Así, la American Society of Clinical Oncology (ASCO) ha defendido la necesidad de aumentar las coberturas de vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH) con la intención de reducir la carga de enfermedad generada por los tumores asociados, como el de cuello de útero. Es claro que VPH está en la génesis de un número muy elevado de casos de cáncer cada año (como relatamos en http://www.neyro.com/2014/08/
Siguiendo las recomendaciones de otros organismos como los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) o la Organización Mundial de la Salud (OMS), ahora ASCO, en una reciente publicación de abril de 2016 hace también hincapié en que las vacunas profilácticas frente al VPH deben ser administradas de manera eficaz y amplia, y pide desarrollar estrategias nacionales para aumentar las actuales coberturas.
La publicación a que nos referimos está recogida en el Journal of Clinical Oncology y disponible para todos los lectores en el enlace siguiente: http://jco.
Aunque en España la vacuna está incluida en el calendario de vacunación en niñas de 12 a 14 años con una cobertura de un 73%, en otros países como Estados Unidos sólo se vacunan casi el 40% de las jóvenes de entre 13 y 17 años y un 21,6% de los niños de la misma edad. Y que la vacuna es una parte importante de la solución de estos temas relacionados con las infecciones por VPH está demostrado ya en la clínica con los datos que aportaron los australianos tras su toma de decisión de vacunar a toda la población menor de 26 años (lo contamos en http://www.neyro.com/2015/08/
Ante estos datos, y con el objetivo de conseguir un incremento de las coberturas, destaca la necesidad de favorecer la educación y la concienciación entre los profesionales sanitarios, políticos, pacientes y ciudadanos; promover el acceso y los incentivos para la vacunación de forma sistemática; fomentar la investigación, y mejorar las funciones de los profesionales de la oncología en la vacunación frente al VPH.
Negar la evidencia no sirve y son ya muchas las sociedades científicas de todo tipo que hacen suyas las recomendaciones de vacunar frente a VPH a cada vez más población con el objetivo de acabar para siempre con el cáncer de cuello entre otros. Lo recogemos en la siguiente tabla extraída del trabajo ya citado de la propia American Society of Clinical Oncology (ASCO).
Una de las razones de la actual baja cobertura podría ser que, al tratarse de una enfermedad de transmisión sexual, muchos padres no están concienciados en cuanto a la protección de sus hijos frente este tipo de virus, según Maurie Markman, del Cancer Treatment Centers of America de Philadelphia (Estados Unidos). Pero la manera de convencerles es profundizar en el conocimiento sobre estas cuestiones de sexualidad y adolescencia (como expusimos enhttp://www.neyro.com/2015/10/
Al igual que con el resto de vacunas, el Comité Asesor de Seguridad de las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (GACVS) revisa y supervisa periódicamente la seguridad de la vacuna frente al VPH desde que se autorizó su comercialización en 2006. La última revisión se llevó a cabo en diciembre de 2015 y concluyó que mantiene un perfil de seguridad favorable. Ya dimos cuenta de todo ello en varias oportunidades en nuestro blog (enhttp://www.neyro.com/2015/12/