El doctor José Luis Neyro ha tomado tres decisiones fundamentales en su vida. Una de ellas fue dedicarse a la ginecología para hacer posible que muchas parejas estériles, de ese 15% existentes, cumplan su mayor anhelo: tener hijos. Lo consigue en un 68% de los casos. Hace 20 años fue uno de los primeros en practicar con éxito la reproducción asistida. Desde entonces, ha «apadrinado» a unos 4.000 niños. El pasado jueves, la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País le concedió la medalla de Amigo de Número. Su discurso versó sobre Aproximaciones éticas a la legislación española en materia de reproducción asistida.
Pregunta.Usted es muy crítico con la legislación española. ¿Cómo afecta a la paciente y al propio médico?
Respuesta. Es la primera vez en la historia de la legislación española que se legisla por delante de los hechos. Y hay contradicciones como que la ley exige formación acreditada que la misma Administración niega. Además, según qué parte de la ley elijas, es la mujer la que puede revocar el consentimiento en cualquier momento o, por el contrario, depender de la pareja.
P. Esta falta de concrección, ¿puede originar situaciones atípicas?
R. Desde luego. Podemos intentar el embarazo en mujeres de 55, 60, 70 años si ellas lo piden, porque, según la ley, es suficiente con que la usuaria tenga mayoría de edad y buen estado de salud psicofísica, lo que resulta ambiguo de fijar. Otros países han regularizado ya aspectos muy concretos de la reproducción asistida, como los derechos civiles de los niños nacidos, la donación de semen o la investigación en embriones humanos. España, no. P. ¿Cree que la ley sitúa a los médicos en situaciones éticas que no les corresponden?
R. A los que trabajamos en esto se nos exije adoptar posiciones éticas que a veces nosotros mismos no tenemos claras. Así que lo que hacemos es devolver la pelota a la sociedad y decirle que abra un debate para que no nos obligue a decidir día a día en el laboratorio.
P. ¿Cómo se actúa ante casos extremos pero reales como el conocido recientemente de usar semen de un muerto?
R. Son casos que están ahí, como el de Stephen Blood, que pasó un año en coma y fue padre dos años después de morirse oficialmente. Su mujer, sin pedirle permiso, consiguió que los médicos le extrajeran espermatozoides con los que fue tratada. No se cómo habría que actuar porque desconozco la relación que había en la pareja. Pero, con los datos en frío, lo deseable es que los niños nazcan en pareja.
P. ¿Cuántas parejas estériles hay en España?
R. Cada año se incorporan 39.000 nuevas parejas. En este momento hay unas 750.000. A pesar de las muchas técnicas de reproducción que existen, el índice de éxitos está mediatizado por el porcentaje de resultados de la naturaleza.
I. C – Bilbao – 24/01/1999 EL PAÍS