Efectivamente es así y de manera rotunda…; la «píldora», entendiendo por tal el conjunto de tratamientos contraceptivos vía oral con muy diversa composición y hasta con dosificaciones diferentes, constituyen el el tratamiento médico que más ha influido y ayudado a la liberación de la mujer, por encima de la abolición de la esclavitud o de la implantación del sufragio universal pongo por caso, como paradigmas de avances sociales. Y es que hasta hace cincuenta años que se cumplen ahora mismo en que se comercializó la primera píldora contraceptiva, la mujer en general estaba «condenada» a soportar los embarazos que vinieran sin poder controlar su fertilidad.
Dar a la mujer, a cada una, la posibilidad de seguir manteniendo su sexualidad en actividad sin la contraprestación de tener el número de embarazos que su fertilidad condicionara hizo mucho más por su liberación que cien años de partidos políticos que hasta hace bien poco tiempo ni pensaban en la mujer de forma diferenciada más allá que para contratarlas de secretarias…, pera esa es otra pelea que ahora se aleja de esta noticia.
Seguramente por estas razones, porque la píldora influye sobre la sexualidad de sus usuarias y les permite planificarla, les permite controlarla, primero la costumbre y los usos sociales, luego las iglesias (las diferentes confesiones, hay que señalarlo…) luego la ley incluso durante las primares décadas de su todavía corta pero lúcida historia han tratado de controlarla, cuando no prohibirla o denostarla…. Hasta no hace mucho, recordemos con espanto, recetar la píldora con fines contraceptivos estaba tipificado como un delito en el código penal español…
Pues bien, esas y otras circunstancias han provocado que alrededor de la píldora (de todos los métodos contraceptivos en general) se hayan generado no pocos mitos, no pocas leyendas que se separan grandemente de las evidencias científicas de su empleo en función de los resultados de las diferentes investigaciones que ase han ido publicando a lo largo de esos cincuenta años.
Así, señala el Doctor Neyro, hace ya un tiempo no muy lejano una revista indexada internacionalmente publicó un primer artículo en el que constatábamos los mito y leyendas surgidas entre la población general y entre los propios ginecólogos alrededor de los métodos contraceptivos reversibles de larga evolución. El lector interesado puede obtener más información en el artículo original en https://www.ncbi.nlm.nih. gov/pubmed/27311169 y en el original de la revista en el enlace https:// ginecologiayobstetricia.org. mx/secciones/articulos-de- revision/mitos-y-realidades- de-los-anticonceptivos- reversibles-de-larga-duracion- 2/
Pues bien, ahora, como si fuera una continuación de aquel estudio, el Dr. Neyro ataca ahora los mitos y las realidades, siempre muy distantes unos de otras…, de los contraceptivos orales de corta duración, de la píldora para que nos entendamos entre todos….; y es que se dicen muchas cosas al respecto: ¿la píldora engorda?, ¿será verdad que la píldora acorta o dificulta la fertilidad posterior de la usuaria?, ¿acaso aumenta el riesgo de padecer cáncer por emplearla como método contraceptivo? (de este tema ya nos ocupamos recientemente en exclusiva en una noticia colgada en el web en https://www.neyro.com/2018/06/ 29/realmente-los- anticonceptivos-orales- incrementan-el-riesgo-de- cancer-de-mama/)
La falta de fundamentación científica en estos temas de medicina en general, de contracepción en particular, suele ser la norma en una época de post-verdad (que llaman ahora a las mentiras) y de fake-news (que es como se denominan hoy a las falsedades públicas fabricadas para confundir). ¿Es necesario «descansar» de la píldora cada año unos meses como se hacía en los setenta del psado siglo?, ¿es preciso sangrar cada mes cuanso se toma la píldora?, ¿se pueden evitar los sangrados menstruales hoy?