Entre los médicos especializados en reproducción asistida es común el conocimiento de que entre el 40 y el 45% de los casos de esterilidad se deben a factores masculinos, asociados a muy diversas alteraciones seminales generalmente. De hecho, en los últimos años, las perspectivas de tratamiento exitoso en estos casos han mejorado de manera espectacular (de hecho, nos referimos a ello en una noticia que comentamos en
http://www.neyro.com/2014/09/17/la-esterilidad-masculina-tiene-ahora-nuevas-posibilidades-de-tratamiento/)
Del mismo modo, sabemos que las características cualitativas e incluso cuantitativas de los recuentos seminales están ligadas a factores personales coyunturales como la fiebre en los días anteriores a una recogida seminal con fines diagnósticos, a la ingesta de determinados fármacos y por supuesto tóxicos como alcohol o drogas, etc, etc. Ahora, un estudio publicado recientemente en ‘Fertility and Sterility’ ha señalado que el estado general de salud de un hombre puede verse reflejado en la calidad del semen que produce. Lo sabíamos de manera empírica hace muchos años, señala nuestro experto en reproducción asistida, José Luis Neyro, pionero que fue de estas Tras en España en la década de los ochenta del siglo pasado (ver en
http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/)
En la actualidad, se conoce que la obesidad y el tabaquismo son dos factores que influyen negativamente en la calidad del esperma, por ello un equipo de investigadores ha querido comprobar cuál es su relación. Hace bien poco se relacionó el sobrepeso con la mala calidad seminal, tal y como comentamos en su día en el suelto cuyo link adjuntamos en
http://www.neyro.com/2013/12/27/a-mayor-peso-mas-posibilidades-de-tener-poca-cantidad-de-espermatozoides/
Para esta investigación que ahora comentamos, los expertos han calculado una puntuación de estado general de salud basado en las historias clínicas de 9.387 hombres, mucho más amplia que la muestra del anterior estudio. Todos ellos fueron evaluados para calcular su infertilidad entre los años 1994 y 2011 en Standford en California. Los especialistas utilizaron un índice de morbilidad, que se trataba de una escala que tomaba las condiciones naturales en las que vivía en ese momento cada hombre y que predecía la probabilidad de muerte en los próximos años.
A partir de ahí los investigadores comprobaron que el volumen, la concentración y la salud general de las células del esperma de los hombres estaban directamente con su salud; así, en las muestras de semen encontraron que aquellos hombres cuya salud general era peor eran más propensos a tener medidas más bajas de esperma y de calidad inferior. Concluyeron que los hombres que tenías problemas circulatorios, urinarios o con alguna enfermedad de la piel eran más propensos a tener anomalías también en el esperma. Asimismo para el estudio también se examinó la presión arterial, si tenían algún problema vascular o cualquier enfermedad del corazón para saber si estaban atados a mayores tasas de anomalías del esperma.
Michael Eisenberg, uno de los autores del estudio, ha expresado que estos resultados son una de las razones por las que los hombres deben llevar un estilo de vida más saludable y que estén más motivados para que se realicen revisiones periódicas. Por otro lado, Joseph Alukal, director de salud reproductiva masculina en la ‘NYU Langone Medical Center’, ha manifestado que en investigaciones anteriores se ha encontrado que alrededor de uno de cada seis hombres acude a una clínica de infertilidad por problemas para no poder tener hijos y que fundamentalmente son a consecuencia de una condición médica grave.
Una vez más se confirma, según señala el Dr. Neyro, que «la fertilidad es la guinda del pastel de la salud; si esta última está deteriorada…., la fertilidad se resiente siempre», afirma con vehemencia.