Durante muchos años, décadas más bien, los médicos en particular, los sanitarios en particular (y ello incluye a enfermería, farmacéuticos…., en fin) e incluso nuestras (siempre respetadas) autoridades sanitarias nos hemos empeñado en que los pacientes no se auto-medicaran, que los tratamientos médicos debían ser prescritos por un profesional de la medicina adecuadamente validado y certificado…., pero parece que esas recomendaciones no son tan estables ni tan siquiera en el sentido de la seguridad de los tratamientos.