Por otro lado, ésta es la noticia, la mortalidad de las mujeres por cáncer de pulmón ha aumentado un 50% en los últimos seis años, como consecuencia de la incorporación de la mujer al hábito tabáquico, y se prevé que este año 4.000 mujeres mueran como consecuencia de este cáncer en España este año.
Así lo ha constatado el secretario general del Grupo Español de Cáncer de pulmón, Bartomeu Massuti, en la presentación del Informe ‘Cáncer de Pulmón en España. Radiografía 2013’, con motivo del X Congreso Internacional de Cáncer de Pulmón, que ha citado a 300 expertos en Barcelona.
Según Massuti, pese a que actualmente ha remitido el hábito tabáquico en la sociedad en general, «se aprecia que el grupo que menos ha dejado de fumar son las mujeres adolescentes»…., y lo conocemos muy bien los ginecólogos, que constatamos que, además, «las adolescentes comienzan a fumar sin consciencia de peligro», afirma nuestro experto el Dr. Neyro.
Este experto ha citado un estudio estadounidense reciente que afirma que casi el 30% de los cánceres de pulmón registran variaciones moleculares, que reclaman una personalización de la terapia que permita responder a las mutaciones genéticas existentes, de las que actualmente se tratan de forma habitual dos, la EGFR Y ALK.
Por ello, el secretario general del Grupo Español de Cáncer de Pulmón ha reclamado una verdadera «red sistemática de investigación» de cáncer de pulmón que permita estudiar las alteraciones moleculares de cada tumor.
Massuti ha lamentado que España esté por debajo de la media europea en recursos destinados al estudio del cáncer de pulmón, del que se diagnostican 20.000 nuevos casos cada año en nuestro país.
De hecho, los costes del cáncer de pulmón en la Unión Europea (UE) en 2009 alcanzaron los 18,8 billones de euros –el 15% de los costes totales del cáncer–, y la media anual del coste del cáncer de pulmón en la UE supone ocho euros por cada ciudadano, lo que en España se reduce a 5 euros.
Sobre el cigarrillo electrónico, ha dicho que el nivel de evidencia científica es muy limitado, aunque en ningún caso la sustitución de estos cigarros por los convencionales reduce a cero el riesgo de cáncer de pulmón. Según el experto, el cigarrillo electrónico mantiene el hábito y la exposición, aunque el riesgo sea menor «no se puede sustituir con riesgo cero».