La fibromialgia es una enfermedad tan extraña como desconocida, con causas hasta ahora ocultas, que afecta en un 4% de la población en España, lo que supone 1.600.000 personas, de las cuales el 90% son mujeres de mediana edad, aunque también hay hombres que la padecen. Nos ocupamos hace ya un tiempo de presentar sus principales características en http://www.neyro.com/2012/10/
Su detección cada vez es más frecuente y su característica principal es un dolor musculoesquelético crónico de origen desconocido, acompañado de una sensación de fatiga y otros síntomas, como la falta de aire que, ya lo decíamos, afecta mucho la calidad de vida general pues puede incluso llegar a invalidar a las personas afectas.
Según el Dr. Vicente Roqués, especialista de la Unidad del Dolor de Hospital Quirónsalud Murcia, «es prácticamente imposible detectarla en un análisis clínico o radiografía, de hecho, toda la sintomatología aparece sin que los médicos encuentren ninguna alteración orgánica que la justifique. Además se suele acompañar de trastornos del sueño y puede asociarse a un síndrome ansioso-depresivo».
No hay análisis ni pruebas objetivas que la descubran; es el dolor en determinados puntos del organismo durante un determinado tiempo el que define la enfermedad, señala el Dr. Neyro. Tampoco se ha encontrado ninguna causa concreta que la origine. Las últimas investigaciones indican que su origen es neurológico. Se trataría de una sensibilización del sistema nervioso central con respuesta dolorosa aumentada. Estos pacientes tienen una sensibilidad exagerada al dolor, ya que perciben como dolorosos estímulos que cualquier otro individuo apreciaría como normales.
Algunos autores han señalado que la anhedonia está en la base del proceso de forma generalizada; se trataría de la incapacidad para sentir y disfrutar el placer en cualquiera de sus formas; es una auténtica incapacidad para experimentar placer, con pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros…., destacan los expertos. El Dr. Roqués explica que, «estos pacientes sufren en muchas ocasiones incomprensión y peregrinan constantemente hasta encontrar algún médico que los atienda y pueda tratar sus dolencias.
A pesar de todo ello, FM no es una enfermedad psiquiátrica en la que el problema esté en la mente del que la padece, si no que es una patología reconocida desde 1987 como enfermedad física real y causa mayor de incapacidad. Cada vez son más los casos en los que la Seguridad Social reconoce la incapacidad absoluta de muchas de las personas afectas por FM, recuerda JL Neyro.
Aunque la fibromialgia es una enfermedad sin peligro para la vida, resulta muy limitante para el paciente y no existe actualmente tratamiento curativo. No obstante, pueden abordarse muchos de sus síntomas, lo que permite al paciente una vida casi normal. Para su tratamiento es necesario el trabajo conjunto de varios especialistas (habitualmente el internista, el reumatólogo, acaso el rehabilitador, quizás el ginecólogo por las especiales circunstancias de FM durante la menopausia; ver en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/
Las terapias suelen incluir moduladores de la sensación de dolor como la Pregabalina (análogo del ácido gamma-aminobutírico (GABA), entre otros; el Dr. Roqués, destaca que, «una de las técnicas que aplicamos en la actualidad es la infusión intravenosa de anestésicos de manera ambulatoria, que han demostrado ser efectivos para mejorar los síntomas de un elevado número de pacientes». Por tanto, aconseja ponerse en manos de especialistas del dolor crónico.