La menopausia, para qué engañarnos, es uno de los temas preferidos del responsable de contenidos de este web que usted amable lector honra con su presencia.
En los últimos meses, parece que el asunto va calando poco a poco incluso en la prensa generalista que se va haciendo eco de cada vez más noticias que afectan a una parte no depreciable de la población (nada menos que a la mitad…..) en la medida que al menos el 95% de las mujeres vivirán más de un tercio de sus vidas en situación de postmenopausia.
El prestigioso diario español ABC, cabecera del Grupo VOCENTO (uno de los más poderosos editoriales del país) se ocupó en un acertadísimo reportaje de Laura Marta Loriente de estos asuntos en relación con la triada «mujer, deporte y hormonas» en el extra de salud del diario del pasado 18.03.17. Magnífico trabajo de la periodista que merece ser leído y guardado.
Se encontraba en él un artículo de nuestro responsable de contenidos, el ginecólogo José Luis Neyro, que debatía sobres estos asunto en un clarificador artículo que transcribimos textualmente.
«A diferencia de los hombres, que producen espermatozoides hasta el final de sus días, las mujeres tienen una vida reproductiva marcada por la duración de sus ovarios. Están programados hasta los 50 años. No hay función que contrarreste esta fecha de caducidad, por muy sana que se esté. Por eso menopausia suena a fracaso, incluso se utiliza como un insulto. Pero no es una enfermedad, solo una etapa más que la mujer aprovechará al máximo si asume los cambios que se producen en su cuerpo.
Los médicos hemos reaccionado mal y tarde a todo lo que rodea a lo que acuñamos como «síndrome climatérico», con todos sus síntomas y efectos. No hay tradición médica de estos trastornos. A cada mujer le afecta de manera diferente. De cada cien que llegan a la menopausia, veinte la pasarán sin problemas. El resto tendrá sofocos, irritabilidad, sequedad vaginal, dolores articulares… De ese 80 %, el cuarenta sufrirá un síndrome tolerable.
Para este grupo el deporte puede ser una magnífica receta. Siempre con una correcta supervisión ginecológica. La práctica deportiva produce endorfinas, favorece la autoestima, suaviza los efectos, tonifica y ayuda a que el peso se equilibre. En la menopausia se quema menos grasa y, además, se redistribuye.
Los estrógenos orientan el cuerpo de la mujer a la reproducción, protegen el útero acumulando la grasa en la cadera. Pero
con la pérdida del ciclo menstrual, estas hormonas desaparecen y quedan los andrógenos, hormonas masculinas, que la desvían hacia la barriga. Parece que aún se gana más peso. Aunque, atención, el deporte solo no adelgaza si no se acompaña de otros hábitos saludables como una dieta equilibrada.
Los estrógenos también fomentan la creación de hueso. Cuando dejan de funcionar, la mujer recurre a las reservas de calcio que ha acumulado durante su vida. La actividad física contribuye a fortalecer y mantener esa densidad ósea, y retrasa la osteoporosis, una de las principales causas de lesiones graves en este periodo. Los estrógenos también protegen el sistema cardiovascular,por eso hay más problemas de hipertensión arterial en mujeres mayores de 50 años. Resulta así imprescindible añadir deporte a la rutina diaria, para reforzar ese sistema que se ha empezado a dañar.
Si las mujeres comprueban los beneficios que el ejercicio genera en su cuerpo, y en su humor, se mantendrán fieles a la receta deportiva y verán aumentada su calidad de vida. Pero los ejercicios y tratamientos deben ser amigables, acompañados de una buena explicación médica y adaptados a cada persona. No obstante, a otro grupo de mujeres la menopausia les afecta de forma más grave. Los tratamientos hormonales pueden ser la solución. ¿Para todas? No, hay que seleccionar, y de eso nos ocupamos los ginecólogos. Pero solo con deporte o solo con complementos hormonales será insuficiente».