El editorial de Wisner está basado en un nuevo estudio chino que descubrió que las mujeres en quienes se controlaba el dolor con anestesia epidural durante un parto vaginal tenían mucho menor riesgo de depresión puerperal que las mujeres en las que no se aplicaba la anestesia epidural. Nosotros, venimos empleando la anestesia epi o peridural para el control del dolor intra-parto desde los lejanos años setenta del pasado siglo, sentencia nuestro experto Dr. Neyro (escúchese en el programa de radio inserto en http://www.neyro.com/2009/11/
«La optimización del control del dolor durante el parto y el nacimiento por el obstetra y el equipo de anestesiología podría ayudar a reducir el riesgo de depresión puerperal», dijo Wisner. Los hallazgos del estudio al que nos referimos, son unos de los escasos en analizar la relación entre el dolor durante del parto y la depresión puerperal.
Wisner es directora del Centro Asher para el Estudio y el Tratamiento de los Trastornos Depresivos en Northwestern. Asimismo, es profesora de psiquiatría y ciencias de la conducta y obstetricia y ginecología en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern.
El estudio chino reveló que las mujeres que recibían un bloqueo epidural para el alivio del dolor durante el parto vaginal tenían una frecuencia de 14% de depresión a las seis semanas después del parto en comparación con una tasa de depresión de casi 35% en quienes no recibían alivio del dolor. Un bloqueo epidural fue el único medio de control del dolor disponible para las mujeres.
El control del dolor puerperal agudo respalda a la capacidad de la nueva madre para el apego emocional y la atención a su lactante, señala Wisner. Ese dolor, que siempre debe ser estudiado, media JL Neyro, puede tener su origen en circunstancias no bien atendidas durante el embarazo de la mujer.
«El control del dolor prepara a la madre para un buen principio en vez de comenzar derrotada y agotada», dijo Wisner. «Sea un parto vaginal o por cesárea, el control del dolor después del parto es un problema de todas las madres recientes. No hay forma de tener un parto sin dolor. El objetivo aquí es evitar el dolor intenso. Controlar ese dolor del parto de manera que una mujer se pueda desarrollar cómodamente como madre es algo muy congruente». Debiera ser el objetivo complementario de una correcta asistencia obstétrica, señala el Dr. Neyro, a través de eso que «nosotros denominamos un parto amigable»