De los temas que más importancia están tomando en reproducción por el notable cambio de actitud de la mujer respecto de su propia fertilidad (http://www.neyro.com/2015/01/26/aumenta-la-edad-media-de-las-pacientes-en-la-reproduccion-asistida/), es conocer el potencial de fecundidad qué todavía queda a cada una de ellas a diferentes edades; nos ocupamos hace un tiempo contando los parámetros que podíamos utilizar para conocerlo con rigor (véase en http://www.neyro.com/2014/06/04/nuevo-marcador-biologico-de-prediccion-de-la-fertilidad-femenina/).
Ahora, unos investigadores del Instituto Gulbenkian de Ciência, en la Universidade do Algarve (Portugal), y de la University at Albany (EEUU) han descubierto en un estudio con moscas de la fruta (la Drosophilla Melanogaster) una especie de reloj con una «alarma molecular» que indica a los óvulos que descansan en el ovario cuándo es el momento adecuado para despertar. Los ovarios nacen con más de dos millones de folículos primordiales (aclara JL Neyro, de lo que solo sobreviven unos 200.00 en cada ovario al llegar el momento de la primera regla.
El desarrollo prenatal de la mujer es fundamental para el futuro de la formación de células reproductivas sanas. En el inicio de la vida reproductiva de una mujer sus ovarios contienen, como decíamos, varios miles de óvulos inmaduros en un estado de reposo en el que pueden durar varias décadas. Según este estudio, publicado en «Nature Communications», los defectos en este despertador serían los responsables de problemas de fertilidad femenina. El original del manuscrito está a disposición de los lectores en
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27507044
Durante su periodo de descanso, los ovocitos «apagan» sus genes para entrar en un estado casi similar a la hibernación. Cuando despiertan, necesitan «encender» sus genes de nuevo para que puedan crecer y prepararse para la ovulación. El equipo de investigación, dirigido por Rui Martinho y Prashanth Rangan, firmantes finales del manuscrito, ha descubierto que el momento de «despertar» los genes de nuevo se programa directamente en los cromosomas del óvulo.
Para descubrir este mecanismo, el equipo de investigación llevó a cabo una serie de experimentos genéticos en ‘Drosophila melanogaster’ o moscas de la fruta. Paulo Navarro-Costa, primer co-autor de este estudio e investigador de la CIG, explica: «Al igual que en los seres humanos, los óvulos de la mosca de la fruta también tienen un período de descanso durante la meiosis (la división celular especializada que se requiere para la formación de células reproductivas sanas). Por lo tanto, este organismo podría ayudarnos a entender exactamente cómo el óvulo es capaz de dar marcha atrás en sus genes en el momento adecuado, algo que ha sido un misterio biológico hasta ahora».
Los resultados del equipo de investigación revelaron que los óvulos no pierden de vista el tiempo durante la meiosis mediante un proceso similar a un «despertador» molecular. Rui Martinho explica el mecanismo: «Cuando los óvulos comienzan a formarse, una proteína llamada dKDM5 modifica los cromosomas de una manera que sólo pueden activar sus genes en el momento adecuado. Si esta alarma está definida de forma incorrecta, por ejemplo, debido a defectos en la proteína dKDM5, las hembras se vuelven infértiles porque sus óvulos no completan la meiosis».
Lo que todavía se desconoce es si esta producción proteica pudiera estar alterada en algunas mujeres y ello podría entonces explicar sus bajas probabilidades de fecundabilidad a pesar de muchos intentos de reproducción asistida incluso, destaca el durante muchos años responsable de la Unidad de Fecundación in vitro del Hospital Universitario Cruces que consiguió el primer bebé probeta (como se le llamaba entonces) de toda la sanidad pública española en el lejano 1985 (ver en
http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/)
Una propiedad inesperada de este nuevo reloj despertador molecular es que se ha fijado en las primeras etapas de la formación del óvulo, mucho antes de que la célula necesite ser despertada. «Estos resultados ilustran cuán importante para la fertilidad femenina es la vida temprana del óvulo. Por ejemplo, en el caso de los seres humanos, las primeras etapas de la formación del óvulo se producen antes de que nazca la mujer, mientras aun está en el vientre de su madre. Este período de desarrollo prenatal, por tanto, es fundamental para el futuro de la formación de células reproductivas sanas», explica Paulo Navarro-Costa.
Seguiremos informando…., no lo duden¡¡¡
Fuentes: