La fecundidad femenina disminuye de forma gradual desde los 30 años, pero con un cambio de pendiente en esa curva de descenso muy nítido a partir de los 35 años; la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia – SEGO encargó en su día al Dr. Neyro la redacción del documento de trabajo que dio lugar al protocolo de lo que entonces se conocía como Fallo ovárico prematuro (y que desarrollamos en el post presente en http://www.neyro.com/2011/02/
Así las cosas, se constata que «en los primeros seis meses de relaciones sexuales, una mujer de 35 años consigue el embarazo en un 50% de las ocasiones, pero a los 40 solo en un 30%. Por ello, cuanto mayor sea su edad, antes debe ponerse en marcha si desea tener un hijo», afirma el Dr. Gosálvez.
Por si fuera poco, continúa el experto, la posibilidad de aborto crece con la edad de los óvulos. Así, «hay un 10% de abortos a los 30 años, un 20% a los 35 años y un 30% a los 40. Este problema agrava todavía más el impacto de la edad. No se trata solo de conseguir la gestación, sino de que sea sana y se mantenga hasta un exitoso final». José Luis Neyro nos recuerda que la probabilidad de abortar la gestación conseguida mediante óvulos propios a los 42 años supera el 60%.
En este proceso el experto destaca la «generosidad» de las donantes. «La donación de óvulos es siempre un acto altruista y anónimo que ayuda a cumplir los sueños de aquellas parejas o mujeres que no disponen de óvulos sanos, por edad o por enfermedad ovárica», señala.
Las donantes, recuerda José Luis Neyro, son reclutadas muchas veces entre estudiantes universitarias, siempre menores de 35 años, con historias familiar y personal impolutas, sin endometriosis, muy frecuentemente madres de algún hijo y a las que se somete a un exigente protocolo para descartar enfermedades genéticas y transmisibles como el virus del SIDA, la hepatitis B y C, la sífilis, el CMV….en fin, muy completo.
«El éxito de los programas de donación ovocitaria está en mimar a las donante. Que sea fácil de cumplir (solo tres visitas), emplear fármacos de elevada calidad que pueda ponerse en casa y cuidar la puntualidad y todos los detalles para que su bienestar sea el mayor posible. Nunca olvidamos que es la auténtica protagonista», señala el experto. «Sin donantes…., destaca finalmente José Luis Neyro, no hay ovocitos».