Desde muy al principio debatido y aún no del todo aclarado permanece todavía este tema de la influencia del maldito SASR-CoV2 durante el embarazo (y bien tratamos de tocar el tema en este blog; lea en https://www.neyro.com/2020/06/ 07/tratamiento-de-las- complicaciones-de-covid19- durante-el-embarazo/), y sin siquiera aclarar cuál es la mejor vía para terminar el embarazo de acuerdo al hecho de que la gestante esté infectada (como contamos hace poco en https://www.neyro.com/2020/07/ 03/peores-resultados- perinatales-si-el-parto-es- por-cesarea-en-covid19/)...; en fin, aprendiendo cada día…
De hecho, los primeros datos de CoVID19 en el embarazo indicaban parto por cesárea, aislamiento estricto del recién nacido y alimentación con fórmula. Pero, ciertamente y en honor a la verdad, no teníamos evidencia que lo aconsejara con certeza; ¿está por lo tanto justificada esta práctica? Con el fin de estimar el riesgo de que el recién nacido se infecte con el SARS‐CoV2 según el tipo de parto, el tipo de alimentación y la interacción madre-lactante, unos investigadores capitaneados por Walker KF de la Division of Child Health, Obstetrics and Gynaecology, School of Medicine, University of Nottingham, Nottingham, UK realizaron búsquedas en dos bases de datos biomédicas entre septiembre de 2019 y junio de 2020, teniendo en cuenta informes de casos o series de casos de mujeres embarazadas con COVID‐19 confirmad que informaron de los resultados neonatales.
La imagen precedente pertenece a otro artículo sobre el tema y no al que ahora comentamos (puede verse en el original en The Pediatric Infectious Disease Journal de este mismo 2020)
El estudio que ahora comentamos fue publicado en la prestigiosa British Journal of Obstetrics and Gynaecology (en la imagen de abajo la portada del número) en el mes de octubre de este maldito 2020; se tituló «Maternal transmission of SARS‐COV‐2 to the neonate, and possible routes for such transmission: a systematic review and critical analysis». Los autores, para la infección infantil notificada, realizaron un análisis crítico para evaluar la probabilidad de transmisión vertical (de la que ya nos ocupamos hace un tiempo con los datos disponibles hasta aquel momento, todavía accesible en https://www.neyro.com/2020/03/ 20/transmision-de-coronavirus- de-madre-a-hijo-durante-el- embarazo-es-posible/).
Para el lector interesado el estudio está en BJOG. 2020 Oct; 127(11): 1324-1336. y puede accederse a través del enlace siguiente que conecta directamente con la revista: https://obgyn. onlinelibrary.wiley.com/doi/ full/10.1111/1471-0528.16362. Abajo, la imagen de portada del artículo en cuestión.
Hasta el momento actual, 49 estudios incluyeron información sobre el parto y el estado de infección del lactante en 655 mujeres y 666 recién nacidos, en relación con SARS-CoV2. En total, 28/666 (4%) dieron positivo en el posparto. De los bebés nacidos por vía vaginal, 8/292 (2,7%) dieron positivo en comparación con 20/374 (5,3%) nacidos por cesárea. Hay poca información sobre la alimentación y la separación del bebé (en muchos de esos estudios la información o no existe o no resulta confiable por contradicciones de los propios relatos de algunos autores…), pero de los bebés alimentados con leche materna, 7/148 (4,7%) dieron positivo en comparación con 3/56 (5,3%) para los que recibieron alimentación con fórmula. De los bebés informados que fueron amamantados con su madre, 4/107 (3,7%) dieron positivo, en comparación con 6/46 (13%) para los que permanecieron aislados.
En resumen, como decíamos al principio de esta noticia, deberemos seguir aprendiendo cada día. En el momento presente, podemos concluir (momentáneamente) que la infección neonatal por CoVID19 es poco frecuente, rara vez es sintomática y que la tasa de infección no es mayor cuando el bebé nace por vía vaginal, se amamanta al pecho o permanece con la madre, sin aislarlo de forma especial.
Una vez más, seguiremos informando.