Se trata de mostrar los resultados de un estudio internacional publicado en marzo de 2017, en el que han participado el Instituto Universitario IVI Valencia y el Hospital La Fe de Valencia. Antes del parto, el cuello uterino, parte más baja del útero, adelgaza y se acorta en la parte final del embarazo; en algunas mujeres, el cuello uterino se acorta prematuramente sobre el cuarto o quinto mes de embarazo, aumentando el riesgo que acontezca un parto prematuro.
Estudios previos ya habían demostrado que la hormona natural progesterona, la más importante de la gestación, pero administrada vía vaginal en forma de óvulos o gel, reduce el riesgo de parto prematuro en mujeres con embarazo único y cuello uterino acortado. Sin embargo, el efecto de este tratamiento en embarazos gemelares seguía siendo controvertido, al menos hasta el momento actual.
El trabajo es en realidad un resumen analítico de otros análisis previos (estudio de estudios, lo que en estadística se llama metanálisis), incluyó datos de 6 ensayos clínicos aleatorizados (ECAs) en los que participaron un total de 303 mujeres embarazadas de gemelos con una longitud del cuello uterino de 25 milímetros o menos en el segundo trimestre, medida siempre mediante ecografía trans-vaginal.
De éstas, 159 fueron aleatorizadas a recibir progesterona vaginal y 144 recibieron placebo o ningún tratamiento. El riesgo de tener un parto antes de la semana 33 se redujo un 31% en las mujeres que recibieron progesterona vaginal (31% en el grupo que recibió progesterona vaginal frente al 43% en las que no recibieron dicho tratamiento) (RR, 0.69 (95% CI, 0.51–0.93)
La progesterona vaginal también redujo el riesgo de parto prematuro antes de la semana 32 y 34 de embarazo. Además, los niños nacidos de mujeres que recibieron progesterona vaginal tuvieron una reducción del 30% en la tasa de problemas respiratorios, la complicación más frecuente de los prematuros (del 47% en el grupo de placebo/no tratamiento se redujo al 33% en el grupo de la progesterona)(RR, 0.70 (95% CI, 0.56–0.89).
La tasa de ventilación mecánica asistida se redujo un 46% (del 27% en el grupo de placebo/no tratamiento se redujo al 16% en el grupo de la progesterona), mientras que el riesgo de muerte neonatal cayó un 47% (del 22% en el grupo placebo/no tratamiento se redujo al 11% en el grupo de la progesterona).
«Los hallazgos aportan evidencia sólida de que el tratamiento con progesterona vaginal en mujeres con embarazo gemelar y cuello acortado reduce la frecuencia de partos prematuros, complicaciones neonatales, tales como los problemas respiratorios, y lo que es más importante, las muertes neonatales», según Vicente Serra y Alfredo Perales, jefe de la Unidad de Medicina Materno-Fetal de IVI Valencia y jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital La Fe de Valencia, respectivamente.
Este asunto no puede darse por finalizado ni por definitivo; nuevas investigaciones se abrirán en pocos meses, seguro, nos aclara el Dr. Neyro, pues en una sociedad donde cada vez más embarazos se producen más allá de los 40 años, nos enfrentamos entre todos a nuevos retos obstétricos que nos obligan a nuevas soluciones (ver en http://www.neyro.com/2016/03/