El consumo de tabaco en las mujeres está asociado a un incremento del riesgo de aborto involuntario, así como a nacimientos prematuros, según ha expuesto este viernes en Sevilla, en el marco del IV Congreso Internacional Embryocenter de Medicina Reproductiva y Cirugía Endoscópica, el Prof. Eid Hammadeh, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Saarland (Alemania).
Durante su ponencia ‘Los efectos de las especies reactivas de oxígeno y el fumar en la calidad de los espermatozoides y el resultado de pacientes sometidos a terapias de FIV/ICSI’, este experto ha refrendado que la evidencia epidemiológica es ya lo suficientemente abultada como para establecer que el hábito tabáquico «es una de las principales causas de la morbimortalidad», ocasionando aproximadamente «un 30% de las muertes por cáncer en países desarrollados». De hecho, ha sostenido que ya en 2000 un total de 4,8 millones de muertes prematuras en el mundo fueron atribuidas al hecho de fumar, cifra que se espera se incremente en 10 millones por año en 2030.
Al hilo de estas cifras, ha advertido de que las mujeres que planifican tener hijos «deben saber que fumar está asociado a una fertilidad reducida, una menopausia temprana, dolores menstruales, cáncer de cuello uterino, complicaciones en el embarazo, reducción de oxígeno en la placenta y significativo incremento del riesgo de muerte súbita infantil».
En los hombres, ha proseguido, «también produce deformidad de los espermatozoides, pérdida de su movilidad y reducción del número«, siendo además responsable de impotencia en uno de cada diez hombres de entre 21 y 75 años, de disfunción eréctil en aproximadamente el 50% en hombres de entre 30 y 50 años, así como de infertilidad.
Por todo ello, ha advertido de que fumar «reduce» la fertilidad y las oportunidades de concebir, «incrementa» el riesgo de aborto involuntario si la mujer fuma estando embarazada y conduce al nacimiento de niños prematuros «que tendrán complicaciones de salud en su infancia».
Por ello, ha recomendado a los futuros padres sean fumadores que primero abandonen este hábito pernicioso «al menos tres meses antes de someterse a un tratamiento con vitaminas, minerales, antioxidantes y oligoolementos, para reducir el daño oxidativo que produce el fumar».
Resulta cuando menos curioso constatar la intensa preocupación de muchas fumadoras de alrededor de los 45 años, tras 20 o 25 años de fumar sin parar, por la posibilidad de desarrollar un cáncer de mama…., pero no uno de los más de 37 cánceres relacionados con el tabaco, desde el labio o la mucosa oral hasta el pulmón (segundo cáncer más letal para las mujeres ya hoy en nuestro país) o el cáncer de vejiga.