Solo en los últimos años algunos pioneros en este país han caído en la cuenta de que el organismo femenino se comporta de manera diferente en diferentes fases del ciclo menstrual (que no olvidemos que es casi mensual…) en cuanto al rendimiento deportivo se refiere. Podría parecer elemental, pero durante decenios, hasta ayer mismo, hasta hoy en muchos ámbitos, el entrenamiento deportivo de las mujeres sigue con los mismos parámetros que lo de los chicos, sin tener en cuenta los cambios hormonales de las mujeres.
Algo está cambiando en este sentido en nuestro país pues algunos entrenadores deportivos y profesores de INEF (Instituto Nacional de Educación Física) o como más modernamente deberemos mencionarlo, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, como el ya famoso Alberto García Bataller, que puede seguirse en su cuenta de twitter @agarbasn1
se han concienciado hace años de que las mujeres son definitivamente diferentes en cuanto a su fisiología y a su rendimiento y, por lo tanto, sus capacidades y sus ritmos de entrenamiento incluso y sobre todo en alta competición, son distintos y deben adecuarse a esa realidad.
En ese contexto, las relaciones entre la mujer, sus menstruaciones (y la muchas veces acompañante clínica de síndrome premenstrual o incluso dolor intra-menstrual…..) y el rendimiento deportivo no son efectivamente siempre cordiales. Es más, en alguna ocasión, a veces frecuentemente, pueden llegar a ser horribles. Algunos autores especifican que las diferencias en ese rendimiento pueden incluso llegar a alcanzar cifras de dos dígitos en porcentaje.
Es común en el mundo de la ginecología que las pacientes cuenten estar afectas de síndrome de tensión premenstrual, un cuadro en ocasiones mal definido que puede llegar a ser muy florido con hasta 150 síntomas diferentes (cefalea, molestias en hipogastrio, hinchazón abdominal, hormigueos en el bajo vientre, sensación de distención o de plenitud, dolor menstrual, abatimiento, irritabilidad, sensación de digestiones pesadas, estreñimiento pertinaz….etc, etc….). Si acontece en una deportista puede obligarle a dejar de entrenar en esos tres o cinco días…, sin más.
Pero cuando esto sucede en una deportista de alto rendimiento, en una seleccionada en la élite de un determinado deporte, el asunto puede ser un a tragedia….que se repite menstrualmente….; si además sucede en épocas inmediatamente pre-competición, en una determinada época del año deportivo o incluso durante un campeonato nacional o una competencia larga como Juegos Olímpicos o similar, la tragedia está desencadenada seguro.
Los nuevos tratamientos hormonales contraceptivos, nos comenta el experto ginecólogo José Luis Neyro, preparan pautas de tratamiento de 84 y hasta 120 días seguidos sin necesidad de hacer pausas para sangrados cíclicos cada tres o cuatro semanas. El atractivo de la medida aparece cuando pensamos en evitar toda esa sintomatología y poder controlar la menstruación suprimiéndola del calendario de la deportista de élite.
No se trata de dejar a todas las mujeres, señala JL Neyro, porque es impensable, pero existen ahora formas alternativas de contracepción que nos permiten eliminar del todo las molestas reglas sin la incomodidad de sufrirla para «simular» tan solo una situación que nadie exige que deba parecerse a lo acontecido cuando los ciclos se desarrollan con su «normalidad» llena de dolor o de incomodidad.
Se trata, destaca finalmente el especialista, de facultar que la mujer elija su actividad, que decida si quiere o no tener una regla mensual, que pueda programar sus actividades, deportivas, profesionales, sociales, lúdicas o sexuales sin la atadura bíblica de tener que soportar una regla que le disminuye mensualmente su calidad de vida… Es el futuro ya mismo, hoy en nuestras clínicas.