Los primeros días de un Recién Nacido V. Atención, chupete, sueño y postura para dormir

Al principio la responsabilidad de cuidar un recién nacido puede resultar agobiante para muchos padres; es preferible en estos días adoptar actitudes naturales y relajadas, porque las equivocaciones son solo éso, pequeños errores sin más importancia habitualmente. Suele ser preferible “equivocarse” con las propias ideas que cumplir cada uno de los consejos que cualquiera sin otra preparación que su propia experiencia le pretende enseñar….; confíe en su pediatra, en su matrona, en su ginecólogo.
Hay padres que antes de tener su primer hijo no han tenido un recién nacido en sus brazos. La experiencia demuestra que el lactante prefiere ser sostenido firmemente, pues parece disfrutar del calor, del arropamiento y la seguridad obtenidos de este modo.

Mecerle, acariciarle, hablarle susurrándole son actitudes convenientes. Deben evitarse los sonidos fuertes y los cambios bruscos de posición, porque son estímulos que provocan reacciones desagradables y llantos en el bebé. Siempre debe manejarse al niño suavemente al cambiarle el pañal, al vestirle, etc. No es conveniente dejarles llorar sin atenderles. El bebé no tiene sentido del tiempo y unos minutos de abandono pueden parecerle una eternidad.
• EL CHUPETE. El uso del chupete es controvertido. Estudios realizados demuestran que no es conveniente utilizar el chupete hasta que el bebé haya aprendido a mamar, porque existe evidencia de que la consistencia de goma del chupete y de la tetina es más dura que el pezón, lo que le supone un mayor estímulo, y cuando el bebé vuelve a tomar el pecho, puede no reaccionar bien al pezón y a la areola mamaria, que son más blandas. Por esto, si el bebé es alimentado al pecho, no se aconseja el uso de chupete durante las tres primeras semanas de vida.
En caso de utilizar chupete es conveniente:
– 1. que el chupete sea de una sola pieza,
– 2. conviene hervirlo durante unos minutos, por lo menos una vez al día,
– 3. no colgarlo del cuello con una cadena ni con imperdibles,
– 4. no untarlo nunca con azúcar, leche condensada o miel,
– 5. y no introducirlo en la boca de un adulto para limpiarlo.

• CONDICIONES CORRECTAS DE LOS LACTANTES PARA DORMIR.

– 1. Estando el bebé “boca arriba”, no hay más riesgo de atragantamiento.
– 2. El colchón debe ser plano y de consistencia firme para que el bebé no se hunda en él, y es mejor no utilizar almohada.
– 3. Los lactantes no controlan bien su temperatura. Por esto es importante evitar el sobrecalentamiento o el enfriamiento. La temperatura ideal de la habitación es entre 16º y 20º.
– 4. Al vestir al niño, evite abrigarle en exceso.
– 5. No fume ni permita que otros fumen cercan de su bebé.

Todas estas sugerencias aquí descritas contribuyen a reducir el riesgo de MUERTE SÚBITA.

• PÉRDIDA DE PESO. Todos los recién nacidos pierden peso durante los primeros días de vida. Se considera normal una pérdida de entre el 7-10% de peso que tuvo al nacer. Hacia el tercer día de vida se estabiliza, iniciándose la recuperación del mismo en el cuarto día de vida. En general, a partir de este momento, se inicia la ganancia ponderal, recuperando el peso que tuvo al nacer entre el 7º y 12º día de vida. Muchos lo hacen antes de estas fechas; algunos tardarán un poco más. Si le preocupa una excesiva pérdida de peso después de la primera semana de vida, consúltelo al pediatra.
• ALIMENTACIÓN DEL RECIÉN NACIDO. La leche materna es el alimento ideal para el recién nacido durante sus primeros seis meses de vida, aunque es aconsejable que siga tomando el pecho como complemento durante el primer año. Si por cualquier motivo no es posible la lactancia materna, se recurre a la lactancia artificial, que es una buena alternativa.
Existen múltiples pruebas científicas que los RN lactados al pecho presentan globalmente un mejor desarrollo, una más adecuada relación con su madre que, además, se beneficiará de las ventajas que dicha forma de alimentación le suponen a ella: disminución del riesgo de cáncer de mama, mejor control del peso por el gasto calórico que supone, favorece la relación psicológica madre-hijo…..

Existe toda una serie de enfermedades de origen metabólico, casi todas ellas inducidas genéticamente. Entre las más frecuentes se encuentran el HIPOTIROIDISMO y la FENILCETONURIA, que si no se diagnostican y tratan de forma precoz pueden producir retraso mental. Estas dos enfermedades no pueden diagnosticarse durante la vida antenatal mediante prueba alguna del diagnóstico prenatal ni por el aspecto exterior o por la exploración de un recién nacido. Por esto, hay que hacer siempre la prueba de detección precoz de estas enfermedades (Prueba del Talón). Son pruebas sencillas de realizar y sólo requieren un pequeño pinchazo para obtener unas gotas de sangre; se pueden hacer a partir de las 48 horas del nacimiento. En su hospital o en la clínica donde se haya producido el parto se le complementará la información y, caso de no realizarse en ese centro, se le remitirá al centro de referencia.