Cuanto más sabemos de la vitamina D, mejores servicios nos presta

La deficiencia de vitamina D se asocia con un riesgo significativamente mayor de demencia y enfermedad de Alzheimer (EA) en las personas mayores, según un sólido estudio liderado por expertos de diversos países. Hasta ahora sabíamos que era capaz de mejorar y facilitar la absorción de calcio por el aparato digestivo y que resultaba fundamental en el mantenimiento de la masa muscular de los pacientes ancianos (ver en http://www.neyro.com/2013/01/30/nuevas-acciones-de-la-desconocida-vitamina-d/)
El estudio que ahora comentamos analizó una muestra de 1.658 adultos mayores de 65 años que eran capaces de caminar sin ayuda y estaban libres de demencia, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares al inicio del análisis. Se siguió a los participantes durante una media de 5,6 años, durante los cuales 171 desarrollaron demencia por cualquier causa, incluyendo 102 cases de EA (enfermedad de Alzheimer).
El equipo de investigadores de la University of Exeter Medical School (en United Kingdom), entre otros muchos centros, pues fue un estudio multicéntrico, analizó a los ancianos que participaron en un estudio de salud cardiovascular y se descubrió que los adultos que eran moderadamente deficientes en vitamina D tenían un 53% más de riesgo de desarrollar demencia de cualquier tipo, un 125% en ancianos con mayor deficiencia. Resultados similares se registraron para la EA: el grupo con una moderada deficiencia era un 69% más propenso a desarrollar este tipo de demencia, que se incrementaba hasta el 122% en ancianos con grave deficiencia de vitamina D.
El uso de modelos de riesgos proporcionales de Cox, los hazard ratios ajustados multivariados (95% intervalo de confianza [IC]) para incidentes por todas las causas en la demencia de los participantes que eran severamente 25 (OH) Ddeficiente (<25 nmol / L) y deficiente (≥25 a <50 nmol / L)
fueron 2.25 (IC 95%: 1.23 a 4.13) y 1.53 (IC 95%: 1.6 a 2.21) en comparación con los participantes con concentraciones suficientes (≥50 nmol / L).
Los análisis multivariante de riesgo de incidencia de la enfermedad de Alzheimer en los participantes que eran severamente 25 (OH) D deficiente y deficiente en comparación con los participantes con concentraciones suficientes eran (IC del 95%: 1,02 a 4,83) y 2,22 IC 1,69 (95%: 1.06- 2.69). En multivariado ajustado, el riesgo de todas las causas de demencia y Enfermedad de Alzheimer aumentó notablemente por debajo de un umbral de vitamina D de 50 nmol / l.
Hasta hora sabíamos además que es muy importante mantener unos adecuados niveles durante la gestación y que ello resulta extremadamente difícil durante este periodo de embarazo; de hecho muchas gestantes precisan suplementos (léase en http://www.neyro.com/2013/12/22/la-mayoria-de-las-gestantes-llegan-al-embarazo-con-falta-de-vitamina-d/)
Lejos de las embarazadas, ahora, el estudio mencionado también encontró evidencia de que hay un umbral del nivel sanguíneo de vitamina D por debajo del cual aumenta el riesgo de desarrollar demencia y EA. El equipo tenía anteriormente la hipótesis de que el umbral se situaría en 25-50 nmol/L, pero los nuevos hallazgos confirman que niveles de vitamina D superiores a 50 nmol/L se asocian fuertemente a una buena salud cerebral.
El problema llega cuando nos empeñamos en extraer del sol la rica vitamina D como si fuera tan fácil en determinadas latitudes de nuestro planeta, por encima de los 38º grados de altitud norte o por debajo de los 38º de latitud sur; en estos territorios, más de la mitad del año…., nos quedamos sin vitamina D por la inclinación de los rayos solares en todo ese tiempo (ver en http://www.neyro.com/2008/06/18/mas-del-60-de-las-mujeres-vascas-tienen-deficit-de-vitamina-d-por-pocas-horas-de-sol/)
Fuente: [Neurology 2014]
Littlejohns TJ, Henley WE, Lang IA, Annweiler C, Beauchet O, Chaves PH, et al.

 

 

Evidencias científicas demuestran que el parto natural es mucho más seguro que la cesárea

Parecería evidente que nacer…., por donde siempre se ha nacido, debería ser además de más natural (aún a pesar de que lo ideal sea hacerlo en el hostil ámbito de un hospital especializado, comenta el Dr. Neyro), mucho más seguro tanto para la madre como por supuesto para el niño, bien entendida la situación en ausencia de complicaciones, nos aclara nuestro experto.
Sin embargo, a pesar de que podría parecer obvio y de que algunos estudios informan incluso de la repercusiones a futuro de una tasa no justificadamente elevada de cesáreas (ver en http://www.neyro.com/2014/07/15/la-cesarea-podria-aumentar-las-probabilidades-de-un-embarazo-fallido-posterior/), tal y como nos ocupamos hace poco en este mismo web, la realidad es que muchos países (sobre todo latinoamericanos) se encuentran cada vez más alejados de ese máximo teórico ideal del 15% de nacimientos por vía abdominal, que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), comenta nuestro experto el Dr. Neyro.
En este sentido, por su creciente interés, reproducimos ahora una entrevista de Juan Manuel Giraldez al Dr. Francisco Coppola, Profesor de la Clínica Ginecológica en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República de Uruguay y uno de los expositores que disertó acerca de las “Cesáreas en Latinoamérica” y que ha sido recientemente enseñada en diversas redes sociales.
El incremento sostenido de las cesáreas practicadas en Latinoamérica reviste una gran preocupación que debe enfrentarse, dadas las consecuencias negativas para la salud materno-infantil. El 6° Congreso Internacional de Controversias en Obstetrica y Ginecología fue el ámbito propicio para poner en escena y debatir los aspectos fundamentales de esta problemática.
Pregunta: ¿Cuáles son los principales ejes de la problemática relacionada a las prácticas de cesáreas en América Latina?
Dr. Francisco Coppola: El punto central de mi exposición fue mostrar la tendencia sin freno al aumento de las tasas de cesáreas que hay en Latinoamérica, prácticamente en todos los países. Esto es muy preocupante, hemos mostrado distintos aspectos: a las tasas que tenemos actualmente, se espera que haya más riesgos para las mujeres por haberles practicado tantas cesáreas innecesariamente. Por lo tanto, se necesita una estrategia para que las personas adquieran conciencia de que el parto natural es mucho más seguro que las cesáreas. Existe una falsa percepción popular, exacerbada por la prensa y el marketing, de que la cesárea es más segura que el parto natural. Es una misma percepción que presentan abogados y jueces, cuando en realidad toda la evidencia científica muestra que lo más seguro para la mujer es el parto vaginal. Las tasas de mortalidad, complicaciones, infecciones, hemorragias son mayores con cesáreas que con parto natural. Las cesáreas hay que hacerlas cuando no exista otra alternativa. Los resultados de los niños que nacen por cesáreas son peores que los que nacen por parto vaginal. La población no conoce estos aspectos, por lo cual se debe hacer una adecuada difusión de esta información para que los médicos transmitan a las pacientes de modo que puedan tomar decisiones libres y responsables.
Pregunta: Usted comenzó su exposición mencionando la importancia de las actitudes médicas que hacen a la bioética…

Dr. Francisco Coppola: Exacto, porque está en discusión el tema del dinero relacionado a las cesáreas, el respeto a las decisiones de los pacientes, el autocuestionamiento de lo que estamos haciendo: todo eso hace a las actitudes de los médicos. Nosotros tenemos que ser autocríticos,  humildes y tomar decisiones en conjunto con las pacientes y no decidir por ellas. Si no vamos por ese camino, entonces vamos a tener cada vez más cesáreas, más demandas y un aumento de la desconfianza de los pacientes hacia nosotros. No se puede hacer medicina sin la necesaria confianza entre el paciente y el médico.

Pregunta: ¿Existe un promedio aconsejable de cesáreas?

Dr. Francisco Coppola: El promedio aconsejable por la OMS es un 15%. Algunos países como Estados Unidos se han puesto como meta llegar, por lo menos en el 2020 a 23%. Hay que decir que en ese país, desde hace cuatro años se logró frenar el crecimiento de cesáreas: hoy en día se encuentran cercanos a un 31%. En cambios en los países de Latinoamérica no ocurre lo mismo. Necesitamos una política estratégica para modificar estos aumentos.

Pregunta: En promedio, en Latinoamérica ¿cuáles son las tasas actuales?
Dr. Francisco Coppola: En Latinoamérica, dependiendo del país, el promedio ronda en un 35%, 40%. Hay países que han llegado al 50%, lo cual es bastante alarmante porque significa que el parto espontáneo está perdiendo vigencia, es como pensar que la naturaleza se equivocó.
Pregunta: Usted también realizó énfasis en las diferencias existentes respecto de esta situación en los servicios públicos y privados.

Dr. Francisco Coppola: Si, también se está demostrando que las pacientes a las que se les practican mayores cesáreas, son las que menos la necesitan porque los embarazos de más riesgos están las poblaciones más vulnerables, que es la población más pobre. Y precisamente este grupo es el que manifiesta tasas más bajas de cesáreas. Entonces son más innecesarias las cesáreas que hay en el nivel socioeconómico alto que en el bajo. Y particularmente en cuanto al tema de los costos, en Uruguay hay un sistema de remuneración por acto médico, entonces se paga por cesárea. Ahí el cuestionamiento pasa por si esto genera un incentivo para hacer más cesáreas por ese camino. Sin embargo, se ha demostrado que no es así, porque hay instituciones que pagan más el parto que la cesárea para tratar de bajar más las tasas de cesáreas y no ha sido efectivo. El tema está mucho más relacionado con la actitud del médico, que es una actitud intervencionista, que con el dinero. El ejemplo claro es cuando el parto lo realizan las parteras, que son más pacientes y están en el proceso de acompañar un período fisiológico y no intervenir como cuando hay una enfermedad, las tasas son mucho más bajas.

Fuente: Medcenter Medical News