Archivo por meses: noviembre 2014
Tras una fractura ósea, las mujeres mayores tienen más probabilidades de ser objeto de detección y tratamiento de osteoporosiS
Dado el incremento de la población estadounidense que envejece, se espera que la posible frecuencia de fracturas por osteoporosis —que ocurren durante una caída en una posición de pie o más baja, por lo general a consecuencia de la pérdida de hueso—aumente dos a cuatro tantos en los hombres y las mujeres durante los siguientes 30 años. En la actualidad más de 2 millones de hombres tienen osteoporosis y más de 30% de las fracturas de la cadera ocurren en los hombres. Los hombres tienen el doble de la tasa de mortalidad de las mujeres durante la hospitalización inicial y el primer año después de la fractura tras una fractura de la cadera. Las tasas de sobrevida después de una fractura de la muñeca, la tercera fractura más frecuente por osteoporosis y la factura más frecuente de la extremidad superior en adultos mayores, también son más bajas en los hombres.
En este estudio que ahora comentamos, los investigadores analizaron en forma retrospectiva los registros médicos de 95 hombres y 344 mujeres de más de 50 años que se trataron de una fractura de la muñeca en un solo hospital entre el 2007 y el 2012. Se evaluaron las lesiones de los pacientes para determinar si se les efectuó o no detección de osteoporosis antes de su lesión o si recibieron solicitud de una prueba de densitometría y tratamiento de la osteoporosis al cabo de seis meses después de su fractura radial.
Menos hombres que mujeres fueron objeto de pruebas de densidad de la masa ósea antes de su fractura. Tras la fractura de la muñeca, el número de hombres que fueron objeto de evaluación de la osteoporosis siguió siendo más bajo: 53% de las mujeres (184) frente a 18% de los hombres (17).
Con base en la Herramienta de Evaluación del Riesgo de Fracturas (FRAX) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) disponible en línea, 50% de los hombres que obtuvieron una prueba de densidad ósea se consideraron con riesgo de una segunda fractura osteoporótica importante en el siguiente decenio. En general, los hombres tuvieron fracturas menos graves que las mujeres y 20% de ellos y 40% de ellas en el estudio tuvieron una fractura de «tipo-Colles» (una fractura que afecta a la articulación de la muñeca).
Referencias:
Rozental T. et al, Older men less likely to receive osteoporosis screening and treatment following a bone fracture. American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS). 5 de noviembre de 2014
Fuente: Medcenter Medical News. http://www.medicalnewstoday.
La educación y los anticonceptivos gratuitos reducen la tasa de embarazos adolescentes
El estudio que ahora se comenta promovió el uso de métodos de acción prolongada, como los dispositivos intrauterinos (DIU) y los implantes subdérmicos, debido a su mayor eficacia en la prevención de embarazos no deseados. Frente a ellos, están los llamados métodos de acción corta (las pastillas, los parches contraceptivos, los anillos intra-vaginales…) que depende, señala nuestro experto José Luis Neyro, tanto de la voluntad como de la memoria de personas como los adolescentes que, en general, muchas veces no planifican sus acciones.
Además, el DIU y los implantes tuvieron la menor tasa de abandono durante los dos o tres años en los que la paciente formaba parte del proyecto. «Nos sorprendió el número de adolescentes que, tras elegir estos métodos, continuaron usándolos», exponen los autores. Ello resulta lógico porque «cuando una joven se hace instalar un dispositivo intrauterino (DIU), dice José Luis Neyro, una vez tomada la decisión no precisa actualizarla cada día como cuando toma su pastilla o cada semana cuando se coloca su parche….; su decisión dura tres o cinco años»)
La muestra de la encuesta que se comenta ahora incluía a chicas de entre 15 y 19 años, la mitad de las cuales habían tenido previamente un embarazo no deseado y un 17% habían sufrido un aborto. “El Proyecto CHOICE no incluyó a hombres aunque son una parte importante de cualquier estrategia para reducir la tasa de embarazos adolescentes”, añade la autora.
Educar para prevenir y ahorrar porque «prevenir es vivir seguro» (como dice el lema de este web)
Los resultados apoyan un estudio previo que concluía que los controles de natalidad gratuitos eran la clave para evitar embarazos no deseados. Según afirman los autores, la gratuidad de este servicio se vería recompensada por el ahorro en asistencia pública a las mujeres embarazadas
Además de los problemas sociales y de salud que sufren la madre adolescente y su hijo, su tratamiento y la pérdida de ingresos le cuestan millones a las arcas públicas”, subrayan. Para los autores, los resultados demuestran que la educación puede frenar este problema. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades han clasificado el embarazo adolescente como una de las seis Winnable Battles-WB (batallas posibles de ganar). El objetivo WB para 2015 es reducir la tasa de natalidad entre adolescentes en un 20%.
“Hemos oído continuamente que era la primera vez que alguien se sentaba a explicarles todos los métodos de un modo que pudieran entender. Las adolescentes pueden tomar buenas decisiones cuando están informadas y tienen el apoyo de sus familias u otros adultos de confianza”, concluye. Recordemos además, como nos señala el Dr. Neyro, que incluso la ley española reconoce la existencia del llamado «menor maduro», a partir de los 12 años, para determinadas actuaciones y actividades médicas a decidir; entre ellas, la elección del mejor método contraceptivo en este grupo etario…., si ya está teniendo actividad sexual completa es siempre mejor que esconder la cabeza e ignorar el problema.
Referencias:
Castellsagué X, Díaz M, Vacarella S, et al. www.thelancet.com/oncology Published online September 13, 2011 DOI:10.1016/S1470-2045(11)
El abordaje del síndrome de ovario poliquístico varía según la necesidad de la paciente y el signo dominante
El especialista ha destacado que el SOP es un cuadro de síntomas y signos variopintos, y cada caso plantea unas necesidades específicas; por ejemplo, el hirsutismo o la alopecia pueden tener un impacto diferente en la adolescencia que en la edad madura, al igual que la irregularidad menstrual o la infertilidad. Por ello, cada paciente, junto con el fenotipo del síndrome -clasificado según las guías como metabólico, hiperandrogénico y reproductivo-, proporciona las claves que dirigen el tratamiento; un abordaje susceptible de unidades multidisciplinarias, como también apostilla Escobar.
«El SOP puede no necesitar un tratamiento en sí mismo. Tenemos que actuar sobre el síntoma dominante, según las necesidades de cada paciente. Distinto es el caso de las mujeres con el síndrome que presentan obesidad, pues en ellas aumenta el riesgo metabólico y cardiovascular. De hecho, sabemos que la aparición de las complicaciones metabólicas es más precoz en las mujeres con SOP», matiza Escobar, y lo ilustra con un dato: la diabetes aparece una década antes en mujeres con ovario poliquístico. Mujeres con SOP son la que presenta mínimas alteraciones menstruales solo ocasionales sin apenas alteraciones de su fertilidad y, por el contrario, también lo es la mujer en amenorrea secundaria con grave hirsutismo y obesidad abdominal afecta de síndrome metabólico…. y por supuesto estéril. Entre ambas, destaca el Dr. Neyro, hay una gran distancia y ambas participan sin embargo del mismo síndrome diagnóstico.
Añade en este sentido José Luis Neyro, ginecólogo y experto en temas de endocrinología ginecológica, el tratamiento de cualquier persona afecta de SOP y sobrepeso u obesidad, debe comenzar ineludiblemente por el control dietético y el aumento de la práctica de ejercicio físico con el objetivo de normalizar el peso de la paciente; «todo intento que no vaya en este sentido es un intento abocado al fracaso terapéutico» añade el responsable de contenidos de www.neyro.com.
De hecho, hay una relación estrecha entre el exceso de andrógenos y la acumulación de grasa abdominal, que a su vez favorece la resistencia insulínica y, finalmente, incide en la secreción androgénica. Ese círculo vicioso explicaría que el SOP aparezca en un 28 por ciento de las mujeres obesas. «Se considera que las mujeres con SOP tienen un defecto que les hace producir más cantidades de andrógenos de lo normal, lo que puede ocurrir desde edades muy tempranas. Algunos plantean incluso que ocurre ya en la vida fetal. Ese exceso de andrógenos puede predisponer toda la función del metabolismo hacia el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina y, quizá, la obesidad abdominal».
De ahí que entre las conclusiones principales de las guías se encuentre el hacer hincapié en la modificación del estilo de vida: la dieta y el ejercicio, como señalábamos. «Uno de los factores que más mejora los síntomas en el SOP es perder peso. Reducir el exceso de grasa abdominal, de hecho, constituye una medida muy efectiva en cuanto a restaurar las alteraciones de fertilidad cuando se produce en el síndrome».
Este grupo de expertos publican también en la revista científica una encuesta realizada a endocrinólogos europeos. «Intuíamos ciertas lagunas en el abordaje del SOP, y así lo hemos confirmado», apunta Héctor Escobar. Si bien para los especialistas consultados obesidad y diabetes tipo 2 son las grandes preocupaciones, el tratamiento más prescrito fue la metformina (ni siquiera aprobada para tratar el SOP), incluso por delante del estilo de vida, y de los contraceptivos orales, «la base terapéutica más sólida en este cuadro». Y es que, como destaca el Dr. Neyro, los tratamientos de este síndrome («y de cualquier otro», añade) deben individualizarse y personalizarse; diseñarse de acuerdo a las necesidades concretas de cada paciente que, no lo olvidemos, son cambiantes en el tiempo como cambian también sus deseos de fertilidad, sus necesidades estéticas, su necesario control del peso….etc, etc.
Fuente:
Sonia Moreno. Madrid, para Diario Médico.
La gestación múltiple como complicación de la reproducción asistida
Ciertamente, los éxitos de las TRAs, de la FIV en particular son cada vez mayores (basta leer el link adjunto en http://www.neyro.com/2014/07/
José Bellver, del Departamento de Reproducción del Instituto Universitario IVI y profesor de la Universidad de Valencia ha detallado que el porcentaje actual de embarazos gemelares tras la inseminación artificial (IA) es de un 15 por ciento y tras la fecundación in vitro (FIV) de hasta un 30 por ciento. «En los últimos años se ha eliminado prácticamente el riesgo de gestaciones de tres fetos o más, pero la proporción de gemelos está algo estancada, pues la única forma de reducirla sería la realización de estimulaciones más suaves en IA y la transferencia de un único embrión en FIV, pero con ambas medidas la tasa de gestación se reduce significativamente».
El hecho de que los fetos compartan o no la placenta y el corion es el principal factor que determina el pronóstico de la gestación. Según los datos más recientes, en España uno de cada 25 embarazos es doble y, de estos, un 80 por ciento son bicoriales y biamnióticos, es decir, de bajo riesgo.
La obesidad en el embarazo incrementa el riesgo de anomalías de riñón y de las vías urinarias
Ahora se nos comunica que la obesidad en una mujer embarazada puede incrementar también el riesgo de que su niño nazca con anomalías congénitas del riñón y las vías urinarias, según un estudio que se presentará en la Semana del Riñón 2014 de la American Society of Nephrology que tendrá lugar del 11 al 16 noviembre en el Centro de Convenciones de Pensilvania en Filadelfia, estado USA de Pensilvania.
Las anomalías congénitas del riñón y las vías urinarias (ACRVU) se diagnostican en hasta 1% de los embarazos y contribuyen con 20%-30% a las anomalías prenatales. La ecografía nos ayuda de manera extraordinaria en ese empeño; de hecho, la tasa de identificación de problemas prenatales crece casi cada día, señala José Luis Neyro, responsable de contenidos de http://www.neyro.com (léase sobre el tema en http://www.neyro.com/2014/07/
Dado que la obesidad materna se ha vinculado a malformaciones congénitas en la descendencia, investigadores dirigidos por el Dr. Ian Macumber (Hospital Infantil de Seattle) se propusieron determinar si esto podría tener una repercusión en las ACRVU. Para demostrarlo, utilizaron registros de altas hospitalarias vinculados a nacimientos del estado de Washington en el noroeste de los USA, entre 2003 y 2012; los investigadores identificaron 3221 casos, los cuales fueron equiparados con testigos sanos en una proporción de 1:4.
En comparación con los testigos, las madres que dieron a luz a lactantes con ACRVU tuvieron 1,3 veces más probabilidades de ser obesas. Los investigadores identificaron una tendencia significativa entre la probabilidad de ACRVU en los niños y categorías más altas de obesidad. La pre-obesidad, en comparación con la obesidad, no se vinculó a ACRVU en los niños.
«Nuestros hallazgos se suman a la importancia de la obesidad para la salud pública, sobre todo como un factor de riesgo modificable», dijo el Dr. Macumber. «Los datos complementan la bibliografía relativa a la interrelación de la obesidad y las anomalías congénitas y resaltan la importancia de la investigación futura que se necesita para esclarecer los mecanismos de estas interrelaciones».
Si estos hallazgos los unimos a los ya comunicados sobre los riesgos inherentes a la obesidad y a su consecuencia inmediata cual es la diabetes gestacional, cada vez más prevalente en nuestra sociedad, tendremos un panorama como para que nuestras autoridades sanitarias empeñen sus acciones en la mentalización y en la educación sanitaria de la población (ver en http://www.neyro.com/2014/07/
Referencias:
Macumber I. et al, American Society of Nephrology – Semana del Riñón 2014 del 11 al 16 noviembre en el Centro de Convenciones de Pensilvania en Filadelfia, Pensilvania