Se calcula que en nuestro medio, fruto de nuestras propias investigaciones epidemiológicas, la menopausia acontece entre los 48 y 52 años de rango. En sí misma, también lo sabemos de largo, ello no debe comportar sintomatología alguna ni tan siquiera pérdida de la calidad de vida…., efectivamente. Pero está situación de «normalidad» solo se da en el 20% de las mujeres totales.
En efecto, el 80% de las mujeres sufren lo que llamamos síndrome climatérico que se caracteriza por variados síntomas, los cuales se han agrupado en: vasomotores o circulatorios, psicológicos y/o sociales, genitourinarios y generales. Son diferentes en cada mujer, aunque hay muchos de ellos que son comunes y también varían a lo largo del tiempo transcurrido. Muchos de ellos puede restar mucha calidad de vida tal y como comentamos antes en http://www.neyro.com/2015/11/ 12/la-menopausia-es-solo-el- nombre-de-una-regla-no-debe- hacerte-perder-calidad-de- vida/.
Estos síntomas se expresan de manera diferente en cada persona, pues intervienen elementos mediadores, tales como: el propio individuo y su historia personal de adaptación equilibrio, normativa moral recibida, desarrollo profesional, actividad deportiva realizada, así como la familia y la comunidad en que se desenvuelve, por lo tanto, la mujer de edad mediana debe ser atendida no solo desde el punto de vista biológico, sino en armonía con su entorno cultural y social.
Los ginecólogos tratamos de que esa aproximación holística a la personalidad de la mujer sea una constante de nuestro trabajo; lo definimos en un manuscrito publicad hace años en una revista internacional y que luego colgamos en este mismo blog en el enlace http://www.neyro.com/2013/10/ 18/repercusion-de-la- menopausia-en-la-calidad-de- vida/.
El síntoma más característico de la menopausia al menos en este lado del mundo, en Occidente, (además de la irritabilidad y los cambios repentinos de carácter) es la oleada de calor, el sofoco, la sofocación…., que es un ascenso térmico en la zona de la esclavina, el cuello, la cara y la cabeza de comienzo brusco (a veces relacionado con la temperatura ambiental, a veces con circunstancias psicológicas o emocionales) que sufre la mujer y que una vez iniciado es inevitable…. Lo peor del asunto es que para el 70% de las mujeres que los sufren a veces se prolongan más allá de cinco años (lo contamos con detalle en http://www.neyro.com/2015/03/ 13/los-sofocos-pueden-durar- mas-alla-de-cinco-anos-para- el-70-de-las-