El cáncer de ovario representa solo el 5% de todos los tumores femeninos, es el sexto más frecuente y la quinta causa de muerte de origen oncológico en mujeres, siendo su principal problema el hecho de que no presenta síntomas para un diagnóstico rápido.
En los últimos años se han hecho determinados intentos de poner en marcha diversos métodos de screening con muy variado resultado. Recientemente se publicó un amplio ensayo realizado en una población muy numerosa que avalaba la posibilidad de que determinado grupo de pruebas diagnósticas (no complicadas ni demasiado caras por otro lado….) pudieran condicionar una reducción importante de la mortalidad por esta terrible enfermedad.
Este mismo blog recogió los avatares principales de aquel estudio en el enlace que aportamos a continuación: http://www.neyro.com/2015/12/
Desde 1994, la Unidad de Ginecología Oncológica del Servicio de Ginecología Vall d’Hebron, encabezada por Antonio Gil, ha realizado 4.200 cirugías oncológicas, entre cirugías primarias y recidivas, un millar de las cuales han sido cirugías primarias en pacientes con cáncer de ovario.
El centro ha llevado a cabo 142 intervenciones de cirugía profiláctica desde 2006 con anexectomía bilateral laparoscópica en pacientes portadoras de mutaciones genéticas, como el BRCA 1 y/o 2.
Continuamente se están abriendo en todo el mundo nuevas líneas de investigación que pretenden conocer más en profundidad todos los pormenores de esta afección, para la que seguimos llegando tarde todavía hoy (más datos enhttp://www.neyro.com/2014/06/
El Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) tiene tres líneas de actuación principales: un proyecto de diagnóstico que utiliza saliva como fuente de biomarcadores (miRNAs), un método no invasivo que pretende mejorar la detección precoz de la enfermedad. Finalmente, la tercera línea busca encontrar un perfil de marcadores de pronóstico asociado a la larga supervivencia de los pacientes, queriendo entender mejor la progresión de la enfermedad y la mejora de las terapias actuales.
«La suma de las potencialidades del Hospital Vall d’Hebron, el VHIR y el VHIO, lo sitúan al frente de la lucha para mejorar la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario y para hacer visible ante la sociedad esta enfermedad», que es silenciosa y, a la vez, mortal, según los expertos.
Y es que cada día se abren nuevas posibilidades de investigación en cáncer de ovario y, consecuentemente, nuevas posibilidades de avance en un mejor tratamiento de esta terrible enfermedad, como ya mostramos en pasado tiempo en este mismo blog (ver en http://www.neyro.com/2014/09/