Ahora, en positivo, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) han descubierto que practicar ejercicio durante el embarazo puede servir para prevenir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional, que afecta a entre el 4 y 12% de las gestantes. Efectivamente, cada vez más gestantes desarrollan esta enfermedad metabólica que tanto puede complicar el embarazo; nos ocupamos de ello en este mimo web en http://www.neyro.com/2014/07/
El trabajo que ahora analizamos, cuyos resultados publica la revista «Medicine & Science in Sports & Exercise», se basó en un ensayo clínico aleatorizado con más de 250 embarazadas de las que una parte participaron en un programa de ejercicio aeróbico programado, mientras el resto se mantuvo sin realizar este entrenamiento. Y al finalizar el parto el número de casos fue «significativamente mayor» en quienes no realizaron ejercicio.
Todas las gestantes son sometidas a las 28 semanas (al principio de la gestación si tiene más de 35 años o su embarazo es de riesgo para este tema) a un test para despistar el riesgo individual de desarrollar diabetes gestacional, mediante una prueba llamada Test de O´Sullivan. En este web hemos hablado de estos temas en el suelto http://www.neyro.com/2011/01/
De hecho, numerosos estudios advierten de las complicaciones del embarazo en la mujer con esta afección, e incluye deterioros para la salud de la madre, el feto e incluso el recién nacido. Incluso existe una asociación peligrosa entre la diabetes gestacional y alteraciones posnatales metabólicas y cardiovasculares para la posterior vida de madre y niño.
Las últimas evidencias científicas relacionan un entorno intrauterino adverso desde el punto de vista metabólico con complicaciones como el sobrepeso y la obesidad infantil. Y la aparición en niños de algunas enfermedades crónicas antes sólo vistas en adultos (como hipertensión, diabetes tipo 2, asma, apnea durante el sueño, dolores músculo-esqueléticos y complicaciones gastrointestinales) parece tener su origen en un proceso de embarazo alterado. Se conocía desde hace años la relación intensa que una inadecuada nutrición y la obesidad tiene sobre el desarrollo del embarazo y del propio feto, tal y como señalamos en http://www.neyro.com/2014/11/
En el estudio que ahora se comenta con 257 embarazadas sanas, 101 de ellas se integraron en un programa de ejercicio físico inmediatamente después de su primera ecografía prenatal (semana 10-12 de embarazo) hasta el final del mismo (semana 38-40), mientras que 156 mujeres permanecieron en el grupo de control recibiendo los cuidados habituales durante todo su embarazo. Se puede seguir el artículo en el link http://journals.lww.com/acsm-
El programa de ejercicio consistió en tres sesiones semanales, dos en sala y una en la piscina municipal de la localidad madrileña, de entre 50 y 60 minutos de ejercicio aeróbico moderado y conducido por una profesional de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la UPM. Al finalizar la gestación de todas ellas, vieron que en el grupo que llevó a cabo ejercicios apenas se detectó un caso de diabetes gestacional, mientras que en el otro grupo se detectaron 13 casos.
«Estos resultados abren las puertas a la utilización del ejercicio físico moderado y supervisado en la prevención de la diabetes mellitus gestacional, cuyas consecuencias sociales, sanitarias y económicas generan importantes preocupaciones en las autoridades», declaran los autores.
El equipo de investigación de la UPM trabaja desde hace más de 15 años en colaboración con los Servicios de Ginecología y Obstetricia de diversos hospitales universitarios de la Comunidad de Madrid para estudiar los efectos de diversas formas de ejercicio físico durante el embarazo en las respuestas maternas, fetales, del recién nacido e incluso del infante en sus primeros años.