Se estima que los costes económicos producidos sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedadLa velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres tras la menopausia es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico frente a la osteoporosis entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado y seguro a largo plazo para cada mujer. La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, a la vez que silenciosa por la carencia de síntomas, y que sólo da la cara cuando se produce una fractura. Sólo en España dos millones y medio de mujeres la padecen ya que junto a la edad, la menopausia es otro factor desencadenante y/ o acelerador de esta patología. “Un dato que serevelan aún más importante si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años a causa del envejecimiento de la población”, explica el doctor Rafael Sánchez , presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y del Comité Organizador de las VI Jornadas Nacionales de Osteoporosis de la AEEM que desde seis al ocho de octubre se han celebrado en Madrid conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral, la cual celebró su IX Congreso y que ha sido presidido por el líder nacional, Dr Santiago Palacios, presidente de la SIBOMM hasta ese momento durante los últimos años.Dicho encuentro multidisciplinar reúne a más de 300 expertos de Iberoamérica y España entre los que se encuentran, entre otros, ginecólogos, médicos de familia, reumatólogos, médicos internistas, rehabilitadotes, endocrinólogos o radiólogos. Todos ellos intercambiaron ideas y experiencias acerca del cuidado de la masa ósea y, en concreto, harán especial hincapié en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis. El Dr José Luis Neyro, del Hospital Universitario de Cruces, investigador en temas de osteoporosis, ha presentado su ponencia oficial sobre el «Manejo terapáutico de la baja masa ósea», proponiendo tratamiento activo framacológico para cada mujer en esas condiciones y con factores de riesgo para fracturarse.
Dicha patología produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el presidente de la AEEM, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Osteoporosis, enfermedad de género
La osteoporosis es una enfermedad de género, ya que afecta principalmente a las mujeres. En concreto, esta patología es más prevalente entre los 50 y 65 años, ya que con la llegada de la menopausia tiene lugar una mayor pérdida de masa ósea en la mujer. De hecho, tras este periodo, la velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. Así, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Sánchez, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. A este respecto, el doctor señala que, “su prevención debe comenzar antes de que llegue la menopausia. Aunque, hay que insistir también en la detección de los factores de riesgo que predisponen a la osteoporosis como parámetro fundamental a la hora de prevenir o iniciar un tratamiento inmediato de la enfermedad que evite nuevas fracturas que lleven a la mujer a un estado de dependencia”. Por ejemplo, ser mujer, tener un peso inferior a 56 kilogramos, el hecho de estar recibiendo tratamiento con corticoides, litio, antiepilépticos o anticoagulantes, así como registrar un fallo ovárico prematuro son algunos de los factores más significativos que indicarán, en última instancia, si la paciente tiene o no riesgo de fractura.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante una dieta rica en calcio y vitamina D. “Además, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea, lo que se denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según este experto, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el citado doctor.
Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”. “Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su pequeño coste y la presencia de aparatos en muchos centros (consulte en Giencología Gran Vía 81, en el teléfono 944 274 858 de Bilbao), está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales, sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, la AEEM está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como Ginecología, Reumatología, Endocrinología, Atención Primaria, Enfermería, etc. y surgió hace casi 20 años de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
El hecho de que el estudio del climaterio sea multidisciplinar conlleva que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia siga planteando la potenciación de sus grupos de trabajo, así como la creación de otros nuevos, y la colaboración con sociedades científicas de otras especialidades. El Dr Neyro, miembro de AEEM desde casi su fundación, es integrante de dos de esos grupos de trabajo de AEEM, tales como el de Osteoporosis y el de Comunicación, por su conocida inclinación a la tarea de divulgación científica desde hace muchos años.
La incidencia anual de las fracturas por osteoporosis postmenopáusica se triplicará en los próximos 50 años
Se estima que los costes económicos producidos sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedad
La velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres tras la menopausia es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico frente a la osteoporosis entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado y seguro a largo plazo para cada mujer.
La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, a la vez que silenciosa por la carencia de síntomas, y que sólo da la cara cuando se produce una fractura. Sólo en España dos millones y medio de mujeres la padecen ya que junto a la edad, la menopausia es otro factor desencadenante y/ o acelerador de esta patología. “Un dato que serevelan aún más importante si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años a causa del envejecimiento de la población”, explica el doctor Rafael Sánchez , presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y del Comité Organizador de las VI Jornadas Nacionales de Osteoporosis de la AEEM que desde seis al ocho de octubre se han celebrado en Madrid conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral, la cual celebró su IX Congreso y que ha sido presidido por el líder nacional, Dr Santiago Palacios, presidente de la SIBOMM hasta ese momento durante los últimos años.
Dicho encuentro multidisciplinar reúne a más de 300 expertos de Iberoamérica y España entre los que se encuentran, entre otros, ginecólogos, médicos de familia, reumatólogos, médicos internistas, rehabilitadotes, endocrinólogos o radiólogos. Todos ellos intercambiaron ideas y experiencias acerca del cuidado de la masa ósea y, en concreto, harán especial hincapié en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis. El Dr José Luis Neyro, del Hospital Universitario de Cruces, investigador en temas de osteoporosis, ha presentado su ponencia oficial sobre el «Manejo terapáutico de la baja masa ósea», proponiendo tratamiento activo framacológico para cada mujer en esas condiciones y con factores de riesgo para fracturarse.
Dicha patología produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el presidente de la AEEM, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Osteoporosis, enfermedad de género
La osteoporosis es una enfermedad de género, ya que afecta principalmente a las mujeres. En concreto, esta patología es más prevalente entre los 50 y 65 años, ya que con la llegada de la menopausia tiene lugar una mayor pérdida de masa ósea en la mujer. De hecho, tras este periodo, la velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. Así, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Sánchez, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. A este respecto, el doctor señala que, “su prevención debe comenzar antes de que llegue la menopausia. Aunque, hay que insistir también en la detección de los factores de riesgo que predisponen a la osteoporosis como parámetro fundamental a la hora de prevenir o iniciar un tratamiento inmediato de la enfermedad que evite nuevas fracturas que lleven a la mujer a un estado de dependencia”. Por ejemplo, ser mujer, tener un peso inferior a 56 kilogramos, el hecho de estar recibiendo tratamiento con corticoides, litio, antiepilépticos o anticoagulantes, así como registrar un fallo ovárico prematuro son algunos de los factores más significativos que indicarán, en última instancia, si la paciente tiene o no riesgo de fractura.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante una dieta rica en calcio y vitamina D. “Además, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea, lo que se denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según este experto, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el citado doctor.
Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”. “Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su pequeño coste y la presencia de aparatos en muchos centros (consulte en Giencología Gran Vía 81, en el teléfono 944 274 858 de Bilbao), está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales, sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, la AEEM está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como Ginecología, Reumatología, Endocrinología, Atención Primaria, Enfermería, etc. y surgió hace casi 20 años de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
El hecho de que el estudio del climaterio sea multidisciplinar conlleva que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia siga planteando la potenciación de sus grupos de trabajo, así como la creación de otros nuevos, y la colaboración con sociedades científicas de otras especialidades. El Dr Neyro, miembro de AEEM desde casi su fundación, es integrante de dos de esos grupos de trabajo de AEEM, tales como el de Osteoporosis y el de Comunicación, por su conocida inclinación a la tarea de divulgación científica desde hace muchos años.
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