con el tema de la aparición (mensual) de la regla en las mujeres.
Seguramente la función fundamental de la regla (recordemos que tiene ese nombre vulgar porque es regular…) no es otra que la de anunciar a su propietaria que este mes no se ha producido el embarazo. El argumento es evidentemente reduccionista porque tras la menstruación hay mucho más; de hecho es el final de un ciclo «menstrual» en el que se han producido toda una serie de cambios que se ejemplifican en el esquema adjunto y que tiene por objetivo el desarrollo folicular que consiga la maduración primero y su extrusión más tarde de un ovocito adecuado para la fertilización y la posterior implantación del embrión resultante en un endometrio suficientemente bien desarrollado como para que el embarazo tenga lugar.
De todas maneras, en el título ya anticipamos que no todo en el deporte es obligadamente saludable, sobre todo en el de élite sometido cada día más a exigencias en el límite de la biología y la fisiología. De hecho, todos los que de una u otra forma tratamos de ayudar a las deportistas deberíamos tratar de describir los desórdenes endocrinos o “adaptaciones“ generadas por la intensa actividad física en adolescentes y jóvenes atletas y verificar el potencial impacto de estos cambios hormonales sobre el crecimiento y desarrollo puberal, los ciclos menstruales y la adquisición de masa ósea.
En algún lugar de este web nos ocupábamos de los asuntos de la regla y su relación con el deporte (ver en https://www.neyro.com/2019/12/ 30/la-regla-en-la-mujer- deportista/) e incluso nos preguntábamos si era preciso tener la regla cada mes, en condiciones normales (lejos de la práctica deportiva) y así lo contamos en https://www.neyro.com/2019/ 05/23/realmente-es-necesario- para-la-vida-de-las-mujeres- tener-la-regla-todos-los- meses/
Es conocido de hecho, que entre las deportistas de élite no es infrecuente la pérdida de los ciclos menstruales e incluso durante no ya meses sino durante largos años. ¿Es esto positivo?, ¿supone una ventaja no tener que ocuparse de la engorrosa tarea de la regla y de todo lo que alrededor de ella existe para mujeres dedicadas en cuerpo y alma a su rendimiento físico?. Pues bien, en nuestra ayuda a estos efectos viene, mi estimado lector, acude hasta el ánimo del legislador (nada más alejado de la intencionalidad de este juntador de letras que defender a un gremio tan insolidario como el de los políticos, pero…)
En el preámbulo de la (actualmente en vigor en España) Ley del deporte 10/1990, de 15.10.1990. En http://www.csd.gob.es/csd/ informacion/legislacion- basica/ley-del-deporte. -Último acceso, 04.11.18-, se dice textualmente que «el deporte se constituye como un elemento fundamental del sistema educativo y su práctica es importante en el mantenimiento de la salud y, por tanto, es un factor corrector de desequilibrios sociales que contribuye al desarrollo de la igualdad entre los ciudadanos, crea hábitos favorecedores de la inserción social y, asimismo, su práctica en equipo fomenta la solidaridad. Todo esto conforma el deporte como elemento determinante de la calidad de vida y la utilización activa y participativa del tiempo de ocio en la sociedad contemporánea»
¿Realente el deporte llevado a los extremos que vemos cada fin de semana en las magníficas retransmisiones deportivas en las que nuestras deportistas llevan sus marcas hasta extremos imposibles, reporta salud a las propias practicantes?, ¿es sano quedarse sin la regla durante largos periodos de tiempo consecutivos a un entrenamiento exhaustivo?, ¿está esa amenorrea ligada a los diagnósticos tempranos de osteoporosis que vemos cada en consulta con estas deportistas de élite?, ¿tienen esas alteraciones menstruales algo que ver con la infertilidad consecutiva de muchas de estas atletas? El esquema anterior retrata las tres variables en su contexto dinámico.
Todo ello forma parte de una tríada diabólica que en endocrinología llamamos la «triada de la atleta», en la que se conjugan la propia amenorrea o falta de menstruaciones y por tanto de ciclos espontáneos de la que hablábamos, las dietas de restricción calórica extremas con incluso trastornos de la conducta alimentaria asociados y la consecutiva osteoporosis anticipada treinta o cincuenta años a lo que la fisiología normal debiera ser en realidad. El esquema adjunto ejemplifica las variantes de esta grave afección.
La pregunta que surge ahora es si todas esas alteraciones menstruales tan propias y exclusivas, inicialmente al menos, de las deportistas de élite no están apareciendo cada día de forma más importante, incluso más frecuente entre las deportistas aficionadas en una sociedad contradictoria que estimula de un lado la obesidad y sufre de hecho una auténtica pandemia por ella y por otro lado premia e incluso admira la vigorexia como parte de una verdadera esquizofrenia social, entrada ya la tercera parte como está de este nuevo siglo de continuos cambios.
No podemos olvidar que, entre otros daños, está la (¿irreversible?) pérdida de masa ósea cuando todavía ni siquiera se ha completado su desarrollo adulto (estos trastornos pueden-suelen comenzar antes de los veinte años incluso) con las dramáticas consecuencias de la fracturas por fragilidad. Lamentablemente, cuando se ha iniciado la primera, la segunda es si cabe más probable y ello predispone a la tercera, etc, etc, de acuerdo a un esquema de riesgo que ejemplifica muy bien la imagen adjunta extraída de una de las clases del Dr.Neyro.
Se lo han planteado también en la Revista Corredor/ de www.soycorredor.es cuando una de sus más activas periodistas, la célebre Nerea Ruano se ha acercado al creador de contenidos de este web, el ginecólogo José Luis Neyro en su faceta del profesor de postgrado de la Facultad de Ciencias de la Actividad física y del deporte de la Universidad Politécnica de Madrid y amante de todo lo relacionado con la salud de la mujer en general y del mundo mujer y deporte en particular.
Lo han comentado en uno de sus afamados podcast que el lector interesado puede escuchar en el enlace adjunto. Espero que le guste. Está en https://www.soycorredor.es/ corredora/alteraciones-ciclo- menstrual-jose-luis-neyro_ 224605_102.html
Actualmente llevo ocho meses sin la menstruación con seguimiento ginecológico desde el tercer mes. No tengo ningún tipo de dolor y aparentemente me encuentro bien. En un primer momento se me hizo un análisis de hormonas con resultados totalmente normales, he tomado durante tres meses progesterona con intención de provocar mi regla cosa que nunca sucedió. Me encuentro esperando un segundo análisis de hormonas más detallado, pero puesto que este proceso está siendo muy lento me he decidido a preguntar.
Sospecho de una amenorrea hipotalámica. Mi estatura y mi peso, 163cm y 53kg, son aparentemente normales. No considero que tenga una restricción exagerada en mi alimentación, intento comer de la manera más saludable posible, y hago una actividad física de 60 a 90 minutos diarios aproximadamente. ¿Crees que esta podría ser la causa de mi amenorrea? Y en el caso de que sea así, ¿disminuyendo la actividad física y/o aumentando mi ingesta calórica podría recuperar mi menstruación? ¿Cuánto tiempo podría tardar en recuperarla en el caso de que hiciera estos cambios?. Temo comer más, no moverme tanto y perder mi forma física con la cual estoy muy contenta.
Muchas gracias por adelantado por tu tiempo. Espero que puedas ayudarme.
Un saludo
Hola Marta, muy buenos días y muchas gracias por su confianza y seguimiento de nuestro blog.
Efectivamente, aunque su relato es muy bueno…, carecemos de datos MUY importantes para establecer un verdadero diagnóstico…, pues esto no puede ser considerado una consulta médica en toda regla….
Nos faltan su edad, su historia menstrual previa, su fertilidad anterior, si ha seguido algún tipo de tratamientos (hormonales o no…), cuál es su historia familiar, si ha sido operada cuándo y de qué, los resultados de sus pruebas metabólicas, los niveles hormonales antes y tras los tratamientos…; en fin…
Nosotros, en medicina le llamamos anamnesis y suele ser exhaustiva máxime en un caso de amenorrea secundaria que debe tener etiquetas concretas y no solo conjeturas.
Es informativa la reiterada prueba negativa de progesterona, pero habría que evaluar dosis, tipo de producto, vía empleada, tiempo de administración…
Como ve muchos «detalles» que obligan a profundizar. Si está realmente interesada en nuestra consulta ya sabe que tenemos posibilidad de hacerla distancia solo dejando su nombre y telf en el buzón de voz de nuestro centro, en el 944 274 858 (con el +34 si la llamada es desde fuera de España).
Entre tanto, no me atrevería dar un diagnóstico más allá de su sospecha y lo que antecede a estas preguntas lo contamos en nuestra noticia, que seguro ha leído (e incluso repasado…)
No me atrevería por lo tanto a pautarle más o menos ejercicio sin conocer los detalles de su dieta, de su régimen de ejercicio…, sin tener los datos de sus analíticas hormonales, sin saber cómo están funcionando no solo los ovarios, sino el tiroides, las suprarrenales, la hipófisis al fin…
Desde hace muchos años venimos tratando a deportistas de élite en la distancia con este sistema…; lo que ha cambiado en los últimos tiempos es que las mujeres implicadas en estos trastornos ya no son solo deportistas de élite, sino sencillamente mujeres que se han enganchado al ejercicio y que entrenan a diario (o cada dos o tres días…), pero con variable intensidad.
En fin, Marta, que además de gratitud por su seguimiento le ofrecemos nuestro concurso profesional con el método aludido.
Entre tanto, puede suscribirse a nuestro blog para seguir recibiendo nuestras nuevas noticias en su correo electrónico; es gratuito.
Un saludo y hasta cuando quiera.
Hable de nosotros con sus amigas…, please!!!!