El mayor logro del asunto es que entre sus ventajas está poder hacer un pronóstico basado en una prueba clínica común y económica, así como la generación automática de una puntuación (objetiva por lo tanto…) junto con los resultados del hemograma completo, que es el sencillo «análisis de sangre» que nuestro médico de atención primaria nos hace cuando intenta diagnosticar sobre nuestro estado de salud. Así lo han referido los investigadores del estudio observacional que se llevó a cabo en 11 distintos hospitales europeos (todos ellos dotados de un espectofotómetro como el de la imagen).
Efectivamente, sabemos que CoVID19 se presenta con alteraciones específicas en los glóbulos rojos circulantes que pueden detectarse mediante un analizador hemo-citométrico usual, sobre todo cuando el analizador también puede reconocer células inmunitarias activadas y precursores de eritrocitos en la circulación, como eritroblastos y granulocitos inmaduros, según explicaba el autor principal, Dr. Andre Van der Ven, especialista en enfermedades infecciosas y profesor de salud internacional en el Radboud University Medical Center’s Center for Infectious Diseases, en Nimega, Países Bajos.
El Dr. Van der Ven y sus colaboradores crearon un algoritmo basado en 1.587 ensayos de hemograma completo de 923 adultos. También validaron el sistema de puntuación en una cohorte de 217 determinaciones de hemograma completo en 202 personas. Los hallazgos concordaron: la puntuación predijo con precisión la necesidad de atención crítica en los primeros 14 días en 70,5% de la cohorte de desarrollo y en 72% del grupo de validación. El siguiente gráfico trata de explicar la metodología del trabajo comentado.
El sistema de puntuación fue superior a cualquiera de los 10 parámetros por separado y lo que es más importante: fue capaz de discriminar gravedad para hacer pronóstico de enfermedad evolucionada. En el curso de 14 días la mayoría de los clasificados bajo la categoría de no graves en los primeros 3 días se mantuvo clínicamente estable, mientras que el grupo con enfermedad clínica experimentó progresión. La gravedad clínica alcanzó su punto máximo en el día 6.
La mayor parte de la investigación previa sobre el pronóstico en la CoVID19 era geográficamente limitada, conllevaba alto riesgo de sesgo o no validaba los hallazgos, señalaron el Dr. Van der Ven y sus colaboradores. El propósito de la intervención es «ayudar a la estratificación objetiva del riesgo para apoyar la toma de decisiones en la asistencia al paciente en etapa temprana, y así facilitar las intervenciones oportunas, como la necesidad o no de ingreso en la unidad de cuidados intensivos, antes de que se vuelvan clínicamente evidentes los síntomas de enfermedad grave, con la intención de mejorar los resultados que interesan al paciente, y no para predecir la mortalidad», señalaron los investigadores.
El trabajo ahora comentado desarrolla la puntuación con base en adultos que acudieron a atención médica desde el 21 de febrero hasta el 6 de abril de 2020, efectuándose seguimiento de los desenlaces hasta el 9 de junio. La mediana de edad de los 982 pacientes era 71 años y aproximadamente dos tercios eran hombres. Utilizaron un analizador hemo-citométrico Sysmex Europe GmbH XN-1000 (Hamburgo, Alemania) en el estudio, exactamente igual al de la imagen de arriba.
Solo 7% de estos pacientes no fue ingresado a un hospital. Otro 74% fue ingresado a una sala general y el resto (19%) se trasladó directamente a la unidad de cuidados intensivos (el histograma de frecuencias justo abajo pertenece al estudio original y resume esos datos). El sistema de puntuación incluye parámetros para neutrófilos, monocitos, eritrocitos y granulocitos inmaduros, y cuando está disponible, parámetros de reticulocito y biodisponibilidad de hierro.
Los investigadores informaron de diferencias significativas en el transcurso del tiempo en el cociente neutrófilo a linfocito entre los grupos con enfermedad grave y no grave (p < 0,001), por ejemplo. También encontraron diferencias importantes en los valores de hemoglobina entre las cohortes después del día 5. El sistema genera una puntuación de 0 a 28. La sensibilidad para la predicción correcta de la necesidad de cuidados intensivos aumentó desde 62% en el día uno hasta 93% en el día 6.
El estudio demostró que la infección por SARS-CoV-2 se caracteriza por cambios hemo-citométricos en el curso del tiempo. Estos cambios, reflejados en conjunto en la puntación del pronóstico, podrían ayudar a la identificación temprana de pacientes cuya evolución clínica tiene más probabilidades de agravarse con el tiempo.
Los hallazgos también respaldan otros ensayos que demuestran que los hombres tienen más probabilidades de acudir al hospital con CoVID19, y que la mayor edad y la presentación de trastornos concomitantes se suma al riesgo general. «Sin embargo, no todos los pacientes jóvenes tienen evolución leve, y no todos los pacientes de edad avanzada con trastornos concomitantes estaban graves», indicaron los investigadores.
Por consiguiente, la puntuación para el pronóstico puede ayudar a identificar a los pacientes con riesgo de progresión grave además de otros factores de riesgo y «apoyar a las decisiones de tratamiento individualizadas con datos objetivos», añadieron. El Dr. Reichberg calificó como «muy valioso» el concepto de combinar parámetros del hemograma completo para integrar una puntuación. Sin embargo, añadió que incorporar un índice a la práctica clínica «históricamente ha sido difícil». Las tablas resumen algunos de los resultados.
Añadió que es probable que una puntuación basada en el hemograma completo se combine con otras. «Me gustaría ver un índice que combine todas las pruebas que realizamos para CoVID19, incluido un hemograma completo». El Dr. Van der Ven hizo referencia al siguiente paso en su investigación. «El algoritmo se ha de instalar en los analizadores de hematología para que la puntuación de pronóstico se genere automáticamente cuando se pide un hemograma completo para un paciente con COVID-19. Así que la implementación de la puntuación es el principal interés ahora», concluyó. Cada vez nos lo pone más fácil…., pero nada podría hacerse sin investigación.