Las vulvovaginitis son afecciones de la vulva y de la vagina que se producen cuando se altera el equilibrio de la flora vaginal. El verano es la época en la que más se acude a las piscinas, en la que se permanece más tiempo con un bañador húmedo pegado al cuerpo y cuando se suda más y se pierden más secreciones. De hecho, es la primera causa de consulta en la atención primaria de ginecología en el periodo que abarca de mayo y octubre. Aunque son muy comunes y cerca del 100% de las mujeres van a sufrir al menos un episodio a lo largo de la vida, hay determinadas normas de higiene para intentar prevenirlas y, sobre todo, para evitar su reaparición. Así lo explica José Luis Neyro, ginecólogo del Hospital Universitario Cruces, de Bilbao.
¿Qué son las vulvovaginitis?
Las vulvovaginitis son afecciones de muy diverso origen que afectan a la zona de la vulva y la vagina y que se caracterizan todas ellas por síntomas como picor, enrojecimiento local, sensación de quemazón así como, a veces, flujo aumentado de diferentes tipos (blanquecino, amarillento o marrón verdoso). Las características del flujo dependen de que, además, haya una infección.
¿Cuáles predominan más?
» Las vulvovaginitis provocan picor, enrojecimiento local y sensación de quemazón y, a veces, flujo aumentado»
La gran mayoría de las vulvovaginitis empiezan con una disbacteriosis, que es una alteración de la flora vaginal (conocida como microbiota). La vagina consta de un ecosistema que, en condiciones normales, está en perfecto equilibrio. Este equilibrio lo conforma la acidez de los gérmenes que ahí habitan. Cuando, por distintas razones, la flora vaginal se altera también se perturba su equilibrio y se produce una pérdida de acidez. La disbacteriosis consiste en esta alteración de las condiciones de vida de los gérmenes de la vagina.
¿Cuáles son las consecuencias de la pérdida de acidez?
El resultado es que otros gérmenes invasores colonizan la vagina, entre los que figuran las levaduras (hongos). Como primer origen de las vulvovaginitis también puede haber infecciones de transmisión sexual (ITS). Sin embargo, este último supuesto es menos frecuente. La situación más común es que se registre primero una alteración del ecosistema vaginal y después una colonización por otros gérmenes no habituales.
¿Cuáles son las vulvovaginitis más frecuentes? ¿Qué microorganismos las causan?
La más frecuente es la vulvovaginitis candidiásica, causada por una levadura del género «Candida» de la que hay una gran variedad: «Candida albicans», la «Candida tropicalis» o «Candida glabrata», entre otras. Además, también hay vulvovaginitis causadas por levaduras como la «Trichomonas vaginalis», que se trasmiten por vía sexual.
¿Se sabe cuántas mujeres españolas padecen al año una vulvovaginitis?
No hay datos concluyentes, pero me atrevería a decir que, por una u otra razón, a lo largo de la vida cerca del 100% de las mujeres pueden tener al menos un episodio. Es muy común.
¿Casi como tener un resfriado?
Seguramente. Pero hay que destacar que el aspecto más importante no es sufrirla una vez, sino evitar que se repita.
¿Se repiten muy a menudo las vulvovaginitis?
«Hay determinadas normas de higiene para intentar prevenirlas y, sobre todo, para evitar su reaparición»
Son abundantes las recidivas. Hay vulvovaginitis provocadas una alteración crónica del equilibrio de la flora vaginal secundarias a tratamientos antibióticos reiterados (que se consumen por infecciones respiratorias como sinusitis, etcétera). Lo que ocurre con los antibióticos es que no hacen distinciones y, además de exterminar los microorganismos perjudiciales, también eliminan los que forman el ecosistema vaginal. Por eso, no es raro que tras los antibióticos para una infección de amígdalas, una semana más tarde surja una infección vaginal.
¿Hay mujeres que conocen esta asociación?
Por desgracia, sí. Hay otras circunstancias que predisponen a otras mujeres a padecer de vulvovaginitis, como sufrir diabetes o un déficit de hormonas por la posmenopausia. En esos momentos, también hay más probabilidad de que se desarrolle vulvovaginitis. Muchas mujeres posmenopáusicas, a las que se ha estudiado poco, pueden estar bajo tratamiento para una vulvovaginitis infecciosa, pero que solo se les resuelve cuando reciben tratamiento hormonal por la menopausia.
¿Cómo se tratan las vulvovaginitis?
«Sufrir diabetes o un déficit de hormonas por la posmenopausia predispone a sufrir vulvovaginitis»
El aspecto primero y fundamental es hacer un adecuado estudio del problema, analizarlo de forma integral y no centrarse solo en si hay algún germen causal, sino también en si se da una alteración del pH y acidez en la vagina. Con ese primer diagnóstico, se investiga la presencia de otro tipo de alteraciones hormonales o metabólicas. Después, se administra un tratamiento sistematizado contra el germen causal, para favorecer el reequilibrio de la flora vaginal. Ese reequilibrio de la flora antiguamente se hacía con productos prebióticos para estimular el crecimiento los gérmenes que habitan en la vagina.
¿Y cómo se tratan hoy?
Distintas casas comerciales han patentado diferentes tipos de estos gérmenes que se administran por vía vaginal para reequilibrar la flora, es decir, con ellos se repuebla la cavidad vaginal. Hay gérmenes liofilizados, que son muy cómodos de administrar y que no provocan residuos (antes era muy común que estos productos dejasen restos y manchasen la ropa interior). Y las infecciones se tratan durante tres o cuatro meses, tras los cuales se reequilibra la microbiota vaginal y se favorece a que ella misma se defienda de otros gérmenes agresivos.
¿Cuál es la diferencia exacta entre los prebióticos y los probióticos?
La diferencia es que los prebióticos son un conjunto de sustancias que alimentan a los gérmenes que componen cualquier la flora vaginal, mientras que los probióticos son un conjunto de seres vivos, de microorganismos, que en algún momento benefician a la flora humana (en la flora intestinal o vaginal). Elías Méchnikov, Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1908, ya recomendaba a sus pacientes que, para ser longevos, tenían que tomar leche fermentada de cabra. Esta fermentación no es más que una gran cantidad de microorganismos que forman el cuajo (leche fermentada), que confieren acidez al medio y que son la base de la buena salud. Parece ser que ahora se retoman aquellas enseñanzas.
¿Es cierto que las vulvovaginitis aumentan en verano?
«Bañarse más, sobre todo en aguas ricas en cloro, y permanecer con el traje de baño húmedo altera la composición del ecosistema vaginal»
Claro, porque el verano es una época en que la mujer transpira más, tienen más secreciones, se baña más por el calor, acude a más a piscinas con un agua con un pH muy agresivo, por tener mucho cloro, y permanece más tiempo con el traje de baño húmedo. Todo esto altera la composición del ecosistema vaginal. Además, en las consultas nos encontramos con ciertas condiciones de algunas mujeres procedentes de Europa (Rumania, Rusia o Bielorrusia) y de Latinoamérica (de Colombia y Ecuador), que tienen el hábito perjudicial de realizarse duchas vaginales (no de la vulva), lo que tiene un efecto de arrastre que elimina la flora vaginal, se altera el equilibrio y predispone a las infecciones de este tipo.
¿Por qué se practican estas duchas?
Por razones culturales. A estas mujeres se les ha enseñado que está mal tener secreciones que manchen la ropa interior. Por ello, se lavan con fruición mediante duchas vaginales, después de tener relaciones sexuales, etcétera. Pero esta intensa higiene vaginal es contraproducente. Hay que lavarse la vulva, la zona de la piel, pero no las mucosas del interior. Pero es difícil cambiar este hábito si se tiene como una norma de higiene aprendida.
¿Las vulvovaginitis llegan a aumentar hasta un 50% más en verano?
Sí, hasta el punto de que es el primer motivo de consulta de atención primaria de todos los ginecólogos de España entre los meses de mayo a octubre, sobre todo, en el periodo estival. Atendemos muchas consultas por picor, aumento de flujo, quemazón e, incluso, por dolor en las relaciones sexuales. Vulvovaginitis es un término muy extenso. Luego está la pequeña labor del ginecólogo de ponerle los «apellidos».
CONSEJOS PARA PREVENIR LA VULVOVAGINITIS
Las vulvovaginitis son mucho más frecuentes en verano, pero también constituyen un problema recurrente a lo largo de la vida de algunas mujeres y una afección de la que algunas es casi imposible que se libren a lo largo de toda su vida. Para prevenirla y para combatirla, en los casos de cronicidad, José Luis Neyro recomienda las siguientes medidas:
- No utilizar salva slips, porque al hacer su función, mantener la ropa interior seca, no permite la transpiración, retiene las secreciones y macera la vulva. La vagina es un orificio natural que queda abierto de forma permanente y no se debe bloquear.
- Si se está incómoda por las secreciones, se aconseja cambiar de ropa interior de manera más frecuente y escoger la que sea de algodón transpirable, en lugar de utilizar los salva slips.
- No recurrir jamás a las duchas vaginales como método de higiene.
- Tener precaución algunos productos de higiene íntima, ya que algunos de ellos alteran la flora vaginal. La mejor medida para lavarse los genitales es hacerlo «con el sobrante de jabón que cae después de lavarse el pelo», es decir, sin enjabonarse en exceso.
- Evitar manipular la vagina con las manos sucias o con instrumentos sucios, puede altera la flora vaginal.
- Procurar no automedicarse nunca y menos con antibióticos.
- Las mujeres con antecedentes de vulvovaginitis de repetición deben alertar a su médico de que después de cada tratamiento antibiótico sufren de este problema. En caso de duda, deben consultar al ginecólogo.
- Ante vulvovaginitis recidivante se puede reponer la flora con probióticos. Para ello, durante la menstruación, pueden utilizar un nuevo tampón que libera estos probióticos y permite reequilibrar la flora vaginal alterada, que predispone a esta dolencia.
Hola, de nuevo, Lizzy:
Pensamos que nada de lo que le hemos dicho le ha cuajado lo suficiente…., al parecer….
Pues…., me temo que sigo pensando lo mismo que en el otro web y que debe usted reconsiderar su posición de no acudir a consulta, acudir finalmente y solo tras los cultivos correspondientes saber si le han curado….
Ni siquiera sabemos qué tipo de productos le administraron como YA LE HEMOS DICHO.
¿No ha leído nuestra (larga) respuesta anterior?
De todas maneras, nos encanta ayudarle tanto…..
doctor pero como se que YA NO TENGO CANDIDIASIS? porque tuve hace unos días me dieron fluconazol y clotrimazol,los sintomas ya no los tengo,ni picazon,ni flujo blanco ni nada pegado en la vulva,solo tengo enrojecida la vulva y ya han pasado días que empecé el tratamiento es normal? porque igual me dijieron que es lento y que demora la vulva en ponerse rosada,aparte estoy menstruando.
Tengo 18 años, estas últimas dos semanas he andado con, un dolor, picazón, sequedad vaginal en mis genitales, y un poco de dolor de ovarios (siendo que ya me llegó mi menstruación), con mi pareja hemos tenido pocas relaciones sexuales desde el nacimiento de mi hijo y en cada una con protección, ni uno de los dos tiene enfermedades de transmisión sexual, me han dicho que puede ser vulvovaginitis pero prefiero consultar,espero respuesta doctor, De ante mano muchas gracias
Estimada Camila:
Nos agrada mucho pensar que podemos serle útiles y que nos visita con frecuencia.
El problema que nos plantea es común y no es grave aunque pueda llegar a ser muy molesto.
Podría tratarse de un infección vulvo-vaginal que conocemos efectivamente, con el nombre de vulvovaginitis; el problema es el apellido…. Debemos averiguar cuál es la causa de la afección, qué tipo de germen está detrás o si es solo fruto de la irritación del coito tras el parto en una vagina que todavía no ha recuperado su «forma física» habitual cuando se tiene ciclos normales.
Esta diferencia es capital para poder orientarle sobre el tratamiento.
Le podrían venir bien los aplicadores intra-vaginales de centelle asiática con ácido hialurónico?, pues sí….; quizás unos probióticos?…., pues podría ser….; acaso un tratamiento más específico contra determinado tipo de germen?…., cómo saberlo?
este es la cuestión….; acuda por tanto a consulta porque con una exploración su ginecólogo podrá determinar qué hacer con mucha más fiabilidad que nosotros desde la distancia.
Entre tanto, no se olvide de volver a visitarnos cuando crea necesitarnos o para repasar alguna cosilla que encuentre de interés en nuestro web.
Nos alegra pensar que le ayudamos.
Un saludo navideño¡¡¡¡
Estimada Isabel:
El asunto que nos plantea en su pregunta, que agradecemos por su enorme confianza en nosotros, es de delicadeza suma y de difícil respuesta.
Elegir ginecólogo es algo muy personal, sin duda. Me atrevería a decir que se fiara de sus amigas que tienen experiencia con los de la zona; se nos ocurren mil posibilidades desde que que acuda al ginecólogo de su ambulatorio o que recurra a los del Hospital Universitario Puerta del Mar o a los del Hospital Naval de Algeciras.
Entre los ginecólogos más afamados de la provincia está el Prof Rafael Comino, el Dr Diego Enciso….
De veras, amiga Isabel, que resulta muy comprometido recomendar uno en concreto al ser estos asuntos tan personales.
De entrada se me ocurre recomendarle que reponga la microbiota vaginal sin duda perdida antes de meterse en otro berengenales…; sobre esos temas tenemos varios trabajos en este mismo web y puede acceder a los nuevos fármacos probióticos en su propia farmacia; de preferncia enmpléelos durante la regla (en forma de tampones con probióticos) y después de ella en forma de cápsulas vaginales durante cuatro meses seguidos.
Espero haberle ayudado en algo.
Muy agradecido por su confianza.
Cuénteselo a una amiga si le sirvió….
Agradecería de todo corazón me aconsejaran de algún médico, centro o clínica cerca de Cádiz, donde pueda ir para curarme de las infecciones vaginales que vengo padeciendo desde hace años. Y es que sólo conozco los tratamientos que curan cada vez, como el fluconazol, ginedermofix, daktarin… Pero no se porque me pasa ni como prevenirlo, a pesar de tomar todas las medidas de prevención recomendadas.
Gracias