Seguramente resulte una obviedad decir que hace ya meses que nos ocupamos de las complicaciones de CoVID19 durante la gestación (ver en https://www.neyro.com/2020/10/
El estudio se tituló originalmente «Recién nacidos de madres con COVID-19: datos del registro de la Sociedad Española de Neonatología» (originalmente, «Neonates Born to Mothers With COVID-19: Data From the Spanish Society of Neonatology Registry«) y se encuentra publicado en la revista Pediatrics. 2021 Feb; 147(2): e2020015065 (ver original en el enlace https://pediatrics.
Los síntomas maternos fueron similares a los de la población general, con un 5% de formas graves. En el 45,8% de las mujeres asintomáticas en el momento del parto se detectó infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave por el cribado de CoVID19 en todas las mujeres ingresadas en el hospital por trabajo de parto. La tasa de partos prematuros fue del 15,7% (casi tres veces más de lo habitual en cualquier centro de trecer bivel en nuestro país) y de cesáreas, del 33%.
La prueba diagnóstica más común fue la detección de ARN viral por reacción en cadena de la polimerasa de hisopos nasofaríngeos a una edad promedio de 3 horas después del parto (1 a 12 horas). Casi la mitad de los recién nacidos se quedaron piel con piel después del parto y el pinzamiento tardío de los cordones umbilicales se realizó en el 43% de los recién nacidos. Además, el 62,3% de los recién nacidos asintomáticos fueron tratados con alojamiento conjunto. El 76,5% de los recién nacidos se alimentaron de leche materna, 204 de ellos con lactancia materna exclusiva.
En conclusión, puede afirmarse que estos datos indican que no hay necesidad de separar a las madres de los recién nacidos, lo que permite el pinzamiento tardío del cordón y el contacto piel a piel junto con el mantenimiento de la lactancia materna en un alto porcentaje de recién nacidos de madres con CoVID19.