“Los microbiomas están influenciados por muchos factores, tal como temperatura, pH o acidez del medio ambiente y si existe una fuente de alimento para promover el crecimiento bacteriano”, dijo Cheryl Rosenfeld, profesora adjunta de ciencias biomédicas en la Escuela de Medicina Veterinaria de MU e investigadora en el Centro de Ciencias Vitales Bond. El artículño original puede descargarse en https://www.ncbi.nlm.nih.
“El tracto reproductivo masculino incluye un nicho particular en el cual prosperan las bacterias, cuales son las vesículas seminales. Estas glándulas tubulares producen líquido seminal y se localizan en un ambiente de temperatura controlada y rico en carbohidratos necesarios para la alimentación de las bacterias. Nuestro equipo se dispuso a aislar este potencial microbioma y analizar si podría contener bacterias peligrosas”.
Rosenfeld y su equipo, recolectaron y aislaron líquido y vesículas seminales de ratones machos. Luego los investigadores secuenciaron el ADN de las bacterias localizadas en los órganos y fluido reproductivo. Estos efectos negativos pueden deberse a que el fluido seminal es ligeramente básico (pH de entre 7.8 y 8.2, relata el Dr. Neyro) y enriquecido con hidratos de carbono; por lo tanto, apto la creación de un hábitat ideal para los microbios o un potencial microbioma líquido seminal (SFM de sus iniciales en inglés).
El equipo contrató las Instalaciones Principales de Investigación Informática (Informatics Research Core Facility – ICRF) de la UM, un grupo especializado en biología computacional biológica, como ayuda para analizar los datos. Establecido en el año 2009 por el Fondo de Ciencias Vitales de Missouri, el ICRF suministra una herramienta fundamental para los investigadores en ciencias vitales de Missouri, analizando la abrumadora cantidad de datos que se producen en los grandes proyectos de investigación. En el estudio de Rosenfeld, Scott Givan, director adjunto del ICRF y William Spollen, analista programador experto, emplearon programas de computación especializados que ayudaron a estrechar e identificar a los microorganismos.
“Los datos mostraron que la composición bacteriana que se encontró en el tracto reproductivo de los machos, contenía bacterias potencialmente peligrosas que podían transmitirse a la pareja reproductiva hembra y a las crías”, dijo Rosenfeld. “Las bacterias también podrían ser el agente causal de prostatitis crónica, un posible precursor de cáncer de próstata en los machos, dejando ya al margen su fertilidad. Además, mayor investigación demostró que esta comunidad bacteriana contenía bacterias que pueden causar obesidad en ratas. La comprensión de la forma en que estos factores genéticos y ambientales afectan este microbioma particular podría ayudar a la comprensión de la forma en que posiblemente se desarrollan y transmiten afecciones y enfermedades de los padres a sus crías”.